Cuando se creía que había llegado al fin de la historia, que después del capitalismo no había nada, luego de que los intentos por superarlo habían fracasado y la esperanza se perdía en la resignación de líderes y pueblos surgió el Comandante Chávez: donde menos se esperaba, cuando menos se esperaba; en un país rentista, con poca clase obrera, subdesarrollado.
Y Venezuela, como vaticinó el Che en la ONU, echó a andar con paso de gigante, hacia la superación del capitalismo, la construcción de una sociedad sin explotados ni explotadores, hacia una sociedad verdaderamente humana, "con todos por el bien de todos".
La osadía la pagó cara, con su vida.
Ahora pretenden asesinarlo nuevamente, junto a su cadáver enterrar también su legado, su pensamiento, su recuerdo. Contra Chávez se confabularon todos los capitalistas, los de afuera, asumidos y los de adentro agazapados. Y pasó lo que están acostumbrado a hacer los dominantes con los líderes que lo cuestionan, borrarlos, deformarlos, olvidarlos.
Contra Chávez, su pensamiento, actúan en perfecta combinación los maduristas y los mariacorinos. Los maduristas se apropian de la imagen del Comandante, para hacer todo lo contrario de su pensamiento, para impulsar al capitalismo, entregarse de manera burda a fedecámaras, que los ovaciona. Necesitan la imagen, la idea de ser continuidad de Chávez para engañar y estafar a la masa; en esa unión cargan sobre Chávez, sobre el Socialismo, todo el desprestigio de su gestión de gobierno, la peor en siglos. A los mariacorinos les interesa esa continuidad de Chávez con el madurismo, así es más fácil luchar contra Chávez.
Las dos corrientes capitalistas, en la práctica, se unen contra el legado de Chávez, de allí la consigna común de ¡25 años de chavismo! A los dos bandos, por diferentes razones, todas malas, le conviene la consigna. De esta manera el capitalismo obtiene un triunfo, Chávez sale perdiendo.
El deber de los chavistas, una de las tareas principales, es demostrar que chavismo y madurismo no son lo mismo; que madurismo no es chavista, es su contrario, traicionó al legado del Comandante. Eso es evidente, es suficiente ver el contento de fedecámaras en esa gestión, y es innegable también que los mariacorinos no atacan la esencia de la gestión económica, sus discrepancias son en la forma, una pelea llena de frases efectistas, de gallos, de acusaciones vacías, sin ir al fondo, sin cuestionar el grueso de las políticas, porque en eso coinciden, los dos son capitalistas. No se ve el Socialismo por ninguna parte, al contrario, el capitalismo ha avanzado con el madurismo, y el Socialismo ha retrocedido.
Imaginemos por un momento, ¿qué haría Chávez si volviera?, ¿cómo le explicarían esta gestión? El desastre que hicieron con la organización social, con la economía, la entrega del salario, de las prestaciones, la muerte de la educación, de la salud. La ruina del PSUV, otrora el instrumento para la construcción del Socialismo, convertido en una mala copia de acción democrática. Saber cuál sería la respuesta de Chávez, no necesita mucha imaginación, sólo voltear un poco para la historia, y encontrarse con el MBR200, con los COMACATES, con la dignidad del 4 de febrero.
¡CHÁVEZ, VIVE!