Mi palabra

Joe Biden soltó la bufonada que le faltaba

"De todos los peligros,

el mayor es subestimar al enemigo"

Pearl S. Buck

En días pasados me conseguí un amigo, un auténtico campesino, pero despertando de la oscuridad, al verme me preguntó ¿Qué es el imperialismo, Diosdado lo nombra a cada momento en su programa? Traté de responderle rápido por la premura que cargaba, buscando la manera de hacerme entender ¿Usted ha oído hablar de la invasión a Irak y Libia? El compañero me respondió moviendo la cabeza de arriba abajo, no muy claro, lo que me permitió complementarle la respuesta ¡Eso lo hizo el imperialismo, lo mismo que han tratado de hacer aquí en Venezuela, desde la llegada del comandante Chávez!

El cantor del pueblo Alí Primera, lo decía muy claro en su canción Coquivacoa de su extenso repertorio musical en defensa de la patria: "La inocencia no mata al pueblo, pero tampoco lo salva lo salvará su conciencia y en eso me ha puesto el alma" Una gran verdad, ya que, todavía se encuentran inocentes y las redes sociales ha contribuido a su aumento. Pero hay los que se hacen los bolsas y miran para todas partes, cuando le nombran el imperialismo, menos para el sitio exacto donde nace y se extiende, como una epidemia.

Los tres últimos presidentes de los Estados Unidos, han hecho de manera perfecta el papel de payaso de la guerra en todos los planes del Pentágono. No puede ser de otra manera, cuando el andamiaje utilizado por cuanto gobierno llega a la Casa Blanca, es celosamente armado en esa oficina de la muerte, donde hasta hace poco todo era un secreto bien guardado, por lo tanto, es imposible pretender esperar algo distinto de algún mandatario manejado por una pandilla designada para mantener la hegemonía del imperialismo cueste lo que cueste.

Ahora, para variar Joe Biden, ratifica las amenazas al repetir en una copia con una declaración para prorrogar la orden ejecutiva 13692 emitida por Barak Obama, para despedirse de la presidencia no sin antes dejar clavada el hacha de la guerra contra Venezuela, y el que llega, apenas comienza su mandato la saca para implementar todo lo que le viene en gana en contra de nuestro pueblo y de esa manera tratar de quebrar el espíritu indomable sembrado por Guaicaipuro, Simón Bolívar y el comandante Chávez al valiente pueblo, el cual busca su verdadera independencia y soberanía.

La conducta del imperialismo la sigue la oposición al pie de la letra, de quien podemos esperar de todo, hasta la lucha fratricida por mantener la esperanza de conquistar el poder, haciéndole creer a la gente, que el pasado, cuando gobernaron fue mejor; a pesar de haber mantenido una barragana de primera dama, utilizando el uniforme de las Fuerzas Armadas por el simple hecho de ser la concubina de un presidente. Pero, lo que no podemos aceptar es que pretendan seguir engañando al pueblo, con la prédica constante con el apoyo mediático del aparato de los Estados Unidos, que aquí nunca ha habido bloque y menos las aplicaciones de medidas coercitivas. Es decir, que en el saco de la oposición cabe perfectamente Joe Biden, para regocijo de unos cuantos, empezando por María Corina Machado, pitiyanqui hasta los tuétanos, como lo demostró, cuando se sentó al lado de George W. Bush, con las piernitas recogidas, como una niña inocente, tan angelical María Corina, que no es raro verla en semana santa, haciendo el papel de la Virgen de la Consolación.



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Narciso Torrealba


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