Palabra libre es decir que el emperador va desnudo. Es perdurar "por ahora" en el momento justo, en la circunstancia justa. Es poder enunciar aquello que todo el mundo está esperando, aun sin saberlo. Como el canto del pájaro libre, según la parábola de Andrés Eloy en su Canto a los hijos. Mientras todos los demás callaban por orden del rey, aquel ave provocó el escándalo en el palacio silenciado porque era un pájaro libre, que cantaba lo que se le pegaba la gana.
Palabra libre es la que brilla no sólo cuando hay libertad, sino sobre todo cuando no la hay, cuando menciona lo prohibido, de modo que no puede ser ocultado ya más. Es el momento en que se dice la verdad que no conviene a los anquilosados. ¿Trescientos años de calma no bastan? La palabra libre no dice babiecadas como aquella que atribuyen a María Antonieta: "Que coman tortas". Esas babosadas salen caras, porque dilapidan el momento justo en la circunstancia justa.
Uno puede llegar al asunto así en la vida, o sea que está la persona y bueno, está la persona. Ahora, está la persona y el límite y ahí. O sea: lo asumes. Tú lo asumes. ¿Que te dijeron que no lo asumieras? Bueno, tú lo asumes, y tal. Pero, ¿no se puede, verdad? rebasar. Es decir, se puede, pero entonces te atienes. Rebasas y te atienes. Ah, que no, que tú no querías decir eso sino lo otro.
Está bien. Entonces, ¿por qué no dijiste lo otro? Estabas ahí en tu vida esperando decir lo otro... y llega el momento y dices lo de antes. ¿De quién es la culpa entonces? ¿No es tuya la culpa? ¿No te dieron lengua? ¿No tuviste la oportunidad? Después, bueno, la queja. No.
Que yo no. Que yo no sabía. Yo no estaba. Yo no fui. Yo no hice (José Ignacio Cabrujas, Ac to cultural).
Tienes la oportunidad de tu vida y dices la gansada. "En un lugar donde no hay democracia no hay nada que se pueda llamar democrático" (coronel Pedro Soto, febrero de 2002, Ateneo de Caracas). Es así como se disgrega y disuelve la multitud acalorada del 11 de abril de 2002. Es así como quedan cuatro estantiguas dando vueltas en redondo en apoyo a una televisora que se acuerda de la gente cuando la gente la ha olvidado.
Son los que dicen libremente que no hay libertad, para risa de la eternidad.
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