Este patético 1° de Mayo

Estamos a horas de la celebración del 1° de Mayo. Parece increíble, pero creo que la clase obrera venezolana vive unos de sus peores momentos, examinados desde el ángulo de su organización y combatividad. ¿Por qué les digo que es increíble? Porque Venezuela tiene el mejor escenario para que los sindicatos no sólo fueran más fuertes que nunca, sino la vanguardia de los sectores sociales que apoyan este proceso que conduce Hugo Chávez. No es así.

Vean a vuelo de pájaro cómo ha llegado a la situación de hoy.

Entre 1942-48 se multiplicaron y consolidaron los sindicatos creados desde 1936 a la muerte de Gómez, con una característica, y es que fueron orientados y controlados por los partidos. Nacieron así, dependientes de los partidos. En el trienio 45-48, los adecos dominaron la CTV y sus filiales, aunque los comunistas eran una fuerza importante.

Gallegos fue derrocado (24-11-48), sin que ningún sindicato lo defendiera, y después de la última demostración de fuerza en mayo de 1950 con una huelga petrolera, los sindicatos más importantes fueron disueltos.

En 1958, una huelga general en Caracas fue factor decisivo en el derrocamiento de Pérez Jiménez, pero no fueron precisamente los sindicatos sus baluartes, que apenas subsistían en sectores como el de la industria gráfica y los bancarios.

En ese año comenzó la reconstrucción del movimiento sindical. A sus dos principales fuerzas, AD y el PCV, se unieron entonces las de URD y Copei. Celebraron un gran III Congreso donde se discutieron y aprobaron trascendentales tesis, hasta que en los años 60 se fracturaron. La política del PCV y del MIR era fomentar guerrillas y acciones subversivas y penetrar las Fuerzas Armadas. Invariablemente les impusieron esas líneas políticas, y del lado cetevista, la defensa del Gobierno era el objetivo fundamental. Esa circunstancia terminó con la unidad. Se dividió la CTV, nació la Cutv.

Con el tiempo languidece la lucha guerrillera y se legalizan sus partidos y, entre tanto, el sindicalismo adeco degenera. Se burocratiza y corrompe. Gradualmente, los sindicatos pierden fuerza y combatividad, los trabajadores se desinteresan por afiliarse. Desde Fedecámaras se estimulaban esas líneas degenerativas.

En esas condiciones llega Chávez al poder. La CTV estaba en sus peores condiciones, reflejo de la situación de AD y de Copei.

El chavismo no tuvo políticas para ganarse a los trabajadores y a sus sindicatos. Los desfiles del 1º de Mayo de 1999 y 2000 muestran su anemia y agotamiento. Desfiles que se nutren en los años siguientes cuando el país está dividido políticamente: en una marcha se ven empresarios y sectores de clase media, y en la otra, desempleados, gente de los barrios; uno y otro, casi sin obreros sindicalizados, los pocos, empleados y obreros del Gobierno. Sus consignas fueron todas políticas. A favor y en contra.

Bastante tarde, el chavismo creó la Unión Nacional de Trabajadores, le desprende algunos sindicatos a la CTV. Lo que los comunistas califican como la vanguardia de la clase obrera, los petroleros, se interesan más en incrementar sus salarios. Entre tanto, los cetevistas corren la misma suerte que los adecos, no tienen ni para pagar el teléfono. En la UNT pugnan cinco corrientes.

Con ese desolador panorama, el martes saldrán a la calle. Después de la pobre demostración de la marcha pro-Rctv, ¿quién se animará a acompañar a la CTV? Y si el Presidente no es el atractivo del desfile chavista, tampoco será multitudinario.

La palabra
de Aristóbulo Istúriz siempre se escuchó mientras estuvo en el Gobierno. Su labor en Educación le dio una especial autoridad. Pero ahora pareciera devaluada.

Porque fue él quien les recomendó ser pacientes y tolerantes en este proceso de formación del partido socialista unido.

Hasta los grandes diarios
estadounidenses han criticado la decisión de poner en libertad a Posada Carriles. Naturalmente, todos señalan hacia la Casa Blanca, y subrayan el cinismo de quien se pretende mostrar como líder de la lucha antiterrorista y proteja al terrorista N° 1 de toda América y buena parte del mundo. Seguramente es la única manera que tiene Bush de silenciarlo. Aquí, recobra vigencia "El terrorista de los Bush", de Alexis Rosas y Ernesto Villegas.

Difícil la victoria
de Segolene Royal en la segunda vuelta de las elecciones francesas. Con Sarkozy se disputa 18% de los votos centristas. 11% de la otra izquierda decidió apoyarla. ¿Qué harán los ultraderechistas de Le Pen? Difícil suponer que la mayoría se incline hacia la candidata socialista. Habrá que añadir un factor nuevo, un tanto en el subconsciente, como es el machismo.

Venezuela obtiene
otra victoria en la opinión pública latinoamericana.

Encuestadas más de 20 mil personas, aparece junto a Brasil como el país más amigable, después están Argentina y Cuba.

¿Casualidades? En cambio, Perú, Colombia, y sobre todo EEUU, cierran la lista.

Algo único en el fútbol
mundial veremos este año.

Un equipo recién bajadito a la segunda jugando en uno de los estadios más grandes de América del Sur.

Si asistían 2.500 de promedio, ¿cuántos le faltarán ahora para llenar los 50 mil?


edrangel@cadena-capriles.com


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Eleazar Díaz Rangel

Periodista egresado de la UCV. Ganador del Premio Nacional de Periodismo y menciones en diversas especialidades. Es Director del diario Últimas Noticias desde el año 2001. Profesor titular jubilado de la universidad central de Venezuela, cuya escuela de comunicación social dirigió (1983-86). Presidente de VTV 1994-1996. Presidente de la asociación venezolana de periodistas.

 edrangel@grupo-un.com

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