Si vamos a identificar prioridades entre los problemas que se presentan en la actualidad en el país y cuya solución debe reflejarse en las acciones que tomará el gobierno de Maduro a partir del 29 de julio, aunque uno quisiera que pudiera señalarse solo uno que descolle por sobre los demás, es necesario establecer algunos criterios de selección de acuerdo a variables centrales en la dinámica del país.
En el aspecto político externo el principal problema que tiene Venezuela es el ataque constante de los Estados Unidos y otros países que impide el desarrollo económico, industrial, comercial, institucional normal del país. Este problema político lo genera sin duda el modelo socialista venezolano que el país quiere transitar y que representa una contradicción directa con el capitalismo global que no ahorra medidas coercitivas para impedir su desarrollo. Resolver esta problemática es fundamental para un limitar los impactos tremendos que esos países generan contra nosotros.
Una línea que podría trabajarse con las potencias externas es hacerles entender que es posible encontrar con ellas una política de neutralidad que impida los ataques que hacen los países europeos contra nuestro país, sin que haya razones claras para ello, excepto la presión que ejerce los Estados Unidos para alinearlos con su posición política imperialista.
Es necesario por lo tanto dedicar las mejores energías personales, políticas e institucionales para resolver esta situación que siempre pone en riesgo de una manera u otra, como la diferencia con Guyana, la integridad territorial de Venezuela.
En la política interna tiene Venezuela ante sí una doble tarea, por una parte lograr y mantener un acercamiento o respeto a sus posiciones de una parte de los grupos sociales que lo adversan y aún más lo reniegan, de tal manera de disminuir las contradicciones que pueden haberse generado, tal como se está haciendo hoy, y por la otra imponer su ley a la derecha más extrema que lo abomina, hasta lograr un control por lo menos táctico de sus acciones, cuando sabemos que los fascistas nunca serán de confiar.
En lo económico la tarea que significa darle solución a los problemas que se presentan es de índole histórico, por una parte porque la permanencia del gobierno en los niveles de poder se debe, a que el pueblo trabajador confía en que podrá hacer efectiva lo que es la posición de vida de los revolucionarios, como es que el socialismo está en capacidad de solucionar los problemas que crea el capitalismo que lo mantiene estructuralmente en una desmesurada pobreza material y marginación política y social.
Necesita para ello no tanto el tiempo sino convocar a las mejores mentes y voluntades revolucionarias y progresistas para crear un esquema creíble que resuma y sintetice todas las propuestas socialistas, distintas a las capitalistas, que permita construir programas y políticas socialistas de trabajo dirigidos a solucionar problemas locales, regionales y nacionales, claramente inabordables por métodos capitalistas o con una solución de muy escasa cobertura, los que reforzarían los programas que adelanta el gobierno nacional.
Es por lo tanto imprescindible revalorizar y proyectar la idea y la práctica de las empresas del estado, por ser la organización más a la mano que se tiene y es perfectamente comprensible por la población, para impulsar el desarrollo económico, superando la propaganda negra que sobre ellas han lanzado las grandes empresas capitalistas norteamericanas y los gobiernos de derecha europeo, por ser claramente una opción de desarrollo para todos los países. Hay que impulsar la creación de muchas empresas del estados, dependientes o impulsadas por los gobierno regionales y nacional, estimulando la producción, el consumo, el empleo y la creación de riqueza en todo el país, con la certeza que se obtendrán resultados inmensos y beneficiosos para el país y su proceso político que nos llevara a salir del atraso y de la pobreza.
Claro para hacer realidad estos planteamientos es necesario abordar otro gran problema como es la falta de seguimiento, evaluación, control y rectificación periódica en cada una de las instituciones del estado y en los procesos en los cuales este participa. De no hacerse prioritariamente seguiremos arando en el mar, colocando a personas sin evaluar sus credenciales personales, sociales y políticas y que a los pocos meses van a colorear las páginas rojas de los medios de comunicación.
En su nuevo gobierno Maduro y el equipo de revolucionarios que lo acompañan deben presentar también un fortalecimiento del cambio en la gestión socialista que seguramente los mantendrá más cerca del pueblo y de sus preocupaciones.
Oscar Rodríguez E. 23 de julio de 2024