El diario de Oscar Heck – el 1 de agosto del 2024

Estos últimos días han sido agotadores, no solo para mí, sino para todas las personas que conozco aquí en La Guaira y en todas partes del país, y también para los venezolanos y las venezolanas viviendo en el exterior preocupados por sus familiares.

Hoy es jueves, y las elecciones fueron el domingo, ya van 5 días de angustia, incertidumbre, y miedo colectivo.

Sí señor.

El día lunes, el día después de las elecciones, las cuales fueron para la mayoría de los venezolanos y las venezolanas un monumental fraude (ver más abajo por qué), yo no vi a ningún madurista celebrando en las calles, a nadie.

Entonces, me pregunté:

¿Por qué los maduristas no salieron a celebrar si fueron ellos quienes supuestamente ganaron las elecciones?

Bueno …

Para mí fue porque saben que perdieron, eso es todo.

Pero …

Lo que yo sí vi …

En carne propia y vía WhatsApp, fue centenares de miles de personas a nivel nacional que salieron a las calles el lunes, martes y miércoles para manifestar su tremendo descontento y acumulada rabia en contra del actual presidente de Venezuela y en contra del evidente fraude electoral, ¿pero, por qué digo evidente fraude?, bueno, porque creo que todos conocemos directamente o indirectamente a alguien que trabajó en las mesas electorales como testigo, operador de máquina, y cosas así, y creo que todos estuvimos directamente o indirectamente al tanto de las cifras reales (o parciales) del conteo de los votos en nuestros respectivos centros de votación entre las 9 PM y la media noche del domingo, y, evidentemente, el actual presidente de Venezuela perdió, y, además, perdió de manera abrumadora y a nivel nacional (por ejemplo, yo recibí cifras de 5 centros de votación de aquí de La Guaira y de diferentes partes del país, y otras personas me dijeron que sus resultados eran parecidos; alrededor de 30% para el actual presidente de Venezuela y 70% para Edmundo-María Corina Machado).

De todas maneras …

Con o sin esas cifras …

En la madrugada del lunes, a 6 minutos pasado la media noche, el CNE declaró que el actual presidente de Venezuela ganó las elecciones con 51,2% de los votos, pero, lo que el CNE no dijo, y lo que los maduristas de manera muy conveniente tampoco mencionan, es que el Estado venezolano impidió a unos 4.000.000 o 5.000.000 de venezolanos y venezolanas de votar, o sea, las elecciones no fueron universales como lo exige nuestra Constitución (ver más abajo).

Esos 4.000.000 o 5.000.000 de votos --- los votos de los venezolanos y las venezolanas que viven en el extranjero --- habrían probablemente sido votos en contra del actual presidente de Venezuela, lo cual habría sellado su derrota, no su victoria como lo declaró el CNE.

O sea, aunque el porcentaje (51,2% ) emitido por el CNE fuese real o fraudulento, aun así, existió un tremendo fraude electoral, ¿por qué?, bueno, porque todos los venezolanos y las venezolanas mayores de edad, sin importar dónde vivieran sobre este planeta, tienen el derecho Constitucional de votar, y es la obligación del Estado venezolano de asegurar que puedan votar, pero, el hecho es que no pudieron votar porque el Estado venezolano (el CNE principalmente) no lo aseguró, y eso es --- fundamentalmente --- fraude electoral cometido por el Estado venezolano contra su propio pueblo.

Nuestra Constitución dice lo siguiente:

Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.

Artículo 63. El sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas. La ley garantizará el principio de la personalización del sufragio y la representación proporcional.

Artículo 293. El Poder Electoral [el CNE] tienen por funciones:

5. La organización, administración, dirección y vigilancia de todos los actos relativos a la elección de los cargos de representación popular de los poderes públicos, así como de los referendos.

10. Las demás que determine la ley. Los órganos del Poder Electoral garantizarán la igualdad, confiabilidad, imparcialidad, transparencia y eficiencia de los procesos electorales, así como la aplicación de la personalización del sufragio y la representación proporcional.

Artículo 228. La elección del Presidente o Presidenta de la República se hará por votación universal, directa y secreta, en conformidad con la ley. Se proclamará electo o electa el candidato o la candidata que hubiere obtenido la mayoría de votos válidos.

Ahora …

En base a estos Artículos, y especialmente cuando mencionan elecciones universales, un debe suponer que, legalmente, todo venezolano o venezolana mayor de edad que tenga una cédula (vigente o no) para demostrar su ciudadanía, tendría el derecho de votar.

¿Verdad?

Wikipedia dice lo siguiente sobre el sufragio universal:

En la actualidad, a nivel internacional los únicos límites aceptados al sufragio universal son la necesidad de tener la nacionalidad del estado y una edad mínima para votar.

Es más …

De acuerdo con nuestra Constitución, El Poder Electoral (el CNE) tiene por funciones la organización, administración, dirección y vigilancia de todos los actos relativos a las elecciones y es responsable de GARANTIZAR la igualdad, confiabilidad, imparcialidad, transparencia y eficiencia de los procesos electorales, así como la aplicación de la PERSONALIZACIÓN del sufragio, lo cual implicaría que el CNE estaría obligado a garantizar que todo venezolano y venezolana mayor de edad pueda votar.

¿O no?

Ven, las elecciones del domingo pasado jamás debieron haberse llevado a cabo a exclusión de los venezolanos y las venezolanas que viven en el exterior, o sea, ANTES de fijar una fecha para la votación, el CNE debió primero y ante todo montar todos los mecanismos para GARANTIZAR que los venezolanos y las venezolanas viviendo en el exterior puedan votar.

Pero, no lo hi.

Lo que el CNE hizo, fue de deliberadamente --- y probablemente ilegalmente --- excluir del sufragio a una parte importante de la ciudadanía, y digo, deliberada, porque con suficiente tiempo de adelanto, el CNE ciertamente habría podido montar todos los mecanismos para garantizar que estas elecciones presidenciales fueran de verdad universales.

¿No creen?

O sea …

No existe absolutamente ninguna excusa por haber excluido esos 4.000.000 o 5.000.000 de votantes de estas elecciones.

Pregunto entonces:

¿Por qué el CNE no le exigió al Estado venezolano 5 o 6 meses más de preparación para montar esas elecciones como debe ser, para que sean universales, igualitarias, así como exige nuestra Constitución?

¿Qué les impidió de exigir eso?

¿La falta de dinero para montar la logística para asegurarse de tener las mesas de votación operativas en el exterior?

Lo dudo.

¿Entonces?

¿Será por eso que adelantaron la fecha de estas elecciones al mes de julio en vez de hacerlas en diciembre, para así poder tener la excusa de no haber tenido suficiente tiempo para asegurar el voto universal e igualitario que incluiría a todos los venezolanos y las venezolanas, y así garantizar la reelección del actual presidente de Venezuela (porque sería la única manera de asegurarlo)?

Por eso digo que, sin o con un conteo real o fraudulento de los votos, esas elecciones fueron, en sí, un monumental fraude, es que, el Estado venezolano podría ciertamente haber garantizado unas elecciones universales e igualitarias, pero no lo hizo.

Imagínense si ustedes fueran al centro de votación para votar, y que desde la nada les dicen que no pueden votar, entonces, ¿serían esas votaciones legítimas?

No creo.

oscar@oscarheck.com



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

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