Es preciso aclarar lo siguiente, la dirección de la lucha por un salario digno y por un sistema educativo hoy está exclusivamente en la voluntad unitaria de las propias maestras y maestros que han tomado conciencia y vienen forjando su propia organización gremial distanciada de las prácticas burocracias que se han dedicado a zanquear detrás de las mieles del poder, y nada hacen para mejorar las condiciones laborales del cuerpo docente nacional. Esta burocracia, en distintas épocas, ha demostrado la vocación de traicionar los intereses de los trabajadores de la educación, y ahora sin ninguna autoridad moral pretenden erigirse como las conductoras del gremio cuando son ellos los principales culpables de la división de la organización de las maestras y maestros venezolanos.
El cuerpo docente ya no necesita de tales organizaciones burocráticas, cascarones vacíos, apéndices de sus corolarios, los partidos tanto del gobierno como de la oposición en donde no tienen cabida los intereses de los trabajadores de la educación. Es decir, la continuidad de las luchas por conquistar las reivindicaciones laborales más sentidas del gremio y, en general, la misma lucha por mejorar el sistema educativo nacional de ahora en adelante serán canalizadas por los actores genuinos personificados por los docentes, los estudiantes, las familias y las comunidades que son los que se ven afectados directamente por las erradas políticas en educación.
Ciertamente, no albergamos ninguna duda de que la educación es esencialmente un asunto político, la educación es la herramienta fundamental para construir la "Republica" como ideal de una sociedad perfecta y de ciudadanía. Pero ocurre que las burocracias sindicales, en contubernio con los partidos, ejercen una práctica "politiquera" donde lo que queda claramente demostrado es el sentido contrario en el cumplimiento de la misión arriba señalada. Tienen más interés en negociar con el patrón estado y dejar abandonados y en la estacada a los trabajadores de la educación.
Pero, una nueva conciencia de clase está germinando en las maestras y maestros venezolanos, por consiguiente, veremos en poco tiempo nacer nuevas organizaciones gremiales autónomas, libres y liberadoras, sosteniéndose en una filosofía robinsoniana, que transformarán la educación haciéndola coincidir con un proyecto de nación soberana e independiente y desarrollada.
El 9 de enero, toda la sociedad, haciéndose solidaria con las luchas del pueblo trabajador docente, hará sentir también su protesta frente al paquete neoliberal que ejecuta el gobierno de maduro, y que golpea directamente el salario y todas las condiciones laborales del cuerpo docente venezolano.
Necesitamos como nación demandar del gobierno de maduro que frene el paquete económico neoliberal y asuma una política económica que mejore las condiciones de vida del pueblo venezolano. Las maestras y los maestros venezolanos en la nueva etapa de luchas, con los nuevos métodos organizativos y guiados por la filosofía robinsoniana debemos integrar, articular sus anhelos y luchas reivindicativas al conjunto de las luchas que los demás sectores como los trabajadores de la salud, los trabajadores eléctricos, las amas de casa, los trabajadores informales, los trabajadores del campo en fin a todas las luchas que el pueblo trabajador venezolano está en la actualidad librando.
En este sentido, las maestras y maestros deben estar vigilantes de que las burocracias sindicales no vayan a echar a perder la lucha con sus maniobras burocráticas y de esquiroles. Hay que exigirle a la burocracia sindical que se haga a un lado porque de suyo serán los trabajadores de la educación los que asumirán la dirección de su propia organización y la conducción de sus luchas reivindicativas y políticas.