"La maldad no necesita razones,
le basta con un pretexto"
Goethe
El momento inquietante y acelerado de la humanidad parece imposible por detener. La tecnología avanza y en la mayoría de los casos sus aplicaciones van creando episodios desconcertantes y cada paso es más que suficiente para entender los intereses de clase, ya que, se pueden presentar en los momentos más confusos, pero siempre deja las huellas por donde se quieren filtrar los interesados para seguir buscando los mecanismos para frenar los avances de un mundo cambiante y totalmente decidido a derribar las barreras creadas a través de la historia por cuanto gobierno llega a la Casa Blanca, sin moral, pero con todo el poder de los dólares.
El papa Francisco alerto sobre los vientos de guerra, que soplan con tanta intensidad a medida, que el imperialismo es desenmascarado en sus pretensiones de seguir solventando sus principales problemas, con los recursos arrebatados por las diferentes vías a los países, al cual han sometido por la fuerza apoyándose en el entreguismo de sus representantes y cuando estos pueblos han despertado, al instante comienza un ataque despiadado a través de una verborrea preparada en los laboratorios mediáticos, el cual han convertido en un verdadero ejército; la guerra moderna, como han calificado.
Llegó el comandante Chávez y empezó la vigilancia y acoso del imperialismo utilizando a la desvergonzada oposición, como el corretaje para implementar su planificación y con el presidente Maduro, ya no consiguen qué hacer. Todo va dirigido directamente a la mente de los venezolanos, al estilo de los mensajes nazis; se basan en las mentiras en muchos casos repetidas sin darle tiempo de pensar a los receptores, con el único objetivo: a la hora de cualquier proceso electoral, se apoyan en los resultados obtenidos por medio del acoso, el bloqueo y todas las sanciones con la única justificación: haberse revelado antes el poder hegemónico de cualquier gobierno de los Estados Unidos.
Son tan descarados en la injerencia, que no pasa un día en lanzar cualquier amenaza de volver aplicar las sanciones y cuando no recurren a ese método, entonces aparece una María Corina o el propio Javier Milei, el mayor adefesio electo en país alguno, con todo su cargamento de paja, queriendo dársela de un nuevo Hitler, como si todo lo implementado en los últimos años por el imperialismo con cuanto payaso preparan y después del fracaso lo recogen para protegerlo en su misma cuna, tiene reemplazo. Lamentablemente vienen apareciendo del mismo lado de la izquierda personajes, que, por desconocimiento de los estatutos de CNE, opinan sin saber, como cualquier opositor para terminar en la cola de los peones del gobierno estadounidense.
Sin embargo, por la investidura de algunos personajes emergentes unos suenan más que otros y al opinar parecieran aliados incondicionales de la inhabilitada, como es el caso del señor Gustavo Petro presidente de Colombia, quien en su última intervención en la muy publicitada decisión de TSJ al castigar por 15 años, a quien pidió una invasión por todo el cañón. Ahora se le acaba de salir un nuevo paso del culipandeo al calificar esta decisión como "un golpe antidemocrático" pero me da la ligera impresión, que va dirigida principalmente al oído del gobierno de los EE. UU, como buscando que lo empiecen a ver de otra manera y no de un hombre, que se jugó el pellejo en la guerrilla desafiando al ejército colombiano entrenado por los mercenarios yanquis.
De aquí al 28 de julio se va incrementar el acoso, contra el gobierno venezolano y en ese periodo de tiempo se va a saber la verdadera reacción en medio de la desesperación del imperialismo y la inhabilitada, pero además es importante que el presidente Gustavo Petro se informe de manera detallada el por qué, María Corina fue inhabilitada de participar en el proceso electoral venezolano y cuando pretendió utilizar una emergente, como si estaba en un juego de beisbol, entonces le leyeron la cartilla por la serie de faltas a la hora de inscribir la candidatura. Pero hay más en la posición asumida por el señor Petro –lo más preocupante– porque ha demostrado sufrir de amnesia a la hora de opinar, ya que, ha entrada en una etapa en la cual la semejanza con Iván Duque, está asombrando a más de uno y ya veremos, como se comporta, cuando el imperialismo nuevamente meta las manos para enturbiar las aguas colombianas.