Maduro y su equipo, hasta el momento han realizado una labor política de alta ingeniería. Lo malo es que las consecuencias las paga el pueblo empobrecido.
Se sacudieron a Chávez y el socialismo por unidireccional e independentista; lo mismo han hecho con Fedecámaras, la apartaron en esta última elección, por ser unilaterales en la entrega de los recursos; solo para los gringos y europeos. Y como agregado, engañaron al pueblo, asociando la continuidad del gobierno, con el ideal chavista.
Para desarrollar el tema, aplicamos una analogía de las labores políticas de Maduro y Erdogan; así, es fácil ver que ambos juegan a quedar bien con los dos mundos: con el hegemonismo euro norteamericano y con los principales conductores de los BRICS: Rusia y China, a la vez mantienen relaciones normales con los demás países que compran sus productos. A propósito, ¿Que exporta Venezuela?
En más detalles, para Venezuela ese juego político a dos bandas que aplica Maduro, ha tenido sus costes sociales muy dañinos a la población; pero, ha beneficiado a quienes lo impulsan e incluso, ha servido para ganar prestigio internacional, tanto con los BRICS, como con las empresas petroleras euro norteamericanas, que se benefician de la baratura de los recursos ofrecidos.
Si pensamos simplemente en la manera que Europa se ha beneficiado por siglos de los recursos baratos ofrecidos por Rusia al viejo continente y como los rusos despabilaron después de las sanciones, derivamos ahora que, a pesar de la gigantesca cantidad de castigos y bloqueos aplicados por todo occidente, los rusos con mucha creatividad, resiliencia y pragmatismo, se han convertido en la cuarta potencia económica del mundo y la fuerza militar más poderosa del planeta. Sin embargo, ellos tienen su propia y rica historia independentista y liberadora.
Ahora bien, repasando lo anterior, podemos ver que los rusos son los rusos; los venezolanos a través de Maduro, son otra cosa. De allí que, creer en que la idea de aplicar la política económica de casi regalar los recursos naturales estratégicos del país e introducir como alternativa laboral el emprendedurismo (la rebusca) va a garantizar la conversión de Venezuela en una potencia económica mundial, es una idea tan baladí, que más bien sirve, no para mejorar Venezuela; sino, para exaltar las ambiciones de los inversionistas, saqueadores, timadores o como se les llame, a esos buitres que se enjugan y lamen el pico porque se han dado cuenta que allí, en Sur América, hay un grupo de pendejos que está regalando petróleo.
No, señoras y señores. Esas cosas se hacen, cuando el país vive una vida holgada y feliz, porque goza de muchos beneficios estatales, y posee estabilidad financiera para la inmensa mayoría de su población.
No confundan Chana con Juana; en Venezuela, antes de Maduro, esa holgura económica, fue el mejor logro de Chávez para Venezuela y Latinoamérica. Pregunta: ¿Va esto con la Venezuela de …hoy?
No, no, no. Maduro sabía que no puede seguir como Chávez desafiando al imperialismo, porque si no estás preparado, los norteamericanos te invaden, te tiran una bomba atómica, te provocan una revolución de colores, te crean un gobierno paralelo o te matan.
Las cosas así, se tornan más ambiguas, peor aún, cuando se está midiendo el camino y mirando el mundo de todos, con los ojos de la gente del Estado, que grupalmente se asustan frente al imperialismo y les resulta más beneficioso olvidarse del socialismo y negociar con Fedecámaras, para continuar en el poder, porque en el contexto global latinoamericano, todos los gobiernos de la región están amarrados a la lógica de dominio que impone el imperialismo: "si querés contar con nuestro reconocimiento político, olvídate del socialismo y de la soberanía sobre el petróleo."
En esa lógica se encuentra bailando el gobierno de Maduro. A este señor, lo aterrorizó el asesinato de Chávez y dio marcha acelerada en reversa. En corto tiempo desmontó el proyecto socialista de Chávez, negoció con Fedecámaras, trastocó el negocio del petróleo para abrirse a las transnacionales petroleras de Europa y Estados Unidos y engañó al pueblo chavista con su discurso pajero "anti imperialista" y pro chavista.
Cuando se habla de Chávez, asociándolo con las políticas actuales y las proyecciones imaginarias del futuro del Estado venezolano, se miente al pueblo.
Ahora bien, aunque se hayan tratado en forma general los términos económicos enunciados, todavía hay cosas que no han sido detalladas, como las siguientes: para que cuadre el presupuesto familiar con los salarios hay que emigrar, luego si le va bien al mojado, se puede equilibrar un poco los vacíos salariales con las remesas recibidas, o de otra manera, para los que no han tenido suerte de estar bien conectados con el gobierno o no han emigrado, hay que ponerse a vender chucherías, bisuterías, todo lo que se pueda; también, trate de probar lo más reciente: saque al crédito una moto y conviértase en un Delivery.
Así queda planteado el modelo capitalista más actualizado que impulsa Maduro. ENTRAR A LA REBUSCA,
Esa es la diferencia entre Chávez y Maduro. Chávez utilizó los recursos del Estado para mejorar la vida de las mayorías. Maduro usa los recursos del Estado para mantener al Estado "en buena forma" para pactar, en condiciones desiguales, con transnacionales explotadoras de gas y petróleo, para gozar de los beneficios de las gigantescas cantidades de dinero que ingresan a las arcas del Estado y para mejorar financieramente a los dirigentes gubernamentales; pero, la manera de beneficiar a los venezolanos es tan graciosa, pero, no es comedia: para beneficiar a los venezolanos, les sacó trote para que luchen individualmente por sobrevivir en la rebusca, con la mínima atención estatal. Si no lo hace, va a comer mierda.
Ese es el realismo capitalista, por el que se votó en las elecciones del recién pasado 28 de julio. Disfrútenlo.