El madurismo detiene a la señora Rocío San Miguel, la secuestran en Maiquetía y la desaparecen. El hecho, más allá de la violación flagrante de los elementales derechos humanos, de la Constitución y de la justicia, muestra tres elementos que marcan al gobierno. Primero, el desespero por detener, mediante el miedo, la amenaza, el malestar militar que amenaza con alimentar una Rebelión. Segundo, el agotamiento del gobierno, su pérdida de legitimidad y de legalidad manifiesta, la profunda crisis de gobernabilidad. Tercero el inmenso vacío de liderazgo político en el país. Después, el fiscal se retuerce intentando demostrar que aquello no fue un atropello, un exceso por cumplir las ordenes de la cúpula desesperada.
No pueden ocultar el malestar militar, tratan de distraerlos con ejercicios militares hacia Guyana, inventando enemigos, invasiones, planes golpistas. A pesar de todo el desasosiego, se sale por los poros, es inocultable y no se para con artificios.
Tiene el madurismo un problema mayor: traicionó el legado del Comandante y en ese afán desmanteló su obra material, liquidó a pdvsa, revirtió las empresas de propiedad social, se entregó a la lógica del capital, no se percataron que al entregarse al capitalismo, traicionar el Socialismo, también perdían la pasión popular que acompañaba a Chávez, la pasión que se desprende de la hermosa labor de fundar mundos nuevos, de la conciencia de pertenencia a la sociedad y a una causa altruista que le da sentido a la vida razones sagradas por las cuales vivir, luchar.
El gobierno de la costra madurista presenta hoy una brutal crisis de gobernabilidad, el gobierno se deshilacha, no hay jerarquía, línea de mando. Aparecen varios presidentes: el fiscal declara y actúa como un canciller, el canciller es sustituido en la práctica por alex saab, el presidente de la asamblea actúa como un presidente de la república paralelo, la vice se esfuerza por llenar el vacío que el presidente deja en los actos. Mientras tanto, el presidente propiamente dicho, permanece sentado, jugando al animador de programas de televisión, y diosdado, sigue jugando a la política farandulera en su programa. Esta rebatiña administrativa es señal inequívoca de la crisis de gobernabilidad.
Existe un profundo vacío de liderazgo en el país, y existe un profundo vacío de discurso, de proyecto, de plan. La derecha en todas sus versiones, presenta un plan capitalista, la llamada izquierda no se diferencia, sólo se limita como en el último siglo a la reivindicación económica y a un discurso vacuo. En lo político, tanto unos como otros no van más allá de proponer un regreso a la cuarta, a un neopacto de punto fijo.
Es de urgencia que aparezca una opción diferente del capitalismo, de la amenaza real de fascismo, de mileismo. Esa responsabilidad corresponde al chavismo auténtico, que comienza a organizarse, a moverse. Esas son buenas noticias, se deben apoyar esos esfuerzos.
Finalizamos este escrito cumpliendo un deber humanitario: pedimos la libertad de la señora Rocío San Miguel, lo hacemos no por afinidad ideológica, que no la tenemos, lo hacemos por el más elemental sentido humanista. Pedimos respeto a los derechos humanos, de Rocío y de todos los presos políticos. La calidad humana de un gobierno, de un movimiento político, se mide por el trato a sus adversarios, el respeto de los derechos humanos de los adversarios no debe dejar dudas, ni ser ocultados, tras una regorgalla jurídica.
¡CHÁVEZ HUMANISMO!