En estos días que corren se cuestiona con insistencia la permanencia del madurismo en el gobierno. Un gobierno se mantiene en el poder con el apoyo de un sector de la sociedad, que siente representados sus intereses por ese gobierno. En este texto exploraremos cómo ven y sienten al madurismo los diferentes sectores nacionales e internacionales.
Qué opinan, cómo consideran los capitalistas nacionales al madurismo. El madurismo, fiel a su tacticismo, terminó favoreciendo a los capitalistas imperiales: las zonas económicas especiales, las alianzas con chinos, rusos, iraníes, turcos, desplazan a los capitalistas nacionales, dejando espacio sólo para los llamados emprendimientos y comunas, que son mera pirotecnia económica. El madurismo, con sus arrebatos de ocasión, su modificación a voluntad de las leyes, su irrespeto al sistema judicial, no le inspira confianza al cobarde capital que evita invertir, prefiere irse al exterior. El madurismo, con su mentalidad lumpen, ha sido incapaz de avanzar hasta en la liberación de la burguesía nacional, del capitalismo nacional de protegerlo.
Qué piensan del madurismo los imperios. Los imperios no tienen otra consideración que sus intereses, que, dicho sea, están mezclados sus intereses nacionales con el interés de las compañías transnacionales. Ellos se reparten el mundo, y este norte de la América del Sur les corresponde a los gringos, a los europeos.
Qué opina, cómo considera la clase media al madurismo. El madurismo, con su desastre económico, ha depauperado a la clase media, que sólo existe como un sarcasmo. Reducida sólo a los enchufados y a las garrapatas de los enchufados. No hay allí apoyo a la permanencia del madurismo, al contrario, es combustible para el fascismo.
Qué opinan los trabajadores. Los trabajadores padecen como nadie las penurias de este gobierno desastroso. Pasan hambre. Sus dirigentes aún no consiguen salir del economicismo, se desgastan y desgastan la fuerza que emana del descontento en luchas subalternas que más bien neutralizan la fuerza de la protesta y terminan apoyando al gobierno. Mientras, los trabajadores se debaten entre el desempleo y los lamentables salarios.
Qué opinan los militares del madurismo. El sector militar es cerrado por definición, es difícil saber qué piensan. Solo podemos conjeturar que, en este sector importantísimo en la política, se refleja lo que padece el país, sumado a la melancolía de ver la soberanía vulnerada. El madurismo los seduce, no se sabe hasta cuándo, hasta dónde continuará este éxito.
Como se desprende de esta visión rápida de la situación, el madurismo perdió todo apoyo. Asesinaron a la gallina de los huevos de apoyo, se apartaron del alma chavista, se alejaron del legado de Chávez, y se quedaron guindando. Ya están agotados. No hay razón para que el madurismo se quede en el gobierno. No representa a nadie más allá del reducido círculo de la cúpula, sus familiares, los enchufados y las garrapatas de los enchufados. Y sabemos que este apoyo, sin más pasión que lo material, no aguanta el menor viento en contra. Entonces, podemos decir que los días del madurismo, por unas matemáticas simples, están contados.
¡CHÁVEZ VOLVERÁ!