Las conversaciones en México dejan muchas enseñanzas, muestran verdades que se transparentan a pesar de la intención de los participantes en ocultarlas. Debemos admitir que son astutos a la hora de distraer a la opinión pública. Eso de incorporar a la esposa de saab les quedó muy bien, ni a Delia Fiallo se le hubiera ocurrido ese capítulo en una de sus novelas. No les importó la pérdida de seriedad, la cuchufleta, la burla de ponerla como defensora de derechos humanos, aunque con eso desacreditaran el nombramiento exprés del esposo.
No se había asentado el polvo levantado con esta convocatoria, cuando en México sorprenden con un acuerdo propio de la Cueva de Alí Baba. Le liberarán una fabulosa cantidad de dólares al gobierno, y en contrapartida el madurismo abre las puertas a las compañías petroleras del imperio. Y allí está la primera verdad: el madurismo, una fracción del madurismo, se reúne en secreto con los gringos y llegan a acuerdos.
Y de esta verdad se desprenden unos interrogantes y unas conclusiones: ¿Qué se discute y con quién se discute en estas reuniones secretas?
En esas reuniones están los gringos, y ya vimos qué es lo que piden, las riquezas nacionales, el petróleo, y piden que el madurismo vaya a elecciones para instalar la democracia capitalista, con su principal componente que es la alternabilidad. Los gringos no terminan de confiar en el madurismo. Están, por supuesto, los chinos y los rusos, piden que se les garantice el pago de las deudas, quizá una cuota de mercados. En una silla más abajo se sienta una fracción del madurismo, la más blandita, y pide inmunidad, respeto a sus fortunas, suspensión de las recompensas por su captura. Los guaidoses no están, se quedan por fuera esperando instrucciones; carecen de personalidad, son instrumento de apetitos internacionales.
Mientras, después que todo está descubierto, cunde el pánico en las altas filas maduristas: alguien debe pagar el lavado de cara del madurismo, alguien debe ser la víctima. Y con esa fracción del madurismo sólo están seguro los familiares de arriba, nadie más. Todos son negociables. Sin embargo, las otras corrientes del madurismo seguro participan en otros cónclaves, en los que los gringos preparan un plan B, allí se cocina la entrega de los otros. Es así, al perder los principios altruistas, al importarse sólo por el interés individual, cuando enfrentan una crisis grande, se aterran, decretan el sálvese el que pueda. Esa es la situación allí adentro. Cualquiera puede hacer una lista de sacrificados y acertaría en alto porcentaje.
Todo puede pasar. Caro le cuestan a Venezuela los estertores del madurismo, ya vimos la entrega del petróleo a puertas cerradas. Los gringos, que conocen muy bien al madurismo, no se precipitan, ya tienen al país indefenso, sin gobierno, exigirán más concesiones, más riquezas, saben que las conseguirán. Debemos concluir que la Soberanía está violentada, es hora de responder al clarín de la Patria que llama a defenderla.
¡CHÁVEZ VOLVERÁ!