«Todas las ideas hay que respetarlas, el fascismo no. El fascismo no es una idea, es la muerte de todas las ideas». Sandro Pertini (1896-1990). Esta nueva escalada, expresa la intención de Washington de ponerle sus manos manchadas de sangre del pueblo venezolano, asediado y agredido por bandas criminales entrenadas en territorio estadounidense y colombiano, para destruir espacios públicos como plazas, hospitales, centros de almacenamiento de alimentos, escuelas, entre otros. Dicha misión, fue instruida por la Administración Biden-Harris, cuyas hordas criminales recibieron órdenes en territorio venezolano de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, quienes les suministraron algún dinerito y mucha, pero mucha droga, proveniente desde Colombia, para insuflarles su odio y así lanzarlos para agredir al bravo pueblo venezolano, heredero de las glorias de Simón Bolívar y Hugo Chávez Frías. Por eso, las amenazas imperiales del gobierno de los EEUU y su colonia de la Unión Europea, causan en este bravío pueblo, no otra cosa, sino risa y jolgorio. Por nuestra sangre, corre la misma algarabía que nos llevó a las victorias en Carabobo, Junín y Pichincha entre otras batallas, que permitieron derrotar al imperio más poderoso de la época, el reino de España. Y esa misma algarabía, sirve de inspiración para enfrentar y derrotar al decadente y viejo imperio estadounidense y su servil europa. ¡No se equivoquen con Venezuela! Esta, es tierra de Libertadores y Libertadoras, no de cobardes. «Huye el impío sin que nadie lo persiga; mas el justo está confiado como un león» (Proverbios 28:1). Un cobarde, como el ex Consejero de Seguridad de EEUU, John Bolton, se equivoca al arremeter su odio contra el hermano Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, a quien instó a «no cometer el mismo error dos veces». Y se lo dice, escondido tras la falda de una señora, que según dice ser su esposa. Extraño halcón cobarde y guerrerista, éste señor que no demuestra con el ejemplo lo que exige, pues si bien, se alistó en la Guardia Nacional, se negó en ir a la guerra de Vietnam, con una excusa propia de payasos cobardes: «no quería perder la vida en el arrozal de ningún país asiático». Así de cobarde es, éste psicópata norteamericano. Despedido de su cargo por el ex presidente, Donald Trump, en 2019, con un simple tuitazo: «Informé anoche a John Bolton que ya no se requieren sus servicios en la Casa Blanca. Tuve fuertes desacuerdos con muchas de sus sugerencias» diría Trump, en un tuitazo de septiembre de 2019. A Venezuela, los venezolanos y venezolanas, no los irrespeta cualquiera y menos un anciano cobarde, ya senil como Bolton.

El libreto del golpe continuó su sendero, tal cual guión típico estadounidense. Aparece entonces, en escena, la nefasta oea, dirigida por el corrupto secretario general, Luis Almagro, quien convoca a un aquelarre contra Venezuela, país no miembro de dicho club de colonias de EEUU. La ausencia de México y varios países del Caribe, sumada a la abstención de 11 países, incluyendo Brasil, Colombia y Bolivia, llevó a que no se consiguieran los votos necesarios para aprobar un documento de marcado corte injerencista; mediante el cual, Washington pretendía darle órdenes a un país Libre y Soberano como Venezuela, que no forma parte de dicho club, en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente. El Ministerio de las colonias de EEUU, valga decir: la oea, intentó reeditar un golpe de Estado a la Venezuela Bolivariana pero fracasó nuevamente. Almagro, el corrupto secretario general, insistía en su llamado a Nicolás Maduro Moros, para que se dejase derrocar y aceptar una «derrota» en las elecciones. Solo, que Maduro no es Evo y ganó con los votos del pueblo y debe hacer respetar su victoria, la victoria de todas y todos los venezolanos. Los enemigos de Venezuela, ya dejaron ver sus horribles rostros: Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinám y Uruguay, el rostro del fascismo. Otros, ya rectifican su postura golpista, como Petro y Lula.

Y mientras, EEUU sigue con su cháchara amenazante. Ahora, dicen que: «se les agota» su paciencia de esperar la publicación de las actas de votación en Venezuela. Pero, preguntamos con ingenuidad a ese imperio infernal: si exigen la publicación de actas, cómo explican a la opinión pública, que ya reconocieron y proclamaron la victoria de su candidato, Edmundo Gonzales Urrutia, con quien pretenden hacer igual como hicieron con el delincuente, Juan Guaidó; proclamarlo presidente de una república ficticia, reeditando la fracasada política de Trump. Así, los agentes imperiales, supuestos demócratas, repiten el discurso fascista de Donald Trump: «Nuestra paciencia y la de la comunidad internacional, se está agotando, se está agotando la espera de que las autoridades electorales venezolanas sean sinceras y publiquen los datos completos y detallados de esta elección para que todos puedan ver los resultados», expresó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en rueda de prensa. Se le agotará su paciencia. Se quedaran sin paciencia. Como se les acabó en mayo 2020, y se vinieron contra Venezuela, con sus narco paramilitares boinas verdes y aquí fueron recibidos con plomo bolivariano del bueno, y su una aventura militar fracasó y fueron derrotados, en cuya cabeza estaba no solo EEUU, sino los fracasados de siempre: Leopoldo López, Juan Guaidó y María Corina Machado, que no solo estaba al tanto de la operación militar, sino que auspiciaron sanciones criminales contra el pueblo venezolano, y mucho daño causaron, pero fueron derrotados.

Ya conocemos tu rostro, fascismo, y este pueblo rebelde, no te tiene miedo. Ni a ti, mucho menos a tus portaviones y demás chatarras, que ensucian y contaminan los mares del mundo. Será el TSJ, quien dilucidará la cifra total con la que ganó Nicolás Maduro Moros, que seguramente se ampliará en su favor. No será, un imperio decadente y corrupto, quien le diga a Venezuela lo que debe hacer para dilucidar la incertidumbre creada por María Corina Machado, Edmundo González Urrutia y Elon Musk, en su intento de fraude electoral del 28 de julio. Venezuela, se respeta y debe hacerse respetar.

Esta coyuntura, de fracasado intento de golpe cibernético, ha permitido que voces reprimidas por el terror fascista, ahora se expresan con total libertad. Una de esas voces que se han alzado para expresar su verdad es la del Sacerdote colombiano, Ramiro Arango, quien afirma que: «Edmundo González, sí participó en el asesinato de curas en El Salvador», en la década de 1980, ya lo sabíamos. «Este señor, que ayer fungía con esa carita bondadosa, muy parecida a la del señor Uribe (expresidente de Colombia), piadoso y con un rosario colgado, carga sobre sus espaldas la participación en los crímenes de cerca de seis sacerdotes asesinados», afirma el Padre Ramiro Arango, quien acusó a González Urrutia del asesinato de estos seis sacerdotes, tras ser señalados por Edmundo González, como militantes de la izquierda salvadoreña, además de ser comunistas: «Ayer resucitaron, esos sacerdotes jesuitas y pegaron el grito al cielo y el Dios de los ejércitos, escuchó a estos mártires inmolados por el señor don Edmundo González Urrutia, ese buen cristiano mata curas», señaló el Padre Ramiro, mientras brindaba de alegría porque: «¡Bravo! Un paramilitar, no pudo ser presidente de Venezuela». No poca cosa, simboliza esta gran victoria lograda por el glorioso pueblo venezolano…

Postscriptum: Algunas madres venezolanas, con hijos e hijas, en el exterior que fueron afectadas por el excesivo consumo de la propaganda proveniente del norte imperialista, los EEUU, hoy comienzan a padecer los efectos nocivos de dicha exposición, expresados en una fuerte cefalea. Esto, debe ser objeto de estudio por nuestros psiquiatras para indicarles el tratamiento apropiado. Recordemos, que la oposición nunca hizo campaña electoral, fueron las redes sociales, el mecanismo que Washington empleó para su campaña electoral. Recordemos también, que en 1954, un médico de una prisión en el estado de Kentucky, al sur de Estados Unidos, aisló a siete reclusos afroamericanos y los alimentó con dosis «dobles, triples y cuádruples» de la droga psicoactiva LSD, durante 77 días continuos. «Es posible que hayan muerto, sin saber que formaban parte del programa estrictamente confidencial de la CIA para desarrollar formas de controlar las mentes, un programa con sede en una base militar poco conocida con un oscuro pasado ubicada a 50 millas (80 kilómetros) de Washington, en la ciudad de Frederick, Maryland», según señala el escritor Stephen Kinzer, quien investigó ese proyecto ‘ultra secreto’. Hace exactamente 71 años. El 13 de abril de 1953, el entonces director de la CIA, Allen Dulles, lanzó el programa psicodélico de control mental con el nombre en código: MKUltra, que tenía como fin manipular los estados mentales y las funciones cerebrales de una persona mediante la inyección encubierta de altas dosis de sustancias psicoactivas y otras sustancias químicas. MKUltra, fue precedido por dos experimentos relacionados con drogas, Project Bluebird y Project Artichoke. Al testificar ante un comité conjunto del Senado de EEUU, en 1977. En 1973, el director de la CIA, Richard Helms, ordenó que se destruyeran a toda prisa todos los documentos de un proyecto con más de 20 años: el MK Ultra. Años después, el director de la CIA, Stansfield Turner, admitió que el proyecto pretendía estudiar «el uso de materiales biológicos y químicos en la alteración del comportamiento humano». Según Kinzer, el proyecto MKUltra: «fue la continuación del trabajo iniciado en la era de la Segunda Guerra Mundial, en las instalaciones japonesas y los campos de concentración nazis para someter y controlar las mentes humanas». Documentó, que el uso de mescalina, utilizada también en el proyecto, en sujetos inadvertidos, fue una práctica iniciada por los médicos nazis en el campo de concentración de Dachau. En un veredicto de 1985, la Corte Suprema de EEUU, estableció que la CIA financió indirectamente, 162 proyectos secretos diferentes que fueron: «contratados con varias universidades, fundaciones de investigación e instituciones similares». Aunque, el programa se cerró en 1964, existe evidencia contundente, que las agencias de inteligencia continuaron con el proyecto en sus dominios. Y, aunque las agencias de inteligencia, no desarrollan directamente este tipo de programas, sí lo hacen indirectamente con sus filántropos millonarios, tipo Elon Musk, que se dedican a desarrollar investigaciones de métodos de control mental. Carol Rutz, exinvestigadora de la CIA, describe un experimento con dos mujeres. «Sin ser conscientes, se les forzó a colocar una bomba perfectamente y ellas estaban completamente amnésicas», señaló en un documento. «Apenas sabían lo que habían hecho», agregó Rutz, quien es autora del libro: «Una nación traicionada: ‘Los experimentos de la Guerra Fría realizados en nuestros niños y personas inocentes’», y coautora de la «Encuesta de abuso extremo», en la que participaron más de 2000 personas de 40 países para documentar el abuso y el control mental. En 1974, el Instituto de Investigación de Stanford, desarrolló un sistema informático capaz de leer la mente de una persona correlacionando las ondas cerebrales o induciendo un ataque al corazón a distancia. El último desarrollo conocido de la tecnología del control mental, es la clonación del electroencefalograma humano (EEG) u ondas cerebrales de la víctima o grupo objetivos. Estas, pueden desencadenar silenciosamente la aparición de la misma emoción básica, en otro ser humano. Así, en el caso en específico de Elon Musk, su hija trans, no le habla desde hace años, porque según ese nefasto personajillo, fue influenciada por el comunismo. Y dice, el nefasto personaje, que esa historia de su vida familiar, lo terminó de convertir en el exponente del ultra liberalismo tecnológico, que hoy es. Así son, nunca asumen su responsabilidad, siempre «el yo no fui» que oculta su fracaso como padre. Alguna vez, Musk fue fanático de Barack Obama y recaudó fondos para su campaña. Pero, el que en algún momento fue el hombre más rico del mundo, ahora juega un papel de autoproclamado purista de la libertad de expresión. En realidad, opera como todo lo contrario porque la versión de Musk de la libertad de expresión, es selectiva en la medida en que sólo aplica para la defensa de los discursos antiprogresistas, ultraderechistas o más correctamente: fascistas. En eso, ha derivado: Elon Musk, el hoy dueño de la oposición venezolana…