Creo que fue Borges quien en su vejez dijo: "A esta altura de mi vida ya no leo, releo".
Aunque a los 71 años no llego al extremo de ese aserto inmovilista, pues leo textos actuales, de preferencia relativos a las culturas y vida sociopolítica y ambiental de A. Latina, debo confesar que en parte aquel dicho me representa. Y lo que es peor: releo textos que yo mismo escribí.
Al hacerlo saltan a la vista dos constataciones amargas.
Por un lado considero, como muchos de mis predecesores y contemporáneos en el arte de la escritura, que lo que dije no tuvo ni la milésima parte del eco que creí que merecían. Y me asalta la duda de si ello no se debe al simple hecho de que, como sucedió/sucede con la gran mayoría de aquellos compañeros de infortunio, el poco eco recogido no es sino mero reflejo del escaso mérito real de los escritos en cuestión.
Y en segundo lugar se hace patente la constatación de que la Historia no ha seguido el derrotero de mis mejores deseos para los pueblos de Abya Yala y para la Humanidad y el planeta en general. Eso porque, a pesar de que las luchas populares se suceden cada día en nuestro Continente y en la Tierra, una y otra vez el capitalismo ha resistido y se ha reinventado aunque sea parcial y cosméticamente, cerrando las puertas al rumbo ecomunitarista. En efecto, desde mi llegada a la edad madura he visto cómo los países que supuestamente habían dejado atrás al capitalismo, volvían a él, a veces en su versión mafiosa. Y un poco más tarde y hasta el presente, presencié/presencio el triste espectáculo de gobiernos que se autointitularon "´progresistas" y ceden una y otra vez ante límites capitalistas, para infelicidad de los humanos y sufrimiento del resto del planeta.
No obstante, esas amargas constataciones no me hacen renegar de mis sueños, ni privarme del placer de re-saborear algunas de las páginas de mi puño y letra que creo mejor logradas. Tanto en el campo de la fundamentación última de la Ética (donde creo inmodestamente que nadie me ha superado), como en las diversas facetas del Ecomunitarismo, donde las normas éticas fundamentales se aplican o deberían aplicarse, pasando por las novelas cortas y los relatos donde las experiencias reales vividas con mi esposa desde hace más de medio siglo, se combinan con la ficción.
Así reivindico, entre otros escritos, por ejemplo, lo expuesto en "Ética ecomunitarista" y en "Contribuição á teoria da Democracia: uma perspectiva ecomunitarista"; y simultáneamente re-disfruto las aventuras juveniles compartidas con mi esposa en "Los exiliados" (el primer relato del libro "Los exiliados y otros relatos").
Y como todo escritor ignorado (o casi ignorado) me queda la ingenua esperanza de que la generación de mi nieto Sirio Lorenzo (hoy con 4 años recién por cumplirse) descubra alguna esmeralda en la floresta de mis escritos, y que inspirada en la sana locura que comparto con Alonso Quijano, haga realidad por lo menos parte del Ecomunitarismo.
Bibliografia cítada
Sirio López Velasco, Ética ecomunitarista (2009; disponible gratuitamente en https://rebelion.org/download/etica-ecomunitarista-etica-para-el-socialismo-del-siglo-xxisirio-lopez-velasco/?wpdmdl=654430&refresh=5ffa00fe3411b1610219774
y en https://www.scribd.com/document/557262193/Etica-ecomunitarista
" ", Contribuição á Teoria da Democracia: uma perspectiva ecomunitarista" (2017, disponible gratuitamente en https://www.editorafi.org/196sirio
" ", Los Exiliados y Otros relatos" (2020), disponible gratuitamente en https://phillosacademy.com/los-exiliados-y-otros-relatos y en https://www.scribd.com/document/557262176/Los-exiliados-y-otros-relatos