Durante un tiempo permanecí indefinido frente a la reelección indefinida. Últimamente decidí hacer de tripas corazón y, en aras de la revolución socialista, no convertir el asunto en punto de honor.
Sin embargo, por respeto a los lectores debo intentar una explicación. En días pasados el periodista Eleazar Díaz Rangel, citando al filósofo Arturo Rivero, mencionó que éste había comparado al presidente Chávez con un pintor clásico que pide el tiempo necesario para terminar su obra maestra. Me permitiré tomar el mismo ejemplo, pero en vez de considerar a quien detente la Presidencia como autor de un "chef-d’oeuvre", deberíamos emular a la dinastía que completó la Gran Muralla China.
Tampoco Roma fue hecha en un día.
Si bien Hugo Chávez Frías es un hombre providencial, es un solo hombre, y una revolución socialista debe ser por antonomasia la obra de un equipo, cuyas decisiones sean ampliamente debatidas y consultadas.
Por otra parte es innegable que cualquiera que sea el Presidente en funciones, dispone de ventajas de todo género, en especial en materia comunicacional, que hacen de la contienda electoral una confrontación inequitativa. Por más revolucionarios que seamos, las elecciones deben ser un torneo entre candidatos con los mismos derechos, empezando por el acceso (en iguales condiciones) a los medios del Estado. ¿De qué sirve criticar ventajismos y aplanadoras de los partidos conchupantes si se van a emplear los mismos procedimientos? El rediseño del Estado que propone nuestro Presidente en el mejor de los casos tomará muchos años de educación ciudadana. Con todo lo admirable de sus cualidades didácticas, lo que hace falta no es un Chávez por mucho tiempo, sino muchos Chávez (y no me refiero a su familia) actuando concertadamente para alcanzar el éxito.
Creo en el inmenso potencial de la revolución para producir líderes surgidos de la entraña del pueblo, siempre que no se les ocurra lo que a los hijos de Saturno.
También creo que el presidente Chávez necesita más críticos revolucionarios, quienes de buena fe, le planteen cuestionamientos.
Si lo hemos de reelegir continuamente, que sea continuamente tolerante.
augusther@cantv.net