En estos días finales del año 2024, en la llamada "ultraderecha política nacional" están pasando por momentos muy difíciles, cuando los apoyos tanto nacionales como internacionales, para construir "un escenario de guerra" el día 10 de enero del 2025…y que permita evitar el acto de juramentación del Presidente de La República, Nicolás Maduro, en La Asamblea Nacional y que "el pueblo enardecido" exija la presencia del señor Edmundo González, como "el verdadero" ganador de las elecciones presidenciales del día domingo 28 de julio del 2024.
Sin embargo, hay unos hechos políticos dentro del extremismo antichavista violento, que demuestran las evidentes divisiones sobre el que hacer el 10 de enero del 2025, y estos son los escenarios que están manejando: 1.- mantener las expectativas sobre que "el día D" va a pasar algo feo, 2.- desistir de esa idea insurreccional y comenzar a decir que en algún momento puede pasar cualquier cosa.
La situación interna de la oposición radical, está pasando por algunos laberintos, que les impide tomar de manera frontal, una interesante y necesaria decisión política de no seguir hablando más sobre el 10 de enero del 2025, pero que corren el riesgo político de que el mundo entero, los vea como una derrota política, ya que todo conduce a pensar que MCM, cada día pierde apoyo y se ve más sola.
Por un lado, tenemos que uno de los subsectores de la ultraderecha, está planteando una idea: declarar públicamente que La Asamblea Nacional electa hace diez años, en el 2015, deben declarar que ya no tiene sentido mantener la vigencia de un parlamento nacional, que ya tiene casi 5 años de vencido su período, en la que buena parte de sus integrantes, tienen medidas judiciales, emitidas por tribunales venezolanos.
Por el otro lado, tenemos las declaraciones dadas en Madrid, por parte del excandidato presidencial tapa – afiche, cuando le otorgaron de manera oficial el asilo político en España, y señaló que no tenía pensado regresar a corto plazo a Venezuela.
El otro detalle: es que el presidente electo estadounidense, toma posesión de su cargo el 20 de enero del 2025, exactamente días después de la juramentación del Presidente de La República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro.
