Por supuesto que sí. Veámoslo con detenimiento, pues Juan González, de aquí en adelante solo Juan, se apareció de improviso en nuestro país con una misión que nunca se supo con claridad cuál era, pero parece que era para calmar algunos ímpetus de la derecha que todo lo tergiversa, no como nosotros. Así que el máximo negociador que tenemos se ve en la imperiosa necesidad de reunirse con Juan y su equipo en algún sitio que ni Tal Cual supo donde fue. Pero se reunieron.
En esa reunión no anunciada, los Estados Unidos esperaban encontrar el camino más fácil para torcerle el brazo a Venezuela y que esta permitiera se adelantaran las acciones que la derecha maltrecha nacional quería ejecutar, entre ellas cosas que para el momento no se sabían como eran, por supuesto, el asesinato de sus dirigentes, una nueva campaña admirable pero terrorista que saliendo del Táchira partiera al gobierno en dos y se instalaran los representantes de Estados Unidos nuevamente en el poder, porque no ven otro modo para llegar a él.
Bueno, todo iba de acuerdo a lo pensado por ellos cuando en un momento por razones que la seguridad norteamericana esta todavía investigando quedaron solos en el amplio salón, supongo que era amplio, Jorge Rodríguez y Juan González, dos hombres negociadores como no pare otra madre, que se traban en tremenda discusión política, teórica, filosófica, chavista, por un lapso aproximado de una hora en la cual la intensidad de los argumentos no podía ser oída por los otros participantes que no pudieron incorporarse. Lo cierto es que Jorge comenzó a dominar aquella discusión, que se convirtió en conversación y después en consulta. La voz de Juan ya no se oyó, mientras Jorge razonaba y elaboraba nuevos argumentos.
Todos los agentes del imperialismo, curtidos en eso de masacrar pueblos y torturar niños y niñas, esperaban expectantes afuera y cuando se abren las puertas salen Jorge y Juan como muy amistosos y el shock llega cuando Juan le dice a Jorge Rodríguez, !hasta la vista¡ ! la lucha sigue¡. Jorge no respondió por prudencia y se fue de aquel sitio.
Después fue la noticia que Juan González el líder de las negociaciones con Venezuela por los Estados Unidos y asesor para el Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad de la Casa Blanca había sido removido de su cargo. Parece que Biden no pudo soportar que llegara a una reunión con una vieja gorra que decía "10 millones por el buche".
Quien esto escribe piensa que Jorge Rodríguez podía por lo menos ofrecerle asilo a Juan en nuestro país, que vamos a hacer.