En la página de "la mente es maravillosa" ( https://lamenteesmaravillosa.com/el-arte-de-mentirse-a-si-mismo-conoce-el-autoengano-y-sus-efectos-psicologicos/ ) La Psicóloga Gema Sánchez Cuevas revisó y aprobó un artículo que se publicó en su espacio de psicología. Este artículo desglosaba las diferentes formas de autoengaño y sus efectos psicológicos secundarios. Lo tituló: El arte de mentirse a sí mismo.
Las diferentes formas de auto engaño, de acuerdo al artículo, se dividen en cuatro:
1.- Autoengaño funcional.
2.- Valorar para creer.
3.- Autoengaño consolatorio.
4.- Mentir a los demás para convencerse a sí mismo.
Primero lo primero:
La palabra autoengaño hace referencia a los fenómenos relacionados con mentirse a uno mismo. Se trata de una de las grandes trampas de la mente. El autoengaño se da en aquellas situaciones en las que nos convencemos a nosotros mismos de una realidad que es falsa, pero lo hacemos de manera inconsciente.
La diferencia entre mentira y auto engaño se encuentra en que, en la mentira, la persona es consciente de que no está diciendo la verdad. Mientras que en el autoengaño se acepta como verdad una realidad que es falsa sin ser consciente de ello.
Dicho de otro modo, quien se auto engaña no se da cuenta de que lo está haciendo, o al menos no se da cuenta siempre, y ahí precisamente radica el poder del autoengaño. Mientras no nos damos cuenta, el autoengaño despliega su poder; a su manera, que podríamos calificar como silenciosa y camaleónica.
De las formas de auto engaño traeré a colación al número 4, ya que ensambla perfectamente el tipo de auto engaño en la que, personalmente, creo que la oposición ha caído desde hace mucho tiempo.
4. Mentir a los demás para convencerse a sí mismo
Una de las maneras más sutiles de auto engañarse es mentirle a los demás para mentirse a sí mismo. Se trata de aquellas situaciones en las que la persona transmite historias, situaciones y percepciones que están distorsionadas. En un principio sí se es consciente de esta pequeña distorsión de la realidad, pero poco a poco la persona termina siendo absorbida por su relato y el personaje.
"El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera".
-Alexander Pope-
Si este mecanismo de mentirle a los demás se repite varias veces, la mentira se transforma en verdad, también para quien la ha creado. Una posible explicación de este fenómeno radica en que el cerebro se adapta a la deshonestidad y la mentira se vive como una realidad.
Es como si la persona se olvidara de haber construido una falsa verdad. Incluso ante la evidencia empírica de su propia mentira estos individuos consiguen seguir negando la realidad, no por falta de honestidad, sino por el mismo efecto del autoengaño.
Este es el "horizonte de sucesos" en donde, tal como un agujero negro, una vez que lo traspasas, no logras escapar de él. Ahí ha estado viviendo la oposición Venezolana, en su gran mayoría, sin percatarse de que su horizonte de sucesos ya está muy atrás de ellos.
Tan atrapados están en su agujero negro que ya ni siquiera la luz escapa de su fuerte magnetismo.
En este mundo irreal y bizarro, la realidad tiende a ser una paradoja, aquí puede perfectamente habitar un mundo donde ellos son la elite, y cual judío, piensan que esta tierra se les ha heredado y por lo tanto es derecho inalienable gobernarla. Cualquier personaje fuera de su círculo debe saber que el estatus quo debe prevalecer – su estatus quo - .
El gobierno, cualquiera que este sea, debe estar ahí para atender sus demandas y cumplirlas a cabalidad, Los jueces existen para protegerlos a ellos de quienes pretenden quitarles privilegios o robarles algo de valor para ellos. Si no es así, entonces no es justicia. Y mucho menos democracia. Las leyes deben ser construidas para permitirles darle seguridad jurídica a sus negocios y protección contra la masa laboral.
No importa que tan absurdo resulte cualquier proposición, si viene de ellos, hay que valorarlas y dársele prioridad.
Cualquiera que venga a sacudirle esa realidad, no solo merece ser derrocado, sino ser ajusticiado.
Mientras más avance su frustración, con más sagacidad usaran su disociación. Más audaces serán sus embestidas. Tienen el apoyo moral, y no tan moral, de lo que se ha llamado "el Occidente colectivo" y su alto poder de coerción y presión. Lo que ellos, interpretan como "carta blanca" para hacer lo que se les ocurra.
Por eso no se les arruga la frente, ni siquiera les tiemblan las pestañas cuando declaran las cosas más absurdas. Tratan de cambiar la realidad para que se acomode a su interpretación de la vida. NO en vano en 25 años han intentado montar presidentes espurios 3 veces, contando con la actual.
En su mente, me imagino que para ellos solo existe ese mundo que se han creado, ellos están a punto de tomar el poder. Aunque en la realidad están enconchados como malandros en búsqueda. "La comunidad internacional" (la de ellos, no el resto) le sigue el juego. Ellos en su delirio, juran que Nicolás Maduro se va a Rendir por esa inmensa (y virtual) presión internacional. Ellos de verdad creen que cualquier institución internacional va a declarar que se le debe entregar el gobierno a ellos. Es lo que ellos piensan. Las pruebas de ese triunfo ya pasaron a segundo plano, Sueñan con que el CNE no podrá en mucho tiempo publicar nada en su WEB, y por ende, su treta de la página y las actas sustituirá la verdad objetiva y legal del CNE, y para colmo la del TSJ.
Toby Valderrama, quien pernocta en ese mundo irreal, también piensa que el gobierno está a punto de caer, que es Maduro el que está desesperado (esto es lo más gracioso), cuando quien en la vida real debe estar desesperado es aquel que quiere cambiar y no puede. Es aquel que quiere tumbar y no puede. Es ese el que desespera, y desespera tanto, que se auto engaña, se miente a sí mismo con la esperanza que le lean y le crean.
Vive en el auto engaño, y por eso es que cuando chocan con la realidad, se enferman de tal manera que entran en una especie "guayabo" emocional, de tragedia shakespeariana, es como una resaca emocional.
"No hay que vivir en el auto engaño, porque se puede morir de desengaño."