¿En veinte, treinta años, qué mundo encontrarás? ¿Qué mundo te entregamos? Queremos que sepas que nosotros pusimos todo nuestro esfuerzo, toda nuestra vida en dejarte un mundo habitable, donde pudieras vivir feliz, en armonía con tus semejantes y con la naturaleza. No sabemos, no nos está dado saber, qué mundo encontrarás, aunque ten la seguridad de que aquí hubo un grupo de hombres que lucharon para que tu mundo fuese el mejor posible.
Comprendimos que la lucha esencial de nuestro tiempo era por sustituir al capitalismo, que sabíamos conduciría al planeta a la extinción de la vida. Para esa tarea debíamos cambiar la espiritualidad del hombre, formado en estas entrañas de egoísmo, de visión mezquina. Tarea difícil, pero imprescindible. Sólo así se podría tener éxito en esta sustitución, y en la construcción del mundo alternativo, donde todos viviéramos como hermanos, dando de acuerdo a nuestra capacidad y recibiendo de acuerdo a nuestra necesidad. Este sistema imaginado, soñado por el humano desde los días de Cristo, ha guiado las luchas profundas de la humanidad.
Vivimos en un tiempo y un espacio decisivo para la vida, todos los estudios científicos anuncian que el planeta no aguanta más la inconsciencia del humano del capitalismo, que destruye las condiciones ambientales mínimas para la existencia de la vida. La amenaza de guerra atómica cada día se acerca. El capitalismo es una terrible realidad que acabará con la vida.
El humano de esta época vive en el mezquino tiempo de su corta imaginación, no piensa en ti, mucho menos en tus hijos que deberían estar naciendo cuando leas esta carta. Su visión no va más allá de sus límites vitales, su pequeño territorio, sus cortos años de vida, saciar sus apetitos es su ambición.
Hay muchos humanos que piensan como nosotros, luchan todos los días por cambiar este rumbo. Aquí en Venezuela se agrupan alrededor de sus líderes naturales, con la intención de tomar el poder, desalojar a la inconsciencia, y desde allí, tal como lo intentó el Comandante Chávez, construir un polo de poder que guíe al resto del planeta en la lucha por la vida. Transformar a Venezuela en un ejemplo y un móvil de otra manera de organizar a la sociedad, recuperar la pasión por la vida, construir las razones sagradas por las cuales vivir, encontrar un sentido de la vida que justifique las acciones, la existencia.
No sabemos sí lo logramos, sólo tú lo sabrás. Si tu mundo es feliz, si las amenazas a la naturaleza se disiparon, si la guerra atómica es un mal recuerdo, si el mundo se deslastró de esas armas absurdas, si el cielo está limpio, la contaminación de los mares cesó, sí se recuperaron los bosques y la fauna, si los niños pueden estudiar, si los viejos tienen pensiones suficientes, si la salud está garantizada, si el mundo camina "con todos por el bien de todos", si hay futuro… Entonces lo logramos. Lo contrario sería el fin… nosotros, y miles que piensan y actúan como nosotros, hicimos lo mejor que pudimos. Por favor, Amira, recuérdanos con amor, intentamos salvar nuestra alma… salvarte.
Firmamos esta carta y sabemos que muchos nos acompañan.