"La verdad ama la claridad"
Dicho
Los últimos chispazos en Colombia, para tratar de producir un incontrolable incendio, hasta llevar al país a una crisis institucional y de ahí a un golpe de estado, es el mismo libreto diseñado en la Casa Blanca y aplicado por la CIA en todos estos países latinoamericanos, desde el mismo momento, que los pueblos heroicos con la sangre de nuestros libertadores han sacado su espíritu indomable para borrar las dictaduras sanguinarias. Es bien sabido, que el imperialismo el gran y verdadero protector de los grandes capitales en el mundo, implementa y renueva sus métodos para seguir actuando. Ya no es la violencia por la vía de las armas, es taladrando la conciencia de los pobladores para presentarse con otras caretas e incluso en otros actores, totalmente pitiyanquis.
El nuevo mandatario: Gustavo Petro, sabe perfectamente el compromiso adquirido antes su pueblo y para eso ha empleado toda la diplomacia posible, ya que, antes un monstruo tan poderoso, como es cualquier gobierno de los Estados Unidos y de por sí tiene clavadas sus garras de manera muy profundas en todo el territorio colombiano, a pesar, que ahora poco se oye hablar de las 7 bases militares del imperialismo, pero nada de esto desaparece de la noche a la mañana y menos en estos momentos, cuando los pueblos buscan sacudirse del yugo colonizador representado en estos momentos por la administración de Joe Biden.
Todo gobierno, que no se arrodille a las poderosas botas del ejercito mercenario y sanguinario gringo, utilizado para someter a pueblos enteros, corre el riesgo de enfrentar todos los ademanes implementados por las oligarquías criollas, con el visto bueno y el asesoramiento con todos los adelantos del gran poder mediático a través de la tecnología, el cual vigila cualquier movimiento y para eso se asegura de contratar y utilizar piezas fácil de amaestrar, a tal punto, que lo de Colombia es tan parecido guardando las distancias al proceso bolivariano, donde buscan revertir los papeles a costa de lo que sea. Ya no son los enfrentamientos entre el gobierno venezolano y el colombiano incitados y planificados por el imperialismo, ahora son ataques directos a estos gobiernos de manera descarada.
Todo el que levanta la voz en contra del imperialismo, se consigue a verdaderos lacayos dispuestos a todo con tal de recibir, aunque sea halagos y palmaditas de su amo en el hombro. Parece increíble la forma, como emiten opiniones de manera alegre algunos sirvientes. La prueba más reciente la representa el presidente del Uruguay, Luis Lacalle Pou el mismo que repite para congraciarse con el imperialismo ¡En Venezuela hay una dictadura! a quien los apellidos casi le juegan una mala pasada: de Lacalle a lacayo cualquiera se equivoca y la traducción de la palabra Pou del francés al español: piojo, es como repetir una expresión propio de un amigo ¡Te bautizaron, como si se estaban viendo a Judas Iscariote!
Nada de esto es extraño y menos, cuando las circunstancias aprietan en el mundo capitalista, porque ahora, adquiere un inmenso valor una expresión muy popular ¡lo que es bueno para el pavo, es bueno para la pava! Ya que, se le puede aplicar en toda la extensión de la palabra a la podredumbre capitalista presente en su máxima expresión en cualquier rincón de los Estados Unidos, donde la droga y la prostitución no la pueden ocultar y es parte de la aplicación YOUTUBE para atraer a quienes hacen uso de las redes y los tales youtuberos aprovechan para meterse unos dólares. Quedó atrás, cuando el aparato propagandístico de los Estados Unidos, se daba un banquete entre verdades y mentiras atacando a Cuba, por las innegables calamidades producto de un bloqueo criminal, mientras ocultaban lo que pasaba en Colombia y Venezuela, bajo gobiernos serviles y leales. Ahora, cuando se invirtieron los papeles han volcado todo su arsenal de veneno en informaciones tergiversadas para seguir engañando. No les queda otra.
