Interpretando las informaciones que hicieron pública los medios El Faro, Cubaperiodistas, Insurgente.org. y aporrea.org, Yo diré lo siguiente:

Edmundo González y Posada Carriles, formaron parte de las operaciones encubiertas que la CIA desarrollaba contra Cuba, Nicaragua y en oposición al movimiento insurgente de El Salvador en la década de los 80 del siglo XX.

Una de las cuestiones importantes es que estos personajes cuando fueron detenidos en flagrancia de sus actos, fueron minuciosamente rescatados por los servicios de inteligencia imperialistas.

Posada Carriles fue rescatado dos veces, una en Venezuela y otra en Panamá. Edumndo González fue rescatado en Venezuela por Los Paises Bajos y España.

A pesar de sus fechorías Posada Carriles murió de viejito en Miami; por ese mismo camino va Edmundo Gonzáles, solamente que en Madrid.

Peo la cuestión es que aún con procesos judiciales en marcha, salieron sin cumplir las condenas; incluso fueron puestos en libertad.

Posada Carriles, una vez, salió caminando de las cárceles de Venezuela, sin que lo viera nadie, fue a tomar un avión a Costa Rica y desapareció; en otra ocasión, fue liberado en Panamá por la presidenta Mireya Moscoso y apareció en Miami.

A Edmundo Gonzáles lo liberó el gobierno de Maduro, con salvo conducto, lo recogió un avión de la Fuerza Aérea española y apareció en Madrid, junto a Pedro Sánchez.

Dejando a un lado al terrorista Posada Carriles, nos quedamos con su compadre Edmundo González y su benefactor, Nicolás Maduro.

Después de tanto joder con que han derrotado el fascismo que amenaza Venezuela; metiendo a la cárcel a más de 2 mil venezolanos descontentos por los resultados electorales y enjuiciar a Mariacorina y Edmundo Gonzáles por su "presunta comisión de delitos de usurpación de funciones" y "forjamiento de documento público", en relación a las actas electorales de las presidenciales del pasado 28 de julio.

Según un oficio del ente fiscal con fecha de este lunes 2 de septiembre, al antichavista se le acusa también de "instigación a la desobediencia de leyes", "conspiración", "sabotaje a daños de sistemas y asociación (para delinquir)".

A Edmundo González se le deja en libertad y hasta con la plusvalía de ir protegido con un salvoconducto gubernamental y deseos de buen viaje; mientras a la barriada se mete a la cárcel, sin contar siquiera con el debido proceso.

Pero, haciendo una reflexión formalmente informal sobre ese proceso y su final, podemos decir que ese evento electoral estuvo estrictamente apegado al folclore electoral latinoamericano.

Todos estaríamos medianamente informados de los típicos procesos electorales recientes en Guatemala, Perú, Ecuador, Argentina y Bolivia, en los que, ahora, Venezuela queda circunscrita con Maduro a la cabeza.

Pero, con esa perspectiva informal, el que sale más beneficiado de tal enfoque es nada menos que el gobierno recién electo de Maduro.

Pues, aun con la escandalosa propaganda de ser pionero del antifascismo, mantiene una persecución y ataque a los chavistas revolucionarios y opositores, también sostienen con entusiasmo el ranking 5 en las exportaciones de petróleo a Estados Unidos, no obstante son los campeones en la lucha antimperialista; promueven agresivamente que superan las sanciones y logran exitoso crecimiento económico aunque millones estén emigrando buscando mejoría económica y otros hayan caído en desgracia económica por los bajos salarios. Hablan también del respeto al derecho internacional, aun con su experticia en escándalos diplomáticos como Milei.

En resumen, Maduro y su equipo con este conjunto de disparates, han pretendido ocultar y dejar en segundo lugar la forma de cómo ratificaron electoral y jurídicamente la reelección presidencial de Maduro y fundamentalmente están rehuyendo tratar los problemas serios del país.

¿Cuáles son esos problemas?

El retroceso en el modelo económico de Venezuela, las migraciones forzadas, la incapacidad administrativa gubernamental, principalmente en la administración de PDVSA, la generalización de la pobreza, la persecución política de la oposición chavista revolucionaria. En fin, la decadencia estatal e ideológica del madurismo.