"Una mentira, como tal, es a su manera un testimonio"
Marc Bloch
Este sábado, estuve toda la mañana y parte de la tarde en un taller integrado por el padre, tres hijos y un amable vecino, pero a ninguno lo llaman por el nombre de pila, empezando por el papá, a quien todo el mundo lo conoce por el "brujo" y hasta la compañera de vida, lo llama por el apodo y no sé a qué viene el sobrenombre, pero parece un detector para encontrar las fallas en los carburadores. En ese hogar y sitio de trabajo, es una verdadera fiesta y el que llega, rápido se integra a la jodedera y hasta los momentos no he visto a nadie bravo, a pesar que el abuelo –el brujo– se mantiene en una permanente vigilancia hacia una nieta, quien después de llegar del colegio y un culto, empieza corretear en la calle en una bicicleta. Por lo demás, casi no se oye hablar de política y ni siquiera, cuando se va o cortan la electricidad.
A las doce en punto se produjo el silencio, cuando cortaron el fluido eléctrico y apenas se oyó la ama de casa lamentándose por no haber tomado las previsiones del caso, entre ellas poner a cargar el celular; los pocos que estaban en ese momento vieron el reloj de muñeca o el del móvil y casi al unísono exclamaron ¡A las 4 de la tarde vuelve! Pero ese momento no podía pasar, así, como un soplo de brisa, porque un señor, que venía de la calle muy acalorado impactado por el fuerte sol de esa hora del día, aprovechó el momento para referirse a la inhabilitación ya conocida y ratificada por TSJ en contra de María Corina Machado, la misma, que prácticamente entró en un silencio muy raro y cuando habla lo hace de una manera muy comedida, como para dar muestras de santidad, que ni siquiera el papa Francisco, se atreve a imitar.
Escuché con mucha atención al recién llegado y mientras hablaba sin ningún control y conocimiento de la inhabilitación se le iban saliendo tantos disparates, que por momentos traté de responderle, pero frené lo que me pareció una imprudencia y al darme cuenta, que se le habían agotado los argumentos, en medio del calor sofocante, la música suave y relajante de un aparato recargable, solté la misma estocada final del TSJ ¡Está inhabilitada y punto! El hombre me miró y calló, mientras dos de los presentes justificaron la decisión con un simple movimiento de cabeza. No se podía esperar nada distinto para esta dama, quien destila por los poros el odio más peligroso capaz de incendiar praderas y el entreguismo hacia el gobierno estadounidense no lo puede ocultar aunque trata de justificarlo con un cinismo puro propio de los anti patria.
Todos estos visibles enemigos del país se han ido turnando de acuerdo a sus aspiraciones presidenciales y desde el preciso momento, que, Capriles Radonski, se lanzó y fue derrotado por el comandante Chávez y luego por Nicolás Maduro, empezaron a utilizar las mayores salvajadas, tanto él, como el desfasado interino y autoproclamado por obra y gracia del gobierno de Donald Trump y ahora, María Corina Machado, quien terminó de echar al aire, todos sus arrebatos proyanquis, al pedir descaradamente un invasión y en el momento más angustioso para el país –la pandemia– medidas coercitivas, sanciones y un bloqueo y ahora al verse acorralado y presionada con una decisión inesperada para ella, pero dentro del estado de derecho de cualquier país las libertades son limitadas y en su caso, nada es más parecido a un genocidio, aunque, los simples deseos no empreñan, como repetía un ex presidente ya fallecido, quien desparramaba argumentos folklóricos para defenderse.
Al producirse la inhabilitación, lo triste y lamentable es la forma, como algunas personas repiten las mismas palabras de la inhabilitada, pero a la vez recargadas de falsedades, como si las mentiras son eternas. Ahora, el libreto utilizado para atacar despiadadamente a los venezolanos lo echaron al cesto de la basura, para centrarse en los acuerdos de Barbados y la propia castigada, si querer queriendo abre el compás de las contradicciones, porque solamente se refiere a su caso lanzando un cohete mojado y viejo reventando en sus propios pies: "El régimen decidió acabar con el acuerdo de Barbados" "Maduro y su sistema criminal escogieron el peor camino para ellos: unas elecciones fraudulentas". Le faltó a la hija de papá, pedirle ayuda al comando sur a Joe Biden y compañía, pero por nada del mundo se refiere a las noticias, confesadas, desde el mismo congreso estadounidense, entre otras, cuando crearon una estampida de migrantes, producto de las medidas criminales con el propósito de sacar a Maduro. Por favor María Corina, qué quieres que te hagamos un pedestal.