Hace muchos años, alguna vez, en algún momento; hice una analogía queriendo explicar el panorama político de ese momento (muy parecido al actual). En ese momento quise comparar a Venezuela con Siria, haciendo analogía con criticar a Bashar Al Assad, presidente de Siria, por alguna situación de falta de electricidad, agua o comida en algunas poblaciones. Mi crítica a la crítica fue la siguiente:
¡¿Cómo pueden exigirle a Bashar porque se va la luz, sin tomar en cuenta que están en medio de una guerra convencional (con balas y bombas)?!
En esta posición, que no dejo de llamarla "acomodaticia", existen algunas figuras políticas y del ámbito de la opinión que, sin despeinarse, critican muchas cosas sin tomar en cuenta las circunstancias. De la oposición no espero menos.
El País, no el gobierno como tal, la población como un todo. Ha estado bajo asedio desde los primeros días del 2013.
"- Ellos han creído desde el 2013 que con la muerte de Chávez, al gobierno solo le falta un empujón para caer -"
Primero la descarga de arrechera de Capriles al perder las elecciones ante Nicolás Maduro, por la frustración de no haberle podido ganar electoralmente en el momento que TODA la oposición pensó que el Chavismo estaba en su peor momento. Y ciertamente, la bajada en votos del Chavismo así lo hizo concluir después. Aunque con una fuerza importante.
No estaba acabado, pero si golpeado por la desaparición física de su líder más importante. Ellos pensaron que con un poco de presión era suficiente para tumbarlo. Con esto en mente, ese mismo 2013 se inició con fuerza la guerra económica contra el País. El objetivo de esta guerra era crear la suficiente incomodidad que generara insatisfacción popular. Esa fue la época del DAKAZO. La fortaleza de la venta petrolera seguía dándole fortaleza a las finanzas del Gobierno y por ende brindar cierta estabilidad a la población.
2014 fue un año en el que la unilateralidad de Arabia Saudita en desplomar los precios del petróleo para derrotar la producción del petróleo de esquisto (fracking) perjudicó las finanzas del estado y abrió la posibilidad para que la guerra económica se sintiera con mayor fuerza. Ahora el ataque no solo fue a la moneda, se sumó la especulación y el acaparamiento de los grandes industriales de los alimentos y se creó el caldo de cultivo para las acciones que Leopoldo López llamó "La salida".
Otra vez habían pensado que con toda la guerra económica ampliada (finanzas + alimentos) era el momento adecuado para agitar la calle y desatar los demonios que lograsen tumbar a la "dictadura". De allí llegamos al 2015 y la largas colas que hicieron que la oposición ganara la mayoría de la asamblea. El gobierno de Nicolás Maduro desde su día numero uno ha sido boicoteado y saboteado.
Todo el 2015 y 2016 fue de confrontación con la asamblea nacional, que quiso tumbar por vías de fuerza al gobierno. No pudo. Ganó Trump y en 2017 comenzó el "desmadre". Trump se obsesionó de tal manera que generó más de 900 medidas coercitivas unilaterales. Este año 2017, vuelve otra vez El "oportunismo" opositor y desató la "salida 2" la más violenta de todas las acciones de la oposición radical hasta ahora, tanto en duración como en violencia. También fue el año en que surgió la constituyente y aplacó la furia opositora.
En 2018 después de la derrota de toda la violencia del extremismo opositor, adelanto de elecciones y la convicción de la oposición que si no participaba derrumbaría al gobierno. Fallaron otra vez. Luego intentaron asesinarlo. Aprovechando la locura Trumpeana que le aceptaría cualquier cosa.
2019 apareció otra jugada más y se juramentó Guaidó. Todo esto bajo acciones económicas absurdas y crueles. Y después, como si no pudiese ser peor, vino la pandemia. 2020 y 2021, apenas en 2022 se pudo medio respirar algo, aunque aun las finanzas estuvieses ahorcadas. Gedeón en 2020. Robo de Citgo y monómeros. Y el gobierno no solo navegó estas aguas tan agitadas, sino que arribó a puerto.
Para 2023 no les quedó otra a la oposición sino recular y sentarse a negociar. Aunque no han dejado de conspirar y tramar cosas cada vez más audaces y peligrosas.
En pocas palabras, desde 2013 y hasta hoy día, el Gobierno de Nicolás Maduro no ha parado de batallar con las fuerzas oscuras del extremismo y del imperio. Han sido 11 años seguidos y sin pausas de pura guerra, económica, financiera, mediática, paramilitar, alimentaria y hasta eclesiástica. Y vaya que ha batallado Maduro incluso contra fuerzas internas que pareciera que trabajaran más para la contrarrevolución.
Hay que ser bastante mezquino sino le abrogamos al gobierno titánicas tareas en donde ha salido victorioso. La economía ha mejorado ostensiblemente. La situación terrible de aquellos años 2015, 2016, 2017 ha sido superado con mucho esfuerzo, y debe seguir la lucha contra esos efectos malévolos de las sanciones. Sanciones que no han parado. Algunas licencias tímidamente han sido expedidas, más para el beneficio del sancionador que para el sancionado.
Bueno… es como exigir la publicación de actas, obviando que el CNE nunca haya mostrado alguna. Y obviando que el sitio web en donde se publicaba esta información (no actas) aun, 20 días después, está bajo ataque cibernético. Ni forma ni manera en donde mostrar (si hubiese que mostrar algo) a sabiendas que los golpistas no tienen las suyas completas.
En resumidas cuentas, Maduro lo ha estado haciendo maravillosamente bien, tomando en consideración por todo lo que ha pasado y en todo lo que ha tenido que guerrear para llegar hasta donde estamos. Yo estoy muy consciente en donde estamos y por donde hemos transitado. También muy consciente de que no todo ha salido 100% perfecto. Y que a veces, desde adentro ha tenido enemigos (El Aissami), por ejemplo, muchas cosas deben hacerse, pero con los recursos muy limitados, tienes que priorizar, y levantar la economía debe ser una. NO puede haber revolución si no mejoras la economía. Cuando la cosa esta "fuñía" (decía mi abuela) es cuando debes demostrar el buen gerente o gobernante que eres. Con el barril de petróleo a 100$ y sin sanciones, la revolución es un Jamón.
"Cuando tienes las cosas en contra y te están apaleando, es cuando los guabinosos flaquean y los débiles huyen. Algunos se convierten en "criticones". Mientras los verdaderos guerreros salen a la batalla, los débiles se esconden, algunos comienzan a sonar como oposición. Pero lo más notorio de estos jabonosos peces, es que el enemigo desaparece, las sanciones son un cuento, la guerra económica es una leyenda urbana. El terror que infunde el extremismo opositor les cala en los huesos y prefieren verse, y que los vean, como [neutrales]".