Tal como está previsto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la juramentación de Nicolás Maduro como Presidente es hoy 10 de enero de 2025, y puede considerarse como un evento de gran significado histórico, político y social, que representa la consolidación de un liderazgo y del proyecto revolucionario en un contexto de múltiples desafíos, tanto internos como externos. Es un acto de máxima legitimación de su mandato, demostrando así que sigue siendo el líder del país a pesar de los ataques, celadas y agresiones de los enemigos de la Patria.
En ese sentido, la juramentación simboliza la continuidad del legado chavista y la Revolución Bolivariana,.donde Nicolás Maduro cosecha los esfuerzos y las luchas para lograr que el chavismo y el gobierno se consoliden como un gran baluarte contra las amenazas externas e internas, reforzando las estrategias de resistencia ante las agresiones imperialistas.
Por supuesto, este evento ha provocado reacciones significativas en la llamada comunidad internacional, donde muchos países y líderes del mundo respaldan el liderazgo de Nicolás Maduro y las acciones soberanas de nuestra República. Por otro lado, pocos países y organismos internacionales cuestionan la legitimidad de la juramentación, y han armado todo un entramado de conspiraciones, amenazas de todo tipo, cuyo propósito es causar el mayor miedo posible en la población y crear los escenarios para la muerte y el terror.
La juramentación de Nicolás Maduro tiene que darse en un ambiente de paz y tranquilidad nacional, donde se imponga la racionalidad política. Ojalá la oposición no se deje arrastrar por el fascismo, que ya ha manifestado organizar protestas o actividades para cuestionar la legitimidad del acto. Sabemos cómo actúa la derecha fascista tras cada evento, donde han ido dejando sus huellas de muerte y desolación, con prácticas terroristas sistemáticas, que han causado mucho daño a Venezuela.
Con la juramentación y movilización de hoy el pueblo está demostrando su lealtad al gobierno y a la revolución bolivariana. Igualmente, con la juramentación de hoy, Nicolás Maduro está reafirmando su conexión con su pueblo y demostrando que cuenta con un apoyo significativo en el país, a pesar de las adversidades y de todas las agresiones por parte de la derecha fascista y los poderes imperiales
En un acto de lealtad y resistencia, el pueblo se juramenta con Nicolás Maduro, reafirmando el apoyo al presidente, al legado de Hugo Chávez y a los ideales del proyecto revolucionario. Así tiene que ser, porque nuestro pueblo ha estado sometido a diversos tipos de agresiones por parte de países extranjeros y eso nos llama a la unidad para defender la soberanía de nuestra Patria. La juramentación –tal como lo hemos dicho en otros escritos- es la reafirmación del compromiso revolucionario para lograr la unidad y enfrentar los retos y desafíos que aún persisten.
Somos chavistas porque somos seguidores del pensamiento y el legado de Chávez y ese gigante que fue y seguirá siendo, es un referente fundamental en la lucha y el combate. Cada día estamos más convencidos que hay que revitalizar los principios de la Revolución Bolivariana, enfatizando la importancia de la participación popular y la lucha contra las agresiones internas y externas. Con la juramentación de Nicolás Maduro como Presidente, estamos mirando hacia el futuro, hacia las grandes transformaciones y hacia la consolidación de la grandeza de nuestra Patria. ¡Qué así sea!