Acciones generadoras de una tercera opción

El tiempo impuesto y el tiempo nuestro

Decía Bolívar en su delirio sobre el Chimborazo, ante el semblante venerable de un viejo cargado, "¿cómo, ¡oh Tiempo! no ha de desvanecerse el mísero mortal que ha subido tan alto?". Así Bolívar exponía su humanidad ante la inmensidad de aquella presencia. Es que el ser humano siempre se encuentra en una encrucijada, en una decisión, en un devenir incesante, sumergidos en la rueda interminable del tiempo deambula a merced de él, otros intentan controlarlo, otros pretenden imponerse sus propios ritmos, y los hay también quienes quieren imponer su tiempo a las mayorías, al mundo, al otro, y poder controlarlos. En la agitación del tiempo y la super aceleración del mundo actual, el ser humano pierde todo sentido de su ser, de su existencia, sumergido en la vorágine acelerada del mundo, el ser humano pierde su verdadera identidad, y se convierte en un mero autómata encerrado en una cárcel que ni siquiera puede ver, la cárcel invisible del tiempo del dominio, que da paso a la toma total de su constitución, un secuestro cognitivo entra entonces a operar en segundo plano, en un lugar oscuro de la mente que no todos podrán identificar para liberarse de él. Queda entonces en un estado patético de indefensión, donde hasta incluso puede llegar a defender a sus propios secuestradores.

Hay unas palabras Goethe describiendo la aceleración de su momento, que bien se pueden seguir usando en la actualidad, dice él "La gran desgracia de nuestro tiempo es que no deja madurar nada, que el instante siguiente se traga el anterior, que el día queda malgastado en el día y de esa manera se va de las manos y lo devoramos sin que haya dado nada de sí". En Venezuela se ha implantado una artificialidad del tiempo de manos del gobierno nacional, pretendiéndose elevar a la categoría de dioses, han impuesto siempre su dinámica, sus modos y sus ritmos, su música, su tempo prestissimo, en fin, han manejado he impuesto a su antojo lo que les ha dado la gana y lo que creen que hay que bailar. Con aires de Cronos no han cesado en su ambición de controlarlo todo, todo lo que queda encerrado en su tiempo, en el tiempo del país. Ante esta situación el pueblo venezolano no ha podido encontrar la formula que le permita romper las cuerdas que lo atan a esta cárcel tiempo y es lo que ha permitido que estos que se creen monarcas dioses sigan manteniendo su invisible cárcel, su secuestro cognitivo y por la tanto el mantenimiento obsesivo del poder.

Ante la hiperactividad de este tiempo opresivo, el pueblo venezolano necesariamente debe llegar a tener la capacidad de decir NO, este decir NO, es el dispositivo disruptivo que acaba con el mecanismo de control que opera sobre nuestro país, para llegar a este poder decir NO al tiempo artificial impuesto, es necesario decir con Nietzsche y con el brujo yaqui Don Juan, que hay que aprender a ver, este ver la cárcel invisible es lo que nos garantizará nuestra liberación, y para que este ver suceda dice Nietzsche, "hay acostumbrar el ojo a mirar con calma y con paciencia, a dejar que las cosas se acerquen al ojo".

Dice el surcoreano Byung-Chul Han, "…Una verdadera vuelta hacia lo otro requiere la negatividad de la interrupción. Tan solo a través de la negatividad propia del detenerse, el sujeto de acción es capaz de atravesar el espacio entero de la contingencia, el cual se sustrae de una mera actividad". Y continúa diciendo, "…Hoy en día vivimos en un mundo muy pobre en interrupciones, en entres y entre-tiempos. La aceleración suprime cualquier entre-tiempo". Y sentencia con esto, "En el marco de la aceleración e hiperactividad generales, olvidamos, asimismo, lo que es la rabia. Esta tiene una temporalidad particular que no es compatible con la aceleración e hiperactividad generales, las cuales no toleran ninguna extensión dilatada del tiempo. El futuro se acorta convirtiéndose en un presente prolongado. Le falta cualquier negatividad que permita la existencia de una mirada hacia lo otro. La rabia, en cambio, cuestiona el presente en cuanto tal. Requiere un detenerse en el presente que implica una interrupción. Por esa condición se diferencia del enfado. La dispersión general que caracteriza la sociedad actual no permite que se desplieguen el énfasis y tampoco la energía de la rabia. La rabia es una facultad capaz de interrumpir un estado y posibilitar que comience uno nuevo. Actualmente, cada vez más deja paso al enfado y al estado enervado, que no abren la posibilidad a ningún tipo de cambio decisivo".

Como dirían los zapatistas, esta digna rabia, será la energía que empuje al nuevo sujeto político liberado de la cárcel del tiempo impuesto, y que buscará ineluctablemente las formas de encontrarse y reunificarse pese a sus múltiples particularidades, pero que los mueve un objetivo en común, la derrota definitiva del carcelero que los ha mantenido engañados y sometidos. Esta pluralidad radical o la multiplicidad de singularidades irreversibles, como la llaman Antonio Negri y Michael Hardt, deberán buscar las formas y las formulas que les permitan una unificación táctica para el bien mayor, la liberación de Venezuela.

El sujeto resultante de esta alianza de alianzas deberá crear su propio tiempo, proponer e imponer él los tiempos, construir una nueva realidad, moverse con agilidad, moverse en el momento preciso, y dar el toque mágico definitivo. Ante los que se creen monarcas dioses, el pueblo también debe actuar como tal, tener la prudencia, la paciencia y el saber actuar justo cuando es debido, como el dios Kairós. Para seguir diciendo con Antonio Negri y Michael Hardt, "Kairós es el momento propicio que rompe la monotonía y carácter repetitivo del tiempo cronológico". Ante esta nueva realidad que pueda construir este sujeto que surja de las alianzas urgentemente necesarias, estos que se creen monarcas dioses verán desdibujados ante si su propia trampa y verán respondida esa pregunta que hizo Bolívar al tiempo, ¿no ha de desvanecerse el misero mortal que ha subido tan alto? El tiempo del pueblo venezolano ha llegado, no puede ser de otra forma, es un imperativo.

 

Líneas de acción del tercer excluido

Estamos ante uno de los momentos más fraudulentos y desastroso que ha vivido nuestro país. No vale la pena establecer de que se trata, el problema como bien lo estableció Walter Benjamín es romper con toda frustración y que la indignación se convierta en una verdadera acción estratégica que permita romper la polarización entre dos polos políticos de lo que es lo mismo en esencia. Sabemos quién gano, sabemos que detrás de cada uno están los poderes oscuros que rigen sobre el proyecto imperial globalizante.

Es decir, esto no es ni una confrontación ideológica ni de proyectos de país, es solo una confrontación por el poder, donde uno sigue cerrando las puertas de este país y donde no hay posibilidades de reconstruir físicamente la nación. Mientras que el otro abre las posibilidades de una entrada abierta de capitales que irán todos a parar a las cadenas de intereses capitalistas dentro y fuera del país. Por ello es absolutamente necesario establecer una estrategia que permita en un primer momento romper con no solo la dictadura de facto que este gobierno impone sino la misma dictadura de una polarización que ya tiene ganador electoral, ponerlos a ambos contra la pared y hacer posible unas nuevas elecciones realmente democráticas. De lo contrario si el gobierno no se exenta del poder recojamos los elementos revolucionarios de un tercer contrincante que ya fueron planteados en el proyecto Nuestramérica.

¿Se trata de qué?

-Reconstruir la base institucional del país, empezando por la salud, la educación.

-Utilizar para ello la formación de un gran frente abierto y plural que sirva de concentración de una gran masa popular pluriclasista como actor político capaz de romper la polarización

-Restablecer un proceso constituyente que prepare las condiciones de una nueva república que sea la base no solo de un estado democrático, justiciero, e igualitario, donde el protagonismo resida estrictamente en manos del pueblo.

-Esto prepara en un futuro las bases de una república autogobernante en su tiempo y modalidades donde el estado este realmente a disposición de la población.

Se ha hablado de la formación de un frente democrático popular, ese puede ser el instrumento idóneo para comenzar este proceso donde aparezca el necesario ese tercer elemento. Es el tercer excluido al cual nos hemos referido en muchas ocasiones. Falta establecer el problema del liderazgo, que desde nuestro punto de vista ha de estar en manos de una mujer. La razón es muy sencilla, es la mujer quien ha tomado las banderas de la lucha popular. La mujer tomando el mito de Osiris, antes que aparezcan los estados patriarcales que vivimos hasta hoy, es la cabeza de la comunidad y de la fertilidad. En nuestro país se ha dado un giro del viejo machismo patriarcal hacia una presencia líder de la mujer, constituyendo un avance ante este mundo del corporativismo guerrerista. El secuestro cognitivo y físico que se ha acometido como diría una gran líder que omitimos su nombre por los momentos, es el ejemplo puro de la lucha contra este secuestro. Muchas mujeres van en ese camino. Si logramos forzar a este régimen a nuevas elecciones, allí si será una confrontación real entre lo que hemos llamado las dos Marias, sabrán a quienes nos referimos. Un proyecto globalizante y neoliberal frente a un polo soberanista, constituyente y profundamente democrático. Bueno que el destino nos diga cual va a ser nuestro futuro. Por los momentos, aunque sea mediante la lucha frontal y popular no permitamos que estas mafias civiles y militares continúen en el poder, aunque ya prepararon todo para ello.

Proyecto Nuestramérica.



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Roland Denis

Luchador popular revolucionario de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Graduado en Filosofía en la UCV. Fue viceministro de Planificación y Desarrollo entre 2002 y 2003. En lo 80s militó en el movimiento La Desobediencia y luego en el Proyecto Nuestramerica / Movimiento 13 de Abril. Es autor de los libros Los Fabricantes de la Rebelión (2001) y Las Tres Repúblicas (2012).

 jansamcar@gmail.com

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