En una marcha del PSUV realizada en Aragua, República Bolivariana de Venezuela, fuimos testigos que militantes o ex militantes del otrora partido revolucionario: PCV, manifestaban –públicamente- sus simpatías por el partido de Gobierno, libérrimamente, así somos las y los venezolanos. Pero, una cosa piensa el pueblo y otra quienes se hacen llamar «dirigentes» o «pseudo dirigentes» pues de cogollitos o buros no pasan, incapaces como son, de concentrar cientos de quienes llaman «militantes» o quienes dicen dirigir. Después, viene la andanada mediática: «Hoy tenemos un nuevo Betancour en Miraflores, un anticomunista, antiobrero, el cual nos tiene sin salario, sin prestaciones y arremetiendo contra los derechos democráticos del pueblo venezolano, del pueblo trabajador y por consiguiente rechazamos la medida que pueda tomar el Tribunal Supremo en contra del partido comunista» (Documento entregado por militantes del PCV ante el TSJ, Aporrea, 16-07-2023). Ni Maduro es Betancourt, ni es anti obrero pues a diferencia de la dirigencia del PCV, que no trabaja en ninguna empresa, sino que viven de un sueldo que les pasa el partido, valga decir: como profesionales de la política; y sabe el pueblo venezolano, que Nicolás Maduro, es parte de la plantilla del Metro de Caracas como conductor, empresa pública del Estado Bolivariano. Y quién tiene a las trabajadoras y trabajadores venezolanos sin trabajos dignos, prestaciones y comiéndose un cable; no es otro, ni más ni menos que el imperialismo, valga decir: el gobierno imperialista de los EEUU. Basta conocer un poquito de la historia reciente para confirmarlo, ya sea con declaraciones de Donald Trump, John Bolton, Mike Pence, Barack Obama, Joe Biden u otros, valga decir: los administradores del imperio, quienes fueron los que impidieron a la República Bolivariana de Venezuela que pudiera, no solo cumplir con sus trabajadores y trabajadoras, destruyéndoles el Estado de Bienestar que, por más de una década construyó Hugo Chávez y afianzó Nicolás Maduro, sino que fue más allá en su declaratoria de guerra difusa contra Venezuela. Hechos de la realidad actual, que parecieran no haber ocurrido nunca para cierta dirigencia de una organización que se autoproclama como antiimperialista y, curiosamente, coincide con el imperialismo para agredir a Venezuela. Bien pareciera, que pululan allí personas que andan patas arriba, valga decir, «andan con el mundo al revés», tan igual que Biden. «La economía venezolana, fue sometida desde hace 8 años a un ilegal bloqueo contra sus finanzas públicas, su industria petrolera y su comercio exterior, fueron impedidos de relacionarse con el mundo» dice una nota del Observatorio Antibloqueo, y dónde estuvieron los dirigentes del PCV durante todo este tiempo? Dónde estuvieron, los días del golpe fascista de abril 2002? Por qué, no acompañaron a la clase trabajadora venezolana, en la resistencia que ha venido librando en contra de su enemigo histórico: el imperialismo? Con muchísima razón, la militancia verdadera del PCV, aguerrida como es, acompaña con su presencia y pancartas en las calles de Venezuela a la militancia y pueblo chavista, que se moviliza contra el imperialismo y su agresión permanente. ¿Cuánto duele eso, a esos buros o burócratas del mundo al revés? Y mientras, los autoproclamados: «antiimperialistas», han hecho de la agresión a Venezuela, su política, coincidiendo con el imperialismo. Mientras, los Cancilleres de las repúblicas de Cuba y Venezuela, camaradas Bruno Rodríguez e Iván Gil, han hecho un apostolado en la defensa de las relaciones de fraternidad y solidaridad que unen a ambos pueblos revolucionarios. Rechazando, en la Cumbre de la CELAC-UE, las medidas coercitivas unilaterales y el bloqueo criminal, impuesto por los Estados Unidos a ambos países.
Decía, George Orwell: «Cuando me siento a escribir, no me digo a mí mismo: "Voy a escribir una obra de arte", escribo porque hay una mentira que quiero exponer, algún hecho del cual quiero llamar la atención y mi principal preocupación es ser escuchado». Desenmascarar las mentiras, poner las cosas en su sitio, ese es el propósito con que iniciamos este artículo. «La corrupción, corroe la democracia. Por ello, hay que combatirla dentro y fuera del país pues supone una amenaza a la seguridad nacional», afirmaba el presidente Joe Biden, en junio 2021. Dos años después de aquella declaración, el presidente Biden, su gobierno, arremete contra la República Bolivariana de Venezuela, por contar ésta con disposiciones legales y constitucionales, que les impiden a sus ciudadanos y ciudadanas, poder ser candidatos y candidatas a la presidencia, por el aborrecible crimen de haber cometido actos de corrupción contra el Patrimonio Público. Decía Aristóteles: «El que no se ruboriza del mal que hace, es un miserable», y no solo, no se ruboriza el Sr. Biden, sino que se enorgullece de sus héroes de la corrupción en Venezuela. El presidente del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes de EEUU, James Comer, declaró el pasado miércoles 11 de mayo, que registros bancarios mostraron que: «la familia de Biden, sus asociados y sus empresas recibieron más de 10 millones de dólares de ciudadanos extranjeros y sus compañías». El comité, obtuvo miles de páginas de registros financieros que permitieron arrojar luz sobre: «el tráfico de influencias y los esquemas empresariales de la familia Biden» y revelar cómo: «utilizaron complicadas transacciones para ocultar los pagos de ciudadanos extranjeros», indica el comunicado oficial. Hunter Biden, el hijo consentido del presidente Joe Biden, pactó el pasado mes de junio, con la fiscalía para declararse culpable de dos cargos por evasión de impuestos federales en 2017-2018, y porte ilegal de arma, todos delitos menores. A cambio que, los fiscales –recomienden- la libertad condicional para él, y evitar así su encarcelación. El acuerdo prevé que Hunter Biden, permanezca libre de drogas durante –como mínimo- 24 meses y acepte no volver a poseer un arma de fuego. ¡Así de fácil, las tiene Hunter! «Hoy en día, ya la gente no respeta nada. Antes, poníamos en un pedestal la virtud, el honor, la verdad y la ley. (…) La corrupción, campea en la vida americana de nuestros días. Donde no se obedece otra ley; la corrupción, es la única ley. La corrupción, está minando este país. La virtud, el honor y la ley se han esfumado de nuestras vidas». (Declaraciones del criminal Al Capone al periodista Cornelius Vanderbilt Jr. Entrevista publicada en la revista Liberty, el 17 de octubre de 1931).
La vida del consentido de la Casa Blanca, Hunter, está repleta de polvo blanco colombiano por donde se la mire. «Hace ciento treinta años, después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana» ("Patas Arriba", Eduardo Galeano, 1998). El director del programa de la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU, Michael Renaud, dijo el jueves 06 de julio, en un evento organizado por la OEA, que: «Hasta que yo llegué a Washington, no sabía que había vuelos que llegan de Venezuela de manera ilícita. Luego, van a Guyana y Surinam. Venezuela, puede movilizar toneladas de cocaína. Imagínense, lo que pueden hacer ellos con el oro. Es un narcoestado y de alguna manera deben lavar el dinero en las economías estables». Las relaciones entre Guyana y Venezuela, no tienen tal nivel de confianza y como es de todos conocidos; Guyana, apunta más apoyar a EEUU que a Venezuela, lo que nos hace presumir que, Michael Renaud, además de ser un mentiroso, desconoce la realidad de la región. En lo que ha transcurrido de este año, 2023, más de 36 narco aeronaves han sido inutilizadas por el Comando Aeroespacial de la FANB. Van 359 aviones ilegales, destruidos desde 2012. Se olvida Renaud, de mencionar que la República Bolivariana de Venezuela, es un territorio libre de cultivos de drogas, según ONU. Los grandes productores de cocaína, son: 1° Colombia: 143.000 hectáreas de cultivos de hoja de coca en 2020, 2° Perú: 61.800 hectáreas y 3° Bolivia con 29.400 hectáreas, según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE). Oficina de Naciones Unidas, encargada de revisar el cumplimiento de los tratados contra las drogas a nivel internacional. Se destaca además, que si de 2015 a 2020, los cultivos de hoja de coca aumentaron aproximadamente un 50 por ciento, la producción de cocaína se duplicó, pasando de 977 toneladas a 1982 toneladas, implicando un récord en producción de esa droga. En la última década, destaca el informe de la JIFE, aparecen nuevas rutas del narcotráfico, como el sureste de Europa y África, curiosamente, según dicha organización de ONU; Venezuela, no enciende sus alarmas, pero sí, las del gobierno imperialista de los EEUU. Y, cómo no encenderlas, si la droga que tanto preocupa a Washington, aparece según el New York Post, en la biblioteca de la residencia presidencial y, además visitada, días antes, por el hijo consentido del presidente, según dicho diario. Ni las cámaras de seguridad de la residencia presidencial, ni las pruebas de ADN practicadas a la bolsa de plástico contentiva del polvo blanco colombiano, dieron pista alguna sobre su origen o dueño. (https://americanomedia.com/eeuu/escandalo-polvo-blanco-sospechoso-hallado-en-la-biblioteca-de-la-casa-blanca-da-positivo-para-cocaina-20237411320). Donald Trump, apuntó de inmediato, su nariz, sobre Hunter Biden. La jefa de prensa, Karine Jean-Pierre, se preocupó más por remarcar que ningún miembro de la familia presidencial estuvo ese fin de semana en la Casa Blanca, y que la zona donde se encontró la droga era «muy transitada», por ende, mucha circulación de drogas debe haber en la residencia presidencial de EEUU. Total, eso no preocupa a Mr. Michael Renaud, su preocupación es Venezuela, cómo agredirla. «La droga, es tan norteamericana como el pastel de manzanas; norteamericana como tragedia y también como negocio, pero la culpa la tienen Colombia, Bolivia, Perú, México y demás malagradecidos. (…) No hay mejor aliado que el narcotráfico para las instituciones bancarias, las fábricas de armas y los jefes militares; la droga, brinda fortunas a los bancos y pretextos a la máquina de la guerra. Una industria ilegal de la muerte sirve, así, a la industria legal de la muerte.» ("Patas Arriba", Eduardo Galeano, 1998).
La guerra emprendida contra Rusia por la potencia declinante: los EEUU, fue planificada años antes de 2014. El ex presidente Obama, el presidente más guerrerista en la historia de la humanidad, lo confesó días atrás a CNN, dijo: «La Ucrania de 2014/15, no es la Ucrania de hoy. Como se vio, en la batalla por Debaltsevo —un importante nudo ferroviario en la República Popular de Donetsk— a principios de 2015; Putin, podría haberla invadido fácilmente entonces. Y dudo mucho, que los Estados de la OTAN, hubieran podido hacer entonces tanto como están haciendo ahora para ayudar a Ucrania. (…) Merkel y yo, a quien rindo un gran homenaje, tuvimos que implicar a muchos otros europeos, presionándolos mucho para imponer las sanciones que impusimos. Y para impedir que Putin, cruzara el Donbáss hacia la otra parte de Ucrania, (…) parte de lo que ocurrió con el tiempo fue la aparición de una identidad ucraniana, el deseo de luchar contra Rusia, la oportunidad de prepararse militarmente para resistir la presión. Bombeamos sus músculos, y esto les permitió defenderse». Tanto, la confesión de Obama como la de Merkel, dejan claro que el llamado cuarteto de Normandía, donde se establecieron los Acuerdos de Minsk, con el objetivo de frenar el genocidio de la población del Donbáss, no hubo voluntad real de ponerle fin a la guerra. Todo lo contrario, las hostilidades de Kiev, contra la población civil ruso-parlante, continuaron hasta obligar a Rusia a desplegar la Operación Militar Especial, en febrero de 2022, léase: ocho (8) años después. ¡Mucha paciencia tuvo Putin, mientras morían muchos de sus compatriotas!, se habla de cerca de 14.000. Washington, decidió conducir esta guerra como una «guerra proxy», como lo explica Daniel Byman, profesor de Política Exterior de la Universidad Georgetown (EEUU): «Una guerra proxy ocurre, cuando un Estado combate a otro Estado, pero en lugar de usar sus propias fuerzas militares emplea las fuerzas de otro, que puede ser otro Estado, una milicia o señores de la guerra». Los resultados de dicha guerra, favorecen –ampliamente- a la Federación Rusa. EEUU, está perdiendo esa guerra, tanto como su hegemonía imperial. Rusia y sus aliados de los BICS, están remodelando el Nuevo Orden Mundial a su antojo. Muy poco, nivel de incidencia le está quedando a EEUU, sobre el cual opinar. La vieja Europa, apenas quedará como un Estado servil y vasallo de los EEUU, una especie de Estado-franquicia que le permitirá a EEUU relacionarse con las nuevas potencias emergentes todas ricas en materias primas, tecnología y capital productivo. Washington, deberá negociar su rendición ante la pérdida de su obsoleto Complejo Industrial-Militar y el mundo global se aproxima hacia una época de Paz, tan solo perturbada por los retortijones de una potencia declinante y malcriada, negada a ver la nueva realidad mundial tanto como Biden, ve la guerra en Ucrania, como si ocurriera en Oriente Medio (Irán). Ya, el Nuevo Mundo, es Multipolar y pluricéntrico, como lo soñara el Comandante Presidente, Hugo Chávez, en los años iniciales del presente siglo. Y la guerra por delegación, emprendida por EEUU contra Rusia, conduce al mundo hacia su desdolarización y nuevas monedas, vienen surgiendo como referentes del comercio internacional, en un mundo que está en espera del surgimiento de una nueva moneda internacional como referente, desde los BRICS. Mientras, la economía rusa se ha fortalecido, gracias a las sanciones occidentales y, al contrario, Europa se ha empobrecido, su población se ve atraída hacia posturas políticas de extrema derecha o fascistoides, propias de aquellos años 30, años en que surgieron Hitler, Mussolini y Franco, como referentes de la derecha internacional. Por fortuna, en nuestra América, un nuevo referente desde la izquierda está surgiendo, teniendo como faroles de la Libertad y la Democracia Verdadera a Cuba, Nicaragua y Venezuela. ¡No arasteis en el mar Comandantes Fidel y Chávez! «En el siglo doce, el geógrafo oficial del reino de Sicilia, Al-Idrisi, trazó el mapa del mundo, el mundo que Europa conocía, con el sur arriba y el norte abajo. Eso era habitual en la cartografía de aquellos tiempos. Y así, con el sur arriba, dibujó el mapa sudamericano, ocho siglos después, el pintor uruguayo Joaquín Torres García. Nuestro norte es el sur, dijo. Para irse al norte, nuestros buques bajan, no suben. Si el mundo está, como ahora está, patas arriba, ¿no habría que darlo vuelta, para que pueda pararse sobre sus pies?» ("Patas Arriba", Eduardo Galeano, 1998)…
Caracas, 22-07-2023
