¡Salieron por Maduro
y están regresando verde!
Anónimo
Un señor, muy serio y totalmente convencido de lo que está diciendo prácticamente alborotó el avispero ¡Yo, no voto por la oposición ni con una pistola en el pecho; tengo vergüenza y dignidad y no las voy a echar al cesto de la basura ni que me ofrezcan paseos a la luna! En primer momento, algunos de los presentes empezaron a retarlo, pero cada expresión del parroquiano, parecía un puñetazo al mentón de los retadores ¡Nos querían matar de hambre para sacar a Maduro! La confrontación se convirtió en un coro de voces a todo gañote, buscando callar al valiente y resteado hombre del pueblo, que defendía la resistencia del gobierno sin haber militado nunca en la izquierda, como lo expresó, cuando se apartó de la acalorada discusión, con el tono de voz muy serena: "Nunca he militado en partido alguno, pero no puedo perdonar al que le quita la comida al pueblo, utilizando ese método, como recurso político, algo que es un crimen aquí y en donde sea".
Tenía razón, el periodista y profesor universitario Federico Álvarez, un hombre del pueblo por donde lo viera, quien siempre repetía en sus disertaciones y tuve la suerte de haber participado, como un alumno preocupado por aprender, cuando me percate de su sencilla pedagogía para enseñar ¡Si, quiere aprender escuche atentamente al pueblo, no deje de ir a los mercados, así, no vaya a comprar, porque no hay otra manera de saber lo que piensan los de abajo! Esa orientación la cargo en la mente, como una brújula y la pongo en práctica todos los días, ya que, he entendido que no hay otra manera de saber las inquietudes de un pueblo en medio de una lucha, donde el enemigo mayor el gobierno de los Estados unidos se vale de cualquier artimaña y mentira para justificar sus atropellos.
La acalorada discusión, me hizo recordar los consejos del profesor Federico Álvarez, ya que, me trajo a la memoria uno de los episodios más genocidas de la segunda guerra mundial (LA GRAN GUERRA PATRIA PARA LOS SOVIÉTICOS) como es el asedio y cerco a Leningrado por el ejército fascista y todo fue fríamente calculado para que la población muriera por hambre y de esa manera tomar un territorio muy importante en la invasión hitleriana a la Unión Soviética; fueron más de 800 días totalmente cercados despareciendo la comida y cuanto animal había, pero el heroísmo de los pobladores de la ciudad y el ejército rojo se puso de manifiesto y pudo más el amor por la patria, que las criminales acciones de los fascistas y por eso Leningrado, se conoce, como la ciudad heroica.
¿Cuáles han sido las criminales acciones del gobierno de los Estados Unidos y la oposición venezolana para sacar al presidente Nicolás Maduro? En primer lugar, crearon una situación caótica para conseguir los alimentos, prácticamente los fueron desapareciendo y en el menor de los casos, los acaparaban para fomentar una especulación sin precedente e incitar una confrontación entre hermanos venezolanos para justificar la invasión. Al no conseguir los resultados buscados, pasaron a los intentos de invasión a la par de la dolarización, presente hoy en día, como un verdadero calvario para el pueblo venezolano. No conforme con todos estos atropellos se hizo presente la complicidad de los gobiernos vecinos (Bolsonaro y Duque) peones incondicionales de los inquilinos de la Casa Blanca, para crear un cerco en la frontera (Brasil, Colombia) donde terminaban de armar las directrices emanadas, desde Washington, cargadas de amenazas para finalmente inventar el disparate de Guaidó, quien creo uno de los grandes daños al país, pero se estrelló con la paciencia y rechazo del pueblo.
El tiempo le ha dado la razón, al comandante eterno Hugo Chávez, cuando le pidió al pueblo venezolano, que votaran por Nicolás Maduro Moros, al sentirse asechado por la muerte, actitud propia de un valiente. La reciente cumbre de mandatarios sudamericanos en Brasil, sirvió para demostrar, como la paciencia y la estrategia de un verdadero estadista ha servido para capear los ataques del imperialismo y sus peones criollos. El recibimiento dado por el presidente Luiz Inácio da Silva el popular Lula, es un reconocimiento a quien ha dado muestras de solidaridad y de no rajarse antes los ataques bestiales. La situación en parte se ha aclarado para muchas personas confundidas, pero al mismo tiempo enterró a los más recalcitrantes opositores, que se han atrevido a twittear para lanzar sus llantos al aire, como lobos en la media noche al darse cuenta, que Nicolás Maduro, está en el frente de batalla, como un soldado, mientras, Borges, Guaidó, y los traidores lloran desconsoladamente para demostrarles al amo, que siguen siendo sus peones.