En la última concentración de los mariacorinos se evidenció con claridad su agotamiento, más allá de la asistencia, el discurso fue pobre, no hubo una idea que marcara el camino, sólo relato y denuncia de las trastadas del madurismo, pero nada de futuro. No saben qué hacer, no tienen iniciativa propia, son sumisos de los gringos, esperan que del norte les caiga la solución, ponen toda su fe en la acción internacional. Lo único destacable fue un pálido llamado a los militares para que "hagan lo que deben hacer".
El gobierno madurista, el pranato madurista, fiel a su naturaleza, carece de ideas constructivas, no tiene propuestas que marquen rumbo; en esas manos el país no sabe hacia dónde va. No gobiernan, sólo simulan, convocan consultas bufas, pelean con los gobiernos extranjeros, ofenden, gritan, pero no consiguen ocultar sus carencias, el país va a la deriva.
El pranato no es consciente de la realidad de su tragedia: perdieron el apoyo popular que heredaron de Chávez, esa verdad es inocultable. Solo les queda reprimir, y eso hacen. Ladran, pero tiemblan de miedo antes de encarcelar a maría, a edmundo, les temen a los gringos, esperan, como hicieron con guaidó. La fiscalía hace el ridículo convocando a edmundo, ya van por tres convocatorias. El pranato madurista no sabe qué hacer, no gobierna, sólo simula, convoca consultas inútiles, se reúne, habla, mientras el país se hunde, es saqueado por los felones.
En el país hay un vacío de liderazgo, de rumbo, de esperanza; la pelea entre maduristas y mariacorinos satura la escena política, distrae de lo esencial, oculta el legado del Comandante Chávez. Las llamadas izquierdas, no van más allá del economicismo, no terminan de entender la situación política, no son opción de poder, diletantes, se limitan a flojos comunicados; no captan que el país se bate entre una pandilla que funciona como un ejército de ocupación y los buitres imperiales que vuelan sobre los escombros del madurismo.
Las masas se olvidan del Socialismo, ahora, como si de una pelea de farándula se tratara, están pendientes es de las ofensas y pequeñas agresiones de ambos bandos. Así, sin timón y sin timonel, la Patria se diluye, se extingue víctima de cualquier saqueador.
Por ese camino, y en medio de una feroz catástrofe económica: el país devastado, las masas sufrientes, con hambre y sin liderazgo, son campo propicio para el posicionamiento de la barbarie, de caer en manos de liderazgos perversos. Hacia allá va el país.
No obstante en esta noche oscura que atravesamos, hay esperanzas: Tenemos presente, lo vivimos, el ejemplo de Chávez, su pensamiento, su legado. La masa recuerda su gobierno, cuando fue feliz, querida, empoderada. Pocas veces una masa y sus dirigentes, su líder se fusionaron en una sola voluntad, y así, la masa provista de su dirección, de su vanguardia, constituyó lo que se puede llamar con propiedad Pueblo, dejó de ser rebaño.