Despido el año ¡millonario! ¿y usted?

“Disfrutad de vuestra buena salud;

 sólo son jóvenes los que se encuentran bien”

Voltaire

 

“Sin salud, la vida no es vida: es un estado de tristeza

 y de imagen de la muerte”

Rabelais

 

Cada momento me preguntan, con mucha insistencia a medida que nos acercamos al fin de año ¿Cómo despides el año viejo? a todos les doy la misma respuesta ¡millonario! La mayoría se ríen esperando la explicación, pero los que cargan el odio encendido, como si fueran a prender una hoguera en una montaña para verla arder, hasta convertirse en cenizas, no esperan nada para ahogarse en la suspicacia y responden airados ¡Así, andan todos los chavistas! Pero al momento, no les queda otra, si no entrar en razonamiento y muchos participan en la aclaratoria, el cual me parece, que no puede ser otra y quien lo dude necesita una cierta dosis de tranquilizante, porque me refiero a la salud y cualquiera persona si goza de buena fortaleza física está rico, ya que, no hay mayor riqueza.

Por mi parte a los 74 años, creo tener buena salud sin dejar a un lado los achaques de viejo, pero además tengo una riqueza sumamente importante: mantengo la dignidad intacta y sigue creyendo en la humanidad del socialismo y nunca he dado marcha atrás, para venderle el alma al diablo por unos dólares, para después ahogarme en las justificaciones, como hacen muchos tratando de tapar lo que no pueden explicar, cuando empiezan a poseer grandes fortunas, porque nadie se hace rico de la noche a la mañana y menos en estos momentos, cuando los publicitados premios exageradamente millonarios de la lotería se han desaparecidos y en los caballos solamente los propietarios participan del festín y eso los conectados con las mafias de los Estados Unidos.

Pero siguiendo con el tema de la salud, ya que, si nos detenemos en el tema de la corrupción, podemos enumerar infinidades de ejemplos, como el de un señor en los tiempos de AD y COPEY, quien de golpe empezó a disfrutar de una escandalosa fortuna y la panza le creció, como lechón para navidad y cuando lo llevaron al médico le salieron los valores muy altos, menos el de la dignidad y la honestidad. Es tan difícil mantener la salud en cualquier época, porque se necesita tener conciencia y más en estos momentos, cuando el capitalismo ha desplegado todo su arsenal de mentiras a través de la publicidad, apoyándose en grandes figuras del deporte, para hacerle ver a los consumidores, beneficios, donde solamente están los problemas, como es la obesidad y muchos terminan en la lista de los diabéticos.

Lo más alarmante son las personas adictas a las bebidas supuestamente refrescantes y los conseguimos a diario y más, cuando ejercemos la difícil labor de crear conciencia en el consumo incontrolable de estos líquidos pintados y nos encontramos casos, que llaman poderosamente la atención, como el de un amigo, muy pasado de peso y un abdomen voluminoso, que no guarda simetría con las piernas y la cabeza, el cual me decía con cierta angustia y la voz muy pausada: “cuando no bebo uno de esos venenos, me pega tembladera, sudadera y desesperación, pero apenas me lo tomo se me pasa todo”  lo que deja ver, que sencillamente el amigo está atrapado por ese encanto seductor, que le produce grandes dividendos a los productores y a los utilizados para la promoción, así, tengan la única virtud de saber patear un balón o pegarle a una pelota de beisbol.

Despedimos el 2023, con conflictos bélicos, que el aparato mediático de los Estados Unidos, trata de callar por todos los medios, al ser precisamente los grandes incitadores y responsables a través de cuanto gobierno se instala en la Casa Blanca y por eso buscan a cualquier precio mantener su hegemonía, el cual va quedando en las caricaturas por la aparición de otros países empeñados de hacer de la vida un camino más placentero. Pero la otra violencia del capitalismo no la pueden esconder, ni siquiera con la cantidad de ciudades iluminadas sin estar en diciembre, desde hace mucho tiempo, el cual es un medio por demás hipnotizante al extremo, que a pesar de saberse, hasta el cansancio, los migrantes siguen empeñados en llegar “al sueño americano” para después vivir un verdadero calvario. 

El consumo de drogas, los tiroteos, la comida chatarra y cuanto líquido sacan al mercado, como una agua bendita y milagrosa ha convertido a los Estados Unidos en una sociedad enferma, de la que solamente se escapan los que toman conciencia en bien de la salud, pero la avalancha es tan grande, que parece algo imposible. De ti depende parte de tu salud, es un reto todos los días, antes la incitación, el cual aparece de manera directa, pero en algunos casos emplean la sutileza de manera subliminal, ya que, todo lo someten a sondeos a través de estudios en grandes laboratorios, hasta convertir a las personas en adictos a todo, lo que le reporta grandes dividendos, porque esa es la esencia del capitalismo salvaje sin importarle la salud de nadie y menos, cuando pisotean a países, con sus títeres protegidos gozando de buena salud.

 


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Narciso Torrealba


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