Victimización y agresión imperialista

Titula CNN, léase bien: CNN, parte activa, integrante del complejo industrial militar imperialista en su vertiente mediática, afirma: «Partido Comunista de Venezuela dice que Maduro asaltó su junta directiva», esta nota del medio imperialista es de reciente data: 12 de agosto 2023 y forma parte de una intensa y feroz campaña del medio para agredir a Venezuela; en especial, su Presidente Constitucional y particularmente, su principal y mayoritario partido político, léase: el PSUV. Continua el medio, citando textualmente lo siguiente: «Este sábado, los sitios oficiales del partido en redes sociales calificaron esa acción como un asalto de parte del gobierno del presidente Nicolás Maduro». Seguidamente, dicho medio cita que: «la junta directiva nombrada por el fallo judicial está "compuesta por mercenarios al servicio de la cúpula que dirige el Partido Socialista Unido de Venezuela"». En el mismo comunicado, CNN manifiesta que: «esta acción crea un grave precedente en la historia política y jurídica del país» y deja al «descubierto el carácter autoritario, antidemocrático y reaccionario del gobierno». ¡Donald Trump, no lo habría dicho mejor! Busca CNN, reforzar la matriz imperialista de agresión a Venezuela por ser, según CNN: un «régimen autoritario» y «no democrático», que dio pie a Washington para justificar la declaratoria de Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de los EEUU, por la Administración Obama-Biden; después de lo cual, se concretó en 927 medidas coercitivas unilaterales, alias sanciones; el bloqueo de la nación pacifista, el robo de sus activos en el exterior, en fin, la mayor agresión imperialista que haya sufrido la nación de Simón Bolívar, en toda su historia. Por eso, te preguntamos ciudadano y ciudadana del mundo que nos lees: ¿A qué intereses, responde la política del Partido Comunista de Venezuela?

Y continúa CNN, afirmando: «El Partido Comunista argumenta que admitir y decidir un recurso de amparo, promovido de manera extemporánea por un grupo de ciudadanos que no militan en sus filas y quienes no cuentan con cualidad jurídica, viola tanto la ley orgánica como la constitucional», vaya veracidad, la del medio. Cómo harían para certificar, que el grupo de ciudadanos que introdujeron dicho recurso: «no eran militantes del PCV»? El 22 de agosto pasado, el PCV anuncia una nueva matriz de opinión, cuyo origen proviene de la misma CNN, dicen ahora por su medio partidista, llámese: Tribuna Popular, y titulan: «TSJ negó derecho a la defensa al Partido Comunista de Venezuela». Afirmación para nada original, pues la misma CNN, lo había dicho antes. Pero, como toda mentira tiene pies cortos, en la misma nota del 22 de agosto, se desmienten al afirmar: «Decenas de partidos comunistas y obreros del mundo han emitido pronunciamientos de rechazo a la maniobra judicial orquestada por la cúpula del PSUV contra los comunistas venezolanos». Cómo es, que no hay derecho a la defensa y decenas de partidos, ya se han pronunciado en rechazo a una decisión que, para entonces, no había sido asumida por el TSJ. Por otra parte, cómo es que no se conoce lo que va a decidir el TSJ, pero el complejo mediático imperialista, ya ha emitido una opinión favorable a la cúpula del PCV, condenando al «rrrégimen autoritario de Nicolás Maduro». Así, se le ven las costuras a Washington y su visible apoyo al PCV. Extraño, no les parece. ¡No me defienda compadre, que me van a descubrir! El profesor Danielle Giglioli, en su ensayo: «Crítica de la víctima», señala que el «victimismo» se ha instalado en nuestra cultura como forma de manipulación. «La víctima, es el nuevo héroe de nuestro tiempo», señala. Presentarse como el afectado, con tonos sentimentaloides incluidos, está bien visto por algunos. Tanto, que hasta Washington lo utiliza a favor de su campaña de agresión contra la República Bolivariana de Venezuela. Con ello, justifican las medidas coercitivas unilaterales (927 en total), el bloqueo y persecución imperialista, también toda la agresión y brutalidad de dicho régimen imperialista contra el pueblo, Gobierno e instituciones Bolivarianas. Por eso, la pertinencia de la pregunta: sino es a Venezuela, a qué intereses defiende el PCV?

En política, quienes se victimizan quejándose de su situación, no buscan compasión sino aliados que les resuelvan sus problemas. «Hay que cuidarse de algunas víctimas porque son muy peligrosas», advierte el filósofo Bert Hellinger. La victimización, es un atajo a la impunidad; un salvoconducto para situarse al margen de la ley, eludiendo responsabilidades. Como señala Hellinger, la victimización es un cáncer para las democracias. Además de los medios del complejo industrial-militar-mediático imperialista occidental, hoy aparecen defendiendo al PCV algunas caras conocidas para el pueblo venezolano, como es el caso del prófugo de la justicia y destructor de PDVSA, además de protegido de Washington: Rafael Ramírez. Miles de millones de dólares, los suficientes para cancelar la nómina de la Administración Pública durante dos o tres meses, es el monto estimado de lo hurtado de Pdvsa por el pillo Rafael Ramírez, que bien pudiera darse las manos por la cuantía de lo robado, con ese otro gran pillo de los dineros públicos, hijo putativo de Donald Trump, mentado como el autoproclamado: Juan Gerardo Guaidó Márquez, ambos, protegidos por el repudio general que surge desde las entrañas del pueblo venezolano, esto debido al enorme daño que han causado.

Pues bien, lo que se inició como parte de una campaña electoral, coordinada y dirigida por la CIA, a favor de su candidato Henrique Capriles Radonski, una vez derrotado éste y haber convocado a la violencia, provocar el asesinato de 11 venezolanos y venezolanas, se transformó –con la llegada de Donald Trump al gobierno- en una campaña de guerra y procura del cambio de régimen, en la que toda la oposición y cierta izquierda, -oportunistamente- se anotó a ganador. Los principios, fueron dejados de lado y quien hasta hace muy poco tiempo, eran sus aliados históricos, ahora que se han visto como debilitados por la andanada de medidas coercitiva unilaterales, mal llamadas «sanciones» de Washington; amenazas de invasión militar, bloqueo marítimo y puesta de precio a la cabeza de los principales líderes de la Revolución Bolivariana, como es el caso del Presidente Nicolás Maduro y del vicepresidente del Psuv, Diosdado Cabello, ni un solo gesto de solidaridad les manifiestan. Huyen despavoridos ante la campaña de terror imperialista, contra todo aquello que se llame: Revolución Bolivariana. Campaña, cuyos resultados llevaron a más de uno a plantar tienda aparte, y sacarle el cuerpo a todo lo que oliera a revolución. Un ejemplo de ello, lo es, el mismísimo PCV, que abandonó su apoyo al PSUV y se inventó las mil y una de las excusas; con tal, de no verle la cara a quien se suponía fuera su aliado en algunos momentos de su historia. Esto, mientras el miedo al imperialismo, fue tanto, que hasta con ojos de amor comenzó a ver al imperialismo la Tribuna Popular. Todo el andamiaje imperial, se le abrió de par en par para que entrara el PCV por la puerta grande a CNN, The New York Times, Voz de América, entre otros medios de la derecha imperialista. Quienes de inmediato, tacharon de «dictador» al Presidente Nicolás Maduro, a quien colocaron como la reencarnación viva de José Stalin.

En fin, la agresión a Venezuela, encontraba el justificativo perfecto para una guerra que hasta el mismísimo Trump, llegó a planteársela como posible; solo que, en el pentágono los cálculos eran otros pues la extraordinaria conducción del Alto Mando de la Revolución, el sistema de alianzas multinacionales que había construido el Comandante Chávez en vida, reforzado y ampliado por Nicolás Maduro; el sistema de armas rusas, la ampliación y multiplicación de la milicia nacional bolivariana y su incorporación plena a la FANB. Acciones todas éstas, que causaron la disuasión efectiva del complejo industrial-militar del imperialismo, obligando al mismísimo Trump a decidirse por acciones militares tercerizadas, con actores del narcotráfico colombiano, bandas criminales y del gobierno de Iván Duque, en vez de una invasión militar de los mariners. Ejemplo de ello, fue la frustrada incursión paramilitar por Macuto, de inicios de mayo 2020. «Pretendieron realizar una invasión por vía marítima, un grupo de mercenarios terroristas provenientes de Colombia con el objetivo de atentar contra la vida de líderes del gobierno revolucionario y generar caos en la población para derivar en un golpe de Estado, precisó el G/J Néstor Reverol el 03 de mayo 2020». La incursión, intentaron hacerla con lanchas rápidas y fue neutralizada por la acción inmediata de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana (FAES). En la operación, fueron abatidos algunos de los terroristas, mientras que otros fueron detenidos, asimismo, incautaron fusiles de asalto, reseñaron algunos medios ese día. Después, se supo la vinculación del autoproclamado con la banda paramilitar que intentó ingresar al país por Macuto. Dice, el contrato suscrito entre Juan Guaido y Donald Trump: «La Administración pagará el retenedor no reembolsable al Proveedor de Servicios por la cantidad de $1.500.000,00 (LTSD). (…) La Fase Inicial del Proyecto incluye un período de tiempo de 30 días para reenviar el despliegue de asesores de Proveedores de Servicios, equipos y comenzar a asesorar a militares venezolanos exiliados (en adelante, "Grupo Asociado"). (…) La Administración acuerda pagar al Proveedor de Servicios cada mes después de la finalización del Proyecto (La salida / eliminación del Régimen Venezolano vigente y la entrada / instalación del Gobierno Venezolano reconocido), un mínimo de $ 10.860.000,00 (USD), un promedio de $ 14.820.000,00 (USD) y un máximo de $ 16.456.000,00 (USD). Cualquier pago superior a $10.260.000,00 (USD) debe solicitarse y darse mediante órdenes de compra. (…) Después de la finalización del proyecto (La salida / eliminación del actual régimen venezolano y la entrada / instalación del gobierno venezolano reconocido), el proveedor de servicios, continuará los servicios de asesoramiento contra el terrorismo, las operaciones contra los estupefacientes y la recuperación de activos financieros venezolanos robados en todo el mundo durante la duración del plazo del acuerdo. (…) La fecha de entrada en vigencia de este Acuerdo de Servicios será la fecha en que se firma este acuerdo. La fecha de terminación de este acuerdo será de 15 meses (450 días) después de la finalización del proyecto (La salida / eliminación del actual régimen venezolano y la entrada / instalación del gobierno venezolano reconocido)». Firman por el autoproclamado: Sergio Vergara, Juan José Rendón y Miguel Retureta, y por la empresa: Silvercorp USA, Inc., Jordan Goudreau. Gedeón, como se le llamó a esa operación militar del imperialismo de EEUU contra Venezuela, en la que participaron 67 mercenarios, entre los que se incluyen dos ex boinas verdes. Al respecto, dice la sentencia del TSJ: «los ciudadanos supra identificados forman parte de un grupo de delincuencia organizada que se asociaron con la finalidad de realizar actos terroristas, atentando contra el orden democrático de la Nación, así como para la promoción de acciones tendentes a lograr la desestabilización y destrucción de las estructuras políticas fundamentales del país…»

Sobre el mar Caribe, un comando israelí se quedó en espera de la orden para desembarcar y prestar apoyo a la avanzada paramilitar en los buques de la IV Flota, bajo la dirección del Almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur de EEUU. Una alianza entre delincuentes, funcionarios del gobierno colombiano, paramilitares y narcotraficantes, tan solo comparable a la establecida por Elliot Abrams, en aquellos años 80 para derrocar la Revolución Sandinista. No poca cosa, derrotó nuestra FANB y PNB aquel día de comienzos de mayo de 2020. Y mientras la nación, pueblo venezolano, Gobierno Bolivariano, FANB y PNB hacía frente a este tipo de amenazas, el complejo mediático imperialista, continuaba sus agresiones politiqueras con el tema del PCV, por fortuna el pueblo, en su inmensa mayoría no se interesó para nada, así están de desvinculados de su realidad, tanto que para nada se ha escuchado de parte del PCV, alguna opinión o acción contra el bloqueo y las medias coercitivas o sanciones imperialistas. Decía Fidel: «El bloqueo no es eso de prohibir el comercio entre Estados Unidos y Cuba; el bloqueo es una guerra económica, es, además, una guerra política, todo, y promover el sabotaje, la subversión, es una guerra total en muchos campos […]» (Informe presentado al V Congreso del Partido Comunista de Cuba, el 8 de octubre de 1997. Granma, 20 de octubre de 1997, p.10). Esa realidad, que define Fidel –acertadamente- al Congreso del Partido Comunista Cubano, no es diferente de la realidad venezolana de los años que estamos transcurriendo actualmente, lo único diferente es que la narrativa que se creó desde la secretaría general del PCV, con la anuencia de Washington, es que el culpable y responsable del bloqueo a Venezuela, no es otro sino: Nicolás Maduro.

Para el secretario general saliente del PCV y su buró político, no hay guerra política, ni sabotaje, menos subversión y ni pensar en guerra total, en muchos campos. ¡El problema es Maduro! Esa, fue la línea política que les llegó desde Washington y a la cual se mantuvieron con total fidelidad, casi como una obsesión. No se equivocó Fidel, al afirmar: «[…] los más peligrosos contrarrevolucionarios son los contrarrevolucionarios sutiles, no los que se sitúan en una posición frontal, sino los que van utilizando todos los medios posibles para debilitar y para confundir […]» (Comparecencia de Fidel en el programa de TV de la Universidad Popular, en la clausura del II ciclo: "Defensa de Cuba […]". La Habana, 26 de junio de 1960). Y los hechos, confirman cuán certero, ha sido Fidel pues mientras el imperialismo ataca por todos los frentes a la Revolución Bolivariana; el PCV, agrede sutilmente a Venezuela, su Gobierno y su principal partido político: el PSUV, el partido de Chávez, que tanto odia la saliente cúpula podrida, que pretendió adueñarse de toda una historia en defensa de principios revolucionarios, que fueron echados al basurero de la historia para cobijarse tras el decadente complejo mediático imperialista y la derecha fascista, supuesta «nacional».

Con la intervención-recuperación del PCV, el TSJ pone un cese a la violación sistemática de los estatutos de dicha organización política; que los abandonó (desde 2016), en especial, su obligación de convocar los organismos de base del partido, convirtiendo los congresos del partido en verdaderos parapetos para complacer las decisiones de la cúpula del grupito de dirección, y que impedía a la militancia discutir y aprobar la línea política del partido. Nada fácil, la tarea que se le ha impuesto a Henry Parra, Sixto Rodríguez, Griseldys Herrera, Carlos Figueroa, Zoilo Aristegui. Joahan Coraspe y Robinson Carcía, como integrantes de la Directiva Ad Hoc, a los fines de garantizar los procesos electorales que garanticen los derechos a la participación política de los asociados y asociadas, en dicha organización política (PCV). Como corolario de todo este proceso de desviaciones, y puesta en venta -al imperialismo- de dicha organización política, solo resta recordar –nuevamente- a Fidel, cuando sentencia: «[…] los principios no deben sacrificarse jamás […]». (Discurso en el acto de masas en Parque Central de Nueva York. 24 de abril de 1950)…



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Henry Escalante


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