"Los volanteros y pega afiches son más importantes que las propuestas programáticas".
La época de las elecciones abre oportunidades para el "Debare Presidencial", para fortalecer una cultura y abrir oportunidades para renovaciones que cada vez se hacen más apremiantes.
La vinculación afectiva que despertaron los partidos políticos por la libertad y la democracia se cambiaron por la vinculación al partido por utilitarismo e interés: los vinculos afectivos han sido neutralizados en buena medida por el clientelismo.
Es evidente que los partidos políticos tienen el reto fundamental de volver a ganarse el afecto de la sociedad.
Las organizaciones políticas ya no son portaviones capaces de colocar a cualquier persona como candidato en cualquier instante para asegurarle una cantidad de votos.
El liderazgo esta ahora personalizado y en este sentido, el liderazgo creible, es acompañado de programáticas claras.
En las venideras elecciones presidenciales del 28j. saldrá triunfante el liderazgo con visión de estado que sepa con presición para qué quiere el poder.
Esta es una lucha sorda y silente, pero paradógicamente, los volanteros y pega afiches pasaron van a ser más importantes que las propuestas ideológicas y programáticas.
Una vez iniciado el período de campaña electoral, persiste en la gente un rechazo a los planteamientos electorales con una actitud muy cercana a la frustración política.
De allí, que el común de las personas considera que su rechazo significa eliminar de su acción cívica toda referencia ante la responsabilidad de la conducción y organización del país, del estado y de la ciudad.
De tal manera, que el presente escenario electoral presenta serias dificultades que pudieran facilitar en la práctica el ascenso a roles protagónicos de los candidatos menos idóneos.
Por eso, hay que votar por gente capaz de ofrecer canales de participación ante candidaturas sumergidas bajo de la asfixia de decisiones cupulares, mezquinas y realizadas sin sentido histórico.
En definitiva, hay que votar por un nuevo liderazgo capaz de canalizar las fuerzas tendientes a recuperar el sentido ético de la política y expresar la esperanza en candidatos honestos, trabajadores y solidarios. Estén donde estén esos candidatos hay que votar por nombres y apellidos.
De allí, nuevamente, propongo a los distintos candidatos presidenciales someterse al Debate Presidencial.
Como también someterse, no solo a un exámen psiquiátrico, sino al exámen antidiping. Como también, deberían publicar su constancia de antecedentes penales.
Amigo votante, estoy seguro que de ser aplicable el exámen propuesto sin muchos los que resultarían con bajo coeficiente intelectual y falta de cultura. Sin hablar de la abismal falta de moral de muchos. Cuida tu voto.