Si alguien revisa las sentencias twitteras del fiscal, se dará cuenta de las metidas de pata, de las tortas y, sobre todo, del manejo a conveniencia de la ley. Hay unas que son cómicas, como aquella de la guacamaya y el motociclista, o la acusación de maltratar un perrito, esas no pasan de la anécdota. Ahora bien, cuando la acusación tiene una fuerte carga política, todo cambia, es un asunto de Estado.
En días pasados, se agudizó la campaña contra el Ministro Ramírez, luego de que éste manifestara su intención de disputar la presidencia de la República, en representación del rescate del chavismo auténtico y en directo enfrentamiento contra el madurismo. En esta agudización de la campaña, aparece en la televisión y en el twitter que funge de tribunal de la inquisición una declaración de un alto gerente de PDVSA, víctor aular, con braga amarilla, cara exhausta, voz temblorosa, evidentemente presionado, leyendo un guión en el que acusa Ramírez en un supuesto hecho de corrupción en el cual aular, en su condición de vicepresidente de finanzas de PDVSA, sería actor principal. Inmediatamente, aquella declaración se dio como suficiente para condenar al Ministro en el tribunal del twitter, y agraviarlo. Aquella declaración fue difundida en los medios y las redes.
Ahora, aparece la sorpresa de que aular, en su condición de vicepresidente de finanzas, sería el centro de aquel supuesto delito, es ¡liberado! Y en secreto, con alevosía. De esta manera, la fiscalía reconoce sin la mínima vergüenza, sin el mínimo recato, que todo fue una tramoya para atacar a Ramírez. Es una conducta común al gobierno, que hace lo que le da la gana con la ley, la convierte en un libreto a su voluntad y conveniencia. Es política común del madurismo usar los falsos positivos judiciales para atacar a sus adversarios. Lo asombroso, lo poco visto, es que los mismos forjadores del falso positivo lo revelen sin ninguna vergüenza, como este caso de aular.
Los falsos positivos judiciales son muestras del desguace del país. El madurismo, con su incompetencia, todo lo destruye, está arrasando no sólo con la economía, con las instituciones, está arrasando con la espiritualidad que mantiene la cohesión social, con el respeto a las leyes, con el sentido de pertenencia, con la seguridad de las leyes. De esta manera, están disolviendo la nacionalidad, disolviendo al Estado.
El fiscal debe renunciar, pero no sólo él, que, al fin y al cabo, es una pieza menor, desechable ahora que ya cumplió muy bien su papel de Torquemada. Deben renunciar todos los jerarcas del madurismo, del presidente, de los cinco hacia abajo, ellos son los arquitectos de este desastre. El madurismo es un factor corrosivo que pone en peligro todo. Deben renunciar ya, se trata de la existencia de la Patria, el tiempo se agota, su ineptitud está demostrada, no hay razones para su permanencia, al contrario, cada día aparecen motivos para su salida.
¡CHÁVEZ VOLVERÁ!