Mi palabra

Después de Chávez, hasta el azúcar la hacen sentir muy amarga

"El que por mentiroso es tenido,

aunque diga verdad no es creído".

Refrán

Nadie se imaginaba al PCV y su presumido secretario general, quien por cierto llegó a ese importante cargo, como en una elección realizada metiendo la mano en una marusa y al sacar el cartoncito anunciando el favorecido se quedó en el coroto y después para mantenerse medianamente en la opinión pública, no le queda otra, si no hacer las del propio payaso; ya que, coincidir con el imperialismo, la derecha venezolana y coquetear con la inhabilitada candidatura de María Corina Machado, es para utilizar una expresión con el rostro cariacontecido de un auténtico revolucionario, hasta la muerte: Juan León Bazán ¡A negrito para faramallero y zalamero!

La voz del PCV, Óscar Figuera, anda en la misma corriente, tratar de partir el proceso bolivariano en el antes y después del comandante Chávez y el momento se le presenta, como, cuando hace un candente sol y se oye ¡está bueno para lavar ropa! Ya que, se cumplen 11 años de la siembra del padre de este proceso político y al dejar en la conciencia del pueblo venezolano a su sucesor el aguerrido y firme combatiente: Nicolás Maduro Moros, se desataron las tempestades dirigidas, como siempre por el imperialismo, haciendo sentir la misma azúcar, como muy amarga y para eso se encargan sus peones.

Las últimas opiniones y declaraciones de este secretario, casi vitalicio del PCV, no sé por qué se me vienen pareciendo a los escritos de otro Óscar, el de apellido Heck, quien, ahora le ha dado por repetir, que él empezó escribiendo en defensa del mandato del comandante Chávez, pero ahora no le queda otra si no arremeter en contra de Maduro ¡te lo voy a creer para que no te pongas bravo! Es el mismo libreto repetido una y mil veces, empezando por el secretario de la OEA, la UE y cuanto grupito se aparece haciendo bulla, cuando se acerca una elección y el imperialismo ahí, en algunos casos agazapado, pero la mayoría de las veces sin esconder la daga.

Todo parece indicar, que agarraron a Nicolás Maduro y lo metieron en un corral, como esos niños inquietos y traviesos y cuando se dieron cuenta había destrozado todo. Para estos críticos acérrimos, no ha existido bloqueo, ni medidas coercitivas, sanciones, ni nada parecido. El pequeño viraje del gobierno de Joe Biden, es porque se les ocurrió frenar intempestivamente para ver lo que ocurría. Todas las amenazas de Donald Trump y el pedimento desesperado de una invasión para que les entregaran el poder a costa de lo fuera por parte de María Corina, son inventos o libretos para una película. ¡Hágame el favor!

Lo único que falta por dilucidar ¿Quién es más mentiroso entre el imperialismo y la oposición? O la razón de la aparente contradicción entre el gobierno de los Estados Unidos y sus títeres, con todos sus nuevos agregados, ya que, los propios voceros del "sueño americano" sueltan, cuando les conviene el daño en la economía venezolana, cuando arreciaron los ataques despiadados en el momento de la pandemia del Covid-19, pero la oposición dice otra cosa. Ahora, estamos en presencia del gran poder mediático al servicio del gobierno de los Estados Unidos, utilizando a todo el que se presta para arremeter contra el gobierno venezolano, sin importarle las verdaderas causas por el cual la situación económica de los venezolanos se fue a pique. Son los propios Óscar Heck, lanzando peste contra Maduro, esperando halagos del amo. Mayor hipocresía, ni en las desaparecidas telenovelas.



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Narciso Torrealba


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