El chavismo, incrustado por más de una década dentro del Estado venezolano, ha provocado que Maduro, no haya podido maniobrar con facilidad el desmontaje completo de la influencia de Chávez.
Maduro, con la crítica seria del chavismo radical y el no poder eludir el peso social de los llamados chavistas del Psuv que lo acompañan en el proceso político gubernamental, está amarrado a un grillete chavista, que no le permite actuar a su antojo, sin ser descubierto y cuestionado en sus fechorías personales; cepo que también, le obliga moralmente a dar respuestas políticas acordes a lo que dice representar.
Y con la puya cínica e hipócrita del imperialismo euro norteamericano, que sabotea el gobierno de Maduro y persuade con amenazas la seguridad del Estado, el imperialismo ha logrado conseguir la permisibilidad política y facilidad jurídica del Estado venezolano, para saquear los recursos naturales venezolanos, de acuerdo a sus intereses.
Maduro, ¿A favor de quien y en contra de quien?
Como dice el refrán "A dos puyas no hay toro bravo"
De ahí que Maduro, al facilitar y permitir a las transnacionales el saqueo de los recursos naturales venezolanos, sin poner la mínima traba; su discurso bravío y de derrota de las sanciones, se convierte en una mentira; pues, ya cuando Maduro afloja, Venezuela pierde soberanía política y jurídica; así, la puya imperialista convierte al toro bravo en buey.
Para el caso del chavismo, con la sobre carga de los críticos radicales y el compromiso social con sus seguidores. Maduro enfrenta a Chávez.
Sin ser folklorista, Chávez es comprensión y obligación, sino es así, no hay chavismo. Chávez es concepción revolucionaria y práctica socialista. Esa fusión ideológica política es la clave del chavismo. Me da la impresión que Maduro, no puede con Chávez; le quedó muy grande la camisa; pero, tampoco puede existir sin Chávez, para ello, está Guaidó, Mariacorina, todo Fedecámaras.
¿Cómo es esto pues?
Como notifiqué al inicio del artículo, el chavismo no ha sido desmontado por completo de la estructura política y social venezolana; por consiguiente, por mucho que quiera Maduro girar hacia el capitalismo, todavía hay una estructura social, dentro y fuera del Estado Venezolano, que por lo menos exige mantener algo del socialismo. No sé qué es; pero, alguna reminiscencia debe haber. Y eso, no la ha podido vencer Maduro. Los venezolanos chavistas tienen la respuesta. Es muy difícil mantener ese mínimo de socialismo, apoyando un toro castrado; claro, para que haya más socialismo, tienen que cambiarlo; pero, no por otro igual.