Cuando la crisis total se agudiza, cuando el gobierno no tiene respuestas, entonces, surge en el ambiente la idea de cambiarlo. Se precipita la lucha por el poder, la política aparece en todo su esplendor: la disputa del poder.
El madurato cometió la deslealtad de abdicar del legado de Chávez, y si esto fuera poco, escogió como sustituto una reedición de la cuarta república, una mala experiencia ya agotada, superada el 4 de febrero. Y pasó lo que tenía que pasar, el madurato naufragó en su estulticia, fue su propio verdugo. Y estalló la crisis.
En Venezuela hoy, la crisis general llega a territorios de definición: el madurato está agotado y haciendo agua por todos lados, lo de pdvsa lo dejó desnudo y en medio de la calle. Su acusación estelar, la corrupción, se volvió contra los creadores con una furia pocas veces vista, ahora el principal corrupto, convicto y confeso es el madurato, todos los señalan cuando pasan en sus camionetotas, o van hacia sus palacetes confirmados. La crisis económica es similar a un país devastado por una derrota militar, ocupado por un ejército enemigo. La crisis espiritual nos ha convertido, abiertamente, en un pueblo de cazadores de la renta, sin vocación de esfuerzo, con la relación esfuerzo logro fracturada. Con una casta dirigente completamente desprestigiada, sin credibilidad, sin plan. Mentirosa.
En estas condiciones, y con la inminencia del desenlace, las corrientes afines al capitalismo intentan que el cambio sea controlado, aplicando los mecanismos propios del sistema, en este caso las elecciones burguesas, con su circo, sus candidatos perseguidos, inhabilitados, calumniados. Por supuesto, por esta vía el madurato no soltará el poder, insistirá en las triquiñuelas propias de los sindicatos bufos donde nació. El cierre de la vía electoral para sustituir al gobierno abre camino a las vías no tradicionales.
Aunque los que originaron la crisis difícilmente pueden resolverla, sí pueden prolongarla con su insistencia en permanecer repitiendo el sistema que la produce.
Falta considerar el factor imprevisto, la incógnita militar, de esa sólo sabremos a ciencia cierta cuando se manifieste. Antes es silencio y secreto. Aunque podemos deducir que allá adentro se reflejan, potenciadas, las circunstancias del mundo civil. Y podemos pensar que la historia reciente ha dejado su honda huella en el espíritu militar.
La respuesta a las preguntas del título están claras: El golpe de Estado, es posible, es probable en grado extremo, y cada día, con la conducta del madurato, se hace más necesario. Las preguntas del título aún no responden la esencia del golpe. Esa es otra incógnita, cuál será el signo de la acción. Siempre debemos tener en cuenta que los militares venezolanos desde su misma fundación, allá en los días de la independencia, han sido especiales, fundidos con la masa irredenta, que nutre su oficialidad, y su tropa. Siempre han dado muestras de luchar por el bien común, son muchas las pruebas de su solidaridad con los humildes, con las causas más avanzadas de este pueblo y del mundo.
Y si alguna duda queda debemos decir que la historia nos dice que, si Chávez volviera, sería el primero que le daría un golpe al madurato… eso es seguro. Las celebraciones de abril deben ser motivo de reflexión. Lo que no pudieron lograr el 11 lo consiguieron con el madurato, la derrota del Socialismo, la restauración capitalista, la derrota de Chávez.
Todo este cuadro, que se precipita en horas, dependerá de la acción de los dirigentes. Ahora es el momento de actuar, después será tarde, todo estará consumado…
¡CHÁVEZ, 4 DE FEBRERO!