"El verdadero soñador es el que sueña lo imposible"
Elsa Triolet
He escuchado a varias personas expresando sin ningún tapujo ¡La oposición, como que nos va a quitar nuevamente las navidades, ahora con el dólar criminal! no son muchas, pero su opinión es muy valiosa, ya que, varias de ellas se están comiendo, como dicen popularmente un cable. Eso se llama conciencia y no es para menos. En los últimos veinte y dos años, es decir más de dos décadas para recordárselo de otra manera a la eterna soñadora: la oposición venezolana más la cola, que se le ha formado; primero le quitaron las navidades con un paro petrolero, preparando el terreno para la única manera de asaltar el poder, un golpe de estado, por cierto muy efímero, pero golpe de estado al fin, aunque todavía tratan de negarlo, como todas las intentonas para luego esconderse a oír los comentarios, igual a los niños traviesos, después de convertir el hogar en un campo de batalla.
Ahora, en pleno diciembre empiezan aparecer nuevamente los golpistas, los mismos de la pasada intentona del 2002 con un historial nada envidiable. Uno de ellos es Biagio Pilieri, no es el primero ni será el último, quien da demostraciones de brujo principiante. Todo el mundo sabe lo que está pasando, pero en boca de él, lo quiere hacer, como un descubrimiento con sus respectivos piquetes y sus ingenuas aseveraciones, cuando habla precisamente del dólar, pero hace referencia de la daga, que ellos mismo afilaron para dolarizar al país: el paralelo el cual se encuentra por encima de los 18 por bs.
El otro sonido del tambor, es el paro que están incitando. Otra demostración de excelencia a la hora de recibir las instrucciones por parte del gobierno de los Estados Unidos. No consiguen la fórmula para atentar contra el gobierno venezolano y por eso recurren a viejas prácticas. No les ha servido, todos los movimientos realizados por el todo poderoso imperialismo en nuestro país, algunos con éxitos macabros. En primer lugar, un bloqueo criminal en momentos, cuando la pandemia del Covid-19 hacía estragos en el mundo y no pasaba un día, si estar más pendiente de las amenazas o de la propia epidemia; y, en segundo lugar, profundizaron la dolarización, el cual nos ha medito en un verdadero laberinto y los más golpeados son precisamente los de menos recursos.
Antes esta realidad muy visible, queda de manifiesto una verdad difícil de negar, aunque muchos no la entiendan y otros se hacen los desentendidos: maestro y discípulos emplean la misma arma, la diferencia el tiempo y la capacidad para utilizarla. Los que manejan a Joe Biden, ponen condiciones para suavizar las medidas caprichosas impuestas por un verdugo ¡Hágame el favor! Por su parte la oposición venezolana, después de 22 años intentando acabar con el gobierno bolivariano –Chávez-Maduro– ahora acceden al dialogo, pero poniendo más condiciones, que una novia presumida y con dinero. Son tan descarados e hipócritas, que, en el preciso momento de la aceleración del dólar paralelo, se aprovechan para culpar al gobierno nacional, haciéndose los descubridores y de paso pronostican las próximas escaramuzas. Después antes cualquier acción del gobierno, casi lloran, como un niño de kínder. ¡Los eternos inocentes!
A todo le buscan ganancia y si, juega a su favor con más razón, como es el caso del golpe de estado en el Perú, pero apenas abren la boca para aprovechar el momento se acuerdan de dos derrotas consecutivas en Colombia y Brasil frenando y aplacando las pretensiones de darle vida al fascismo en América Latina. Cuando el imperialismo y la oposición venezolana se quedan aparentemente callados y quietos algo están tramando. Quieren arrebatarle las navidades al pueblo venezolano, y de eso saben bastante, pero la única alternativa de soliviantar la manera de pensar, es precisamente creando una carrera desenfrenada entre el dólar paralelo y el del BCV para profundizar la especulación y la inflación en momentos, cuando los sentimientos están a flor de piel y los rostros más invulnerables dejan escapar el amor por la navidad y sus seres más cercanos. Pero para la oposición lo que cuenta, es el poder y los dólares y eso le parece a su alcance creando las condiciones objetivas con las medidas coercitivas, lo que no han podido, desde que perdieron el poder, ya que una cosa piensan ellos y otra el pueblo, lo que llaman las condiciones subjetivas.
