Debido al mundo convulsionado de hoy, la noticia corre como piedra en río crecido; en un parpadear de ojos, se desvirtúa. Simultáneamente, en ese mismo momento, sucede otro acontecimiento, donde el anterior deja de ser relevante; pues otro lo arropa cobrando actualidad. Con el nuevo avance de las tecnologías y su impacto en la noticia ha alcanzado pasos agigantados, en detrimento del mismísimo lector, que en la mayoría de los casos la información les llega distorsionada y muy lejos de acercarse a la realidad. Últimamente, en el gobierno de Trump, ha hecho un papel protagónico, Elon Musk que ha venido ganando espacio con eso de la inteligencia artificial, que pretende de manera radical, cambiar la educación, suplantando al mismo docente con un nivel de conocimientos excepcional y en este mismo sentido dispone de laboratorios, capaces de cambiar una realidad a través de puntos de vista distorsionadores que una vez repetidos se convierten en realidades. Recordemos a Joseph Goebbels ministro de propaganda de Hitler que dijo que "una mentira repetida mil veces se convierte en verdad".
Ante esta situación los más vulnerables son los jóvenes; que ante cualquier información, la reciben sin confirmar su contenido; como una verdad absoluta, sin ofrecer ninguna resistencia para verificarla. Venezuela y su revolución Bolivariana, desde sus inicios ha sido víctima de estos ataques, tanto en la época del comandante Hugo Chávez, como ahora con el presidente Nicolás Maduro. Sin embargo Venezuela ha sido un hueso duro de roer, que no le ha sido fácil a los Estados Unidos y a sus adversarios, lograr su cometido. Es tan rápido la información que vienen por todos los frentes, que son atrapados de tal manera, que no saben por dónde agárralo.
No se explica, por ejemplo, como una persona sea simpatizante del extremismo, de la ultraderecha fascista, a sabiendas que saben, que es un secuestro lo que están llevando a cabo Trump y Bukele con la migración venezolana en el Salvador. Automáticamente debería de haber un respaldo automático por tratarse de una agresión a sus conciudadanos. En el caso de Donald Trump ha cobrado mayor relevancia eso que la noticia de hoy, es lo de ayer y pasa a la historia como un parpadear de ojos. No ha terminado de expresar una idea, cuando ya tiene en el caldero de la ebullición otra; donde aparece desmintiéndola o presentando otra versión. Lo que ha permitido con estas salidas, que hasta sus propios aliados han salido desconcertados al no identificar en el horizonte por donde vienen los tiros. Esto ha permitido que aliados como María Corina Machado, Juan Guaido y sus secuaces; los tengan rondando en el mismo sitio, sin saber por dónde va a apuntar cuando sale con algunas de sus amenazas o bravuconadas. El presidente Maduro con su expresión de "Calma, cordura y nervios de acero"; ha sabido batuquear los conflictos, aun en los momentos más difíciles. Donald Trump es un elemento contradictorio y cambiante; caracterizado por la amenaza y la coacción, teniendo en vilo a sus adversarios y a la comunidad Internacional, utilizando como intermediario, a Marcos Rubio en los casos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, que es su más soberbio enemigo.
