Las elecciones presidenciales son la válvula de escape que nuestra constitución tiene para bajar y hasta eliminar en lo posible cualquier presión generada por el gobierno en ejercicio y sus consecuencias.
Por eso y para eso están las elecciones y con la esperanza puesta en su utilidad, fuimos a votar el 28 de julio pasado, ese fue nuestro aporte para intentar acabar con la presión, el bloqueo, el ataque criminal al país por parte del imperialismo norteamericano y sus lacayos externos e internos.
De ganar Gonzales, cosa que estaba entre las posibilidades, EE UU, su aliado y financiador dejaría sin efecto todos los ataques a nuestra economía y las empresas gringas volverían al país trayendo fuentes de trabajo que tanto necesitamos.
De ganara Maduro, cosa que también estaba dentro de las posibilidades, EE UU, aunque este no fuera su candidato tendría que reconocer la voluntad del pueblo venezolano y tendría que dejar sin efectos todos los ataques a nuestra economía y las empresas gringas volverían al país, con condiciones claras en una relación ganar-ganar, trayendo fuentes de trabajo que tanto necesitamos.
Pero no fue así, la derecha siempre tenebrosa tenía un aliado oculto que se medio había asomado de manera solapada, llamado Elon Musk, quien con su poderío económico les había financiado una operación mediática gigantesca que incluía un ciber ataque al sistema de transmisión del CNE y la compra de la mayor cantidad de "influencers" mayameros en una rebatiña sin precedentes, un verdadero agosto hicieron esos parásitos del internet, algunos de ellos venezolanos que deberían ser reclamados por nuestra justicia por los crímenes de odio que cometieron.
Un costo enorme seguimos pagando en esta guerra de una gente que se empeña tomar el poder de manera fraudulenta y sigue promocionando golpes de estados desde el extranjero y siguen pidiendo invasiones militares a su patria, un costo enorme, empezando por muchos de esos muchachos que perderán su juventud en una cárcel y que, vamos a estar claros, pudo haber sido el hijo o hija de cualquiera de nosotros, vidas útiles perdidas gracias a los flautistas de Hamelin contratados por María Machado para que idiotizaran a los chamos y que estos propiciaran la muerte o buscaran la de ellos mismos.
Esos crímenes de odio no pueden quedar impunes, ese joven que asesinó se esa manera tan vil, han horrenda a la compatriota en el estado Bolívar es culpable, si, pero María Corina y Edmundo son los criminales intelectuales que causaron esa muerte y en el teléfono del muchacho seguramente habrá evidencia de sobra sobre que "influencers" lo incitaron a cometer el crimen.
Aun estamos en una situación sensible, vemos con impotencia en redes como TikTok e Instagram videos y mensajes plagados de ofensas, amenazas, mentiras que no pueden ser respondidos porque están blindados y cualquier comentario contrario a lo que dice el "Influencer" es eliminado por "romper las normas de la comunidad".
Queremos paz y eso pasa por sacar de nuestras casas, de las habitaciones de nuestros hijos a esos parásitos indeseables que están envenenando a nuestros muchachos.
Queremos paz y eso pasa por la desaparición política de María Corina Machado sin posibilidades de que vuelva nunca jamás al escenario político venezolano.