Pensar cansa

Tanto cansa que hay personas que prefieren no pensar y se entregan a fórmulas que liberan de esa operación.

"Y esta noche... /me mamo bien mamao/pa’ no pensar", dice el tango Esta noche me em borracho, de José Santos Discépolo. Pero no sólo el alcohol embriaga, hay quien se arrebata también con ideas fijas, con dogmas. Las religiones son instrumentos para no pensar en principios no discutidos, no criticados, como la Santísima Trinidad o la virginidad de María. Tranquiliza mucho saber que hay asuntos que se defienden solos, sin necesidad de nuestra intervención. Los dogmas modernos son menos pomposos. Para muchos basta con un "lo dijo la televisión" para zanjar una discusión. Y uno el crítico pregunta: "¿Quién dijo qué en qué emisora?" Pero para ellos no importa quién lo dijo ni qué intereses defiende, basta con que lo haya dicho por televisión (radio o prensa, da lo mismo) para que se despersonalice y termine siendo la ventana de la verdad, sin verificación ni crítica.

Durante la renovación universitaria de 1969 se planteó crear una cátedra de pensamiento crítico. En aquella ocasión me pareció que era hegelianamente redundante, porque basta pensar en algo para ya someterlo a examen, a evaluación, a transformación. Es decir, según esto, todo pensamiento es crítico. Pero el Pensamiento Único propuesto por la ultraderecha es un pensamiento sin crítica. La historia se acabó, dictaminó Fukuyama para esta gente y listo, a no pensar se ha dicho, llegó el capitalismo y mandó a parar. O a pensar igual a todo el mundo, que es no pensar. Y ahora los loros de Bush acusan al Gobierno de querer instaurar un pensamiento único. ¡Ah malhaya el cinismo tuviera límites! Más bien Venezuela premia el pensamiento crítico, a pensadores como Bolívar Echeverría, con su libro Vuelta de si glo, ejemplo magistral de lo que puede ser someter a crítica todo lo que nos incumbe en este tránsito del siglo XX al XXI.

Se trata de estimular a los pensadores y pensadoras a engendrar reflexiones que vayan más allá del dogma, de "lo dijo la televisión", del Pensamiento Único ultraderechista que ha enflaquecido el raciocinio de más de uno.

El Pensamiento Único, en cambio, no cansa porque no es pensamiento.

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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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