Los Defensores del bolívar salimos a la palestra pública desde el mes de noviembre de 2003 cuando un grupo de más de 40 compatriotas identificados con el proceso bolivariano dirigimos una Carta abierta al Presidente Chávez, la cual fue publicada en Aporrea, Soberania, Rebelión y muchas páginas progresistas, en la cual le rogábamos al Presidente que no permitiera la devaluación del 20% del bolívar para el 2004, anunciada para ese entonces por el Ministro Nóbrega, para llevar el tipo de cambio de Bs. 1600/dólar a Bs. 1920/dólar. Con argumentos técnicos bien fundamentados (http://www.aporrea.org/actualidad/a6205.HTML ), Le pedíamos al Presidente que no permitiera esa devaluación, pues la misma no se justificaba a la luz de las variables macroeconómicas que imperaban en ese entonces y porque estábamos convencidos de que la devaluación de la moneda es el arma secreta de la contrarrevolución, cuya aplicación inevitablemente acarrearía mayor inflación y pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos. No fuimos oídos en ese entonces, como tampoco lo fuimos a fines del 2004, cuando dirigimos otra Carta abierta al Presidente pidiéndole una vez más que detuviera una segunda devaluación del bolívar, anunciada por Nóbrega, esta vez para llevar el tipo de cambio de Bs. 1920/dólar a Bs. 2150/dólar. Tampoco nos tomó en cuenta la Comisión Permanente de Finanzas de la Asamblea Nacional, presidida por el hoy Ministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas, ante la cual expusimos a principios de 2005 nuestras objeciones contra esa segunda devaluación. Ante esa comisión demostramos que el proyecto de presupuesto del 2005, al igual que el del 2004, infringía el artículo 313 de la Constitución Bolivariana, pues en el mismo se subestimaban escandalosamente los ingresos petroleros del país, con la finalidad de crear un déficit fiscal ficticio, aumentar el endeudamiento del país y al mismo tiempo devaluar innecesariamente nuestra moneda.
Lamentamos decir que el tiempo nos ha dado la razón. Venezuela en estos momentos exhibe una de las tasas de inflación más altas del mundo, producto, en primer lugar, de las innecesarias devaluaciones del 2004 y del 2005 y en segundo lugar por la errática política de retirar elevados montos de las divisas internacionales para convertirlas por partida doble a bolívares y de esa manera aumentar considerablemente el circulante o liquidez monetaria que es un factor que sin duda estimula la inflación. Debo dejar claro que si bien estamos de acuerdo en que las reservas excedentarias se destinen al desarrollo endógeno, sostenemos que el manejo de esos recursos debe ser transparente, con oportuna rendición de cuentas, eficiente, y regido por un presupuesto previo, para evitar la discrecionalidad, o el despilfarro. Tampoco es sano la doble conversión de esas divisas a bolívares, pues tal procedimiento equivale a debilitar la base de sustentación de nuestra moneda.
Pero no nos hemos limitado a realizar críticas constructivas y alertas con relación a la política monetaria, sino que hemos formulado oportunas propuestas o vías de acción destinadas a reducir la inflación, aumentar el poder adquisitivo de los venezolanos y mejorar la distribución de la riqueza. Nos atrevimos a participar en una campaña electoral, no con el ánimo de ganar, pues estábamos conscientes de la gran popularidad del Presidente, sino con el fin de traer a la opinión pública nuestras propuestas en política monetaria y fiscal (revaluación, eliminación del IVA, aumento del aporte fiscal de PDVSA), en política petrolera (estamos en contra de Las Empresas Mixtas, porque violentan nuestra soberanía), en materia de seguridad, etc. Pero no nos quedamos allí. Solicitamos audiencia con el Vicepresidente de la República para exponerle nuestras propuestas, pero ni siquiera hemos sido favorecidos con una respuesta.
La campaña electoral nos reafirmó nuestra convicción de que estamos en presencia de una sociedad de cómplices, pues ni los canales del estado ni los canales privados nos dieron cabida suficiente para exponer estas propuestas. Pareciera que no sólo la oposición derechista, sino también sectores muy poderosos dentro del gobierno estuvieran de acuerdo para que una voz como la de Los Defensores del bolívar que plantea la revaluación de la moneda sea silenciada o minimizada, porque lo que interesa al parecer es beneficiar a los grandes capitalistas y banqueros que han migrado de nuestro país más de 150 mil millones de dólares desde el Viernes Negro y que son los únicos que se benefician con un bolívar débil.
Ante esas evidencias, para nosotros es claro que la revaluación del bolívar es una conquista que debe lograr el pueblo, porque los intereses creados jamás permitirán la recuperación efectiva de nuestra moneda. Es una lucha que debe dar el pueblo, quien debe movilizarse y ejercer presión para lograr el objetivo final que no es otro que la meta de Hambre Cero en un plazo de pocos años.
Por tal motivo, amigos, debe quedar claro que los Defensores del bolívar tenemos una trayectoria de lucha incansable en defensa de nuestro signo monetario porque estamos convencidos de que Sin Revaluación No hay Revolución. Sólo la revaluación hará posible llevar la inflación a cero, acabar con el mercado Negro del dólar y reactivar nuestra industria y agroindustria, al minimizar sus gastos operativos. Sólo la revaluación posibilita el aumento de la gasolina, sin que el pueblo salga afectado, es decir, sin aumentar la inflación.
Pero también estamos claros de nuestras debilidades: No tenemos recursos económicos y somos vetados por todos los medios, tanto los públicos como los privados. Entonces, la única alternativa que nos queda es llevar nuestra lucha a la calle. Eso sí, de manera pacífica. Se trata de exigirle al gobierno que rectifique su política monetaria. Se trata de decirle al gobierno que estamos con el proceso, pero que no convalidamos el maquillaje del bolívar sin una previa revaluación.
De tal manera que consideramos que llegó la hora en que los revolucionarios nos definamos claramente con respecto al bolívar. Tenemos que hacernos un examen de conciencia y preguntarnos si estamos de acuerdo en que el bolívar siga postrado frente al dólar, o por el contrario recupere la fortaleza que una vez tuvo, una fortaleza que se debe corresponder con el empuje de nuestro país como primera potencia energética mundial.
Te propongo a ti y a todos los partidarios de la revaluación a que realicemos una marcha en Caracas lo más pronto posible. Es más, te invito a que formemos un Comité de Defensa del bolívar que se encargue de organizar esa marcha. Propongo el 30 de Marzo como fecha para realizar dicha marcha. ¿Qué dicen?
eudesvera@cantv.net