La consigna de estos días debe ser: ¡Con Soberanía todo, sin Soberanía nada! Y es así, desde los días de los Libertadores, la Soberanía lo es todo, sin ella no hay Patria, sólo colonia. Y la Soberanía se va perdiendo, la intervención de los gringos en nuestra vida va en aumento, lejos aquellos días gloriosos cuando se gritaba en la plaza pública: ¡Váyanse al carajo gringos de mierda.!
Los gringos deciden sobre el corazón de nuestra economía, dan licencias de explotación, las regulan y las quitan a su voluntad. Sus palabras modulan la política venezolana, o mejor la política de sus agentes aquí adentro, maduristas y mariacorinos dependen cada vez más de la casa blanca, del departamento de estado gringo, marcos rubio, trump son actores principales en la política que antes fue nacional. A los gringos sólo les falta montar una oficina de asuntos políticos y policiales aquí en Caracas, ¿o ya la tienen?
Eso es lo que se ve, y debemos deducir que en los subterráneos la dependencia será mayor. Es así, la Soberanía se pierde y con ella se pierde todo. Es ahora que se defiende la Patria, mañana será tarde. Los gringos con voracidad sin freno quieren recuperar su hegemonía mundial. Los otros imperios, rusos, chinos, europeos, acechan.
Ante estás circunstancias el mapa de acción está diseñado. A los países con gobiernos débiles, es decir, con poco apoyo de su gente, se los devorará algún imperio. Y al final, la vida planetaria, unánime capitalista caminará a pasos acelerados hacia su extinción. Hay que proteger, recuperar la Soberanía, sólo con ella, los gobiernos serán fuertes y podrán resistir la embestida imperial. Es necesario, en esta defensa, ir al fondo del problema.
El capitalismo, en su fase superior imperialista, ya no cabe en el mundo, de seguir por este camino el mundo estallará, en una guerra nuclear, en la destrucción de las condiciones ambientales para la vida. Vivimos una crisis terminal del capitalismo, los caminos son sólo dos: o la vida se extingue con el capitalismo, la humanidad se extingue, o la vida, la humanidad se organiza de otra manera, póngasele el nombre que quiera: Socialismo, Humanismo, Cristianismo primitivo. Llegamos a la encrucijada que presintió Rosa Luxemburgo: o Socialismo o Barbarie.
La responsabilidad de Venezuela es mayor. Fue aquí que se dio el último intento por construir esa nueva sociedad, fue aquí que brilló esa llama de esperanza. Cuando se creía que todo estaba terminado, que el mundo era capitalista hasta el fin de sus días, que se veía venir irremediablemente. Cuando ya se creían agotados los grandes líderes, surgió el 4 de febrero, Chávez, y el país, para sorpresa del mundo fue construyendo un mundo viable, posible, demostró que el capitalismo no es una fatalidad, se puede superar, otro mundo es posible. Hay que seguir intentando su construcción, cada intento es una enseñanza, un paso en el camino de la vida.
Ese ejemplo que fuimos, está allí, ilumina el camino, que debe ser recuperado
¡CHÁVEZ ES EL CAMINO!