Hemos revisado y leído en los matutinos caraqueños “El Nacional” y “El Universal”, las informaciones y opiniones impresas sobre la reciente situación pre-bélica que se presentó tanto con la invasión militar del ejército como de la aviación militar de la República de Colombia, por órdenes del Alto Gobierno que preside don Álvaro Uribe Vélez, en territorio de la República de Ecuador como, también, la decisión soberana del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, ordenada por el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, de movilizar un número no significativo de tropas venezolanas, tomando en cuenta que la frontera entre Venezuela y Colombia alcanza los 2.200 kilómetros de longitud, hacia las fronteras, según la geografía de Venezuela con el país hermano de Colombia. Además de la situación jurídica producto de una violación aceptada públicamente y en organismos internacionales por el Gobierno de Bogotá al Ecuador, Colombia mantiene diferencias jurídicas con Nicaragua sobre la isla de San Andrés y otras islas donde las fragatas colombianas mantienen una presencia que se considera, por Nicaragua, violatoria de las “aguas territoriales”, y cuya actuación se sostiene en actos violatorios con el argumento de la “persecución en caliente” al tráfico de drogas desde Colombia hacia Méjico y, según el propio Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, considera que el 90% del 100% de la droga que se produce en la Región Andina, llega a los mercados de aquel país green-go, el cual desarrolla, con su presencia, un acto de guerra en Iraq y Afganistán.
Es obvio que tal situación inaceptada por la recientes reuniones de la Organización de Estados Americanos y la del Grupo de Río en la República Dominicana cuyo anfitrión-Presidente de ese Gobierno, demostró su calidad de estadista al manejar una situación, por demás muy difícil, con la colaboración del Presidente de Méjico y la objetividad manifestada por las Presidentas de Argentina y Chile y las “duras” palabras del Canciller de Brasil en nombre del Presidente de esa potencia continental latinoamericana, produjo las lógicas reacciones en las respectivas sociedades. Inmediatamente después de los sucesos de violación de la soberanía del Ecuador por los ejércitos colombianos por decisión de don Álvaro, el 80% de la sociedad ecuatoriana se manifestó en apoyo a su Presidente Correa y las actuaciones de Estado y de Gobierno que decidió llevar a cabo para denunciar tal violación y elevar sus exigencias lógicas frente a tan grave afrenta. Por su lado, la opinión pública y política de la hermana República de Colombia, manifestaron su total apoyo a las decisiones de don Álvaro Uribe Vélez, independientemente, de la gravedad objetiva de tales decisiones militares y las públicas manifestaciones vocales en desprestigio a la Majestad de Estado de los Presidentes de Ecuador y Venezuela. Desconocemos cuales fueron las reacciones de la sociedad nicaragüense sobre la decisión del Gobierno de Ortega de “romper relaciones diplomáticas” con el Gobiernote Colombia.
Pero este escrito está dirigido hacia el análisis de la opinión pública, como mencionábamos mas arriba, de los matutinos caraqueños y los escritos de opinión allí publicados y suscritos por diferentes intelectuales, evidentemente, adversos al Presidente Chávez, a sus decisiones de Gobierno y Estado, en general, y, en concreto, a las decisiones de “movilización de tropas” hacia la frontera en territorio venezolano y de la “expulsión de los miembros diplomáticos” de la Embajada de la República de Colombia en Caracas. En palabras muy sencillas, el “carácter nacionalista”(sic) de las líneas editoriales de ambos matutinos y de los intelectuales que, públicamente, manifestaron su “posición criolla bolivariana”(sic) frente a las actuaciones “santanderistas” de Bogotá.
Comencemos, objetivamente, a referirnos a los artículos publicados por El Universal con el titular:”Francisco Santos [vice-Presidente de Colombia] confía en romper pacto Chávez-rebeldes” (El Universal, viernes, 7 de marzo, 2008, Internacional, p. 1-16) con un recuadro que manifiesta que Colombia solicitará que la OEA investigue “…otra posible bases guerrilleras en ese territorio [en Ecuador]…”. En este orden, el vice-Presidente colombiano Santos comentó que “…la solución a la crisis desatada tras el ataque colombiano a las FARC en Ecuador pasa por romper la “alianza” (entrecomillas por El Universal) que en su opinión forman el presidente venezolano Hugo Chávez, y esa guerrilla…[asi como] independientemente de la marcha del proceso diplomático, “todos tienen que ser vigilantes sobre el uso de zonas fronterizas por parte de terroristas como las FARC” (Idem., p. 1-16). Frente a estas declaraciones, El Universal, como ya hemos dicho, vocero del Departamento de Estado cuando publicó un artículo de Thomas Shannon, Secretario para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EEUU de América, no objetivó la noticia al no agregar una opinión de un vocero del Gobierno Bolivariano sobre tales declaraciones tendenciosas y malintencionadas. Nos explicamos. El señor Vicepresidente de Colombia no demuestra la “alianza” de Chávez y las FARC. Pero lo mas grave sería que El Universal, sintiéndose un órgano de prensa venezolano, deberían “salirle al paso” a esas declaraciones que implican una acusación muy seria en contra de Chávez si se toma en cuenta que a las FARC se las ha denominado como “grupo terrorista”; por tanto, ello implica que Chávez también es terrorista. Frente a esta hipocresía evidente de El Universal, para apoyar aquello y contrarrestar la matriz de opinión de que Colombia “no controla ni despliega sus tropas en su frontera”, publicó en esa misma noticia una fotografía de un “policía colombiano [que] resguarda el río Arauca…” (Ibidem, p.1-16).
Ese mismo día y en esa misma edición, El Universal publicó en la página 1-20 la noticia sobre la información del representante de Colombia y ex-ministro de Defensa de ese país, Camilo Ospina que comunicó a la prensa que “…Colombia prevé demandar a Venezuela…” (Idem, p.1-20). Dice la noticia que “…Colombia demandará a Venezuela ante cortes internacionales si el presidente Hugo Chávez cumple con sus amenazas de nacionalizar empresas colombianas que operan en territorio de su vecino, advirtió el embajador de Bogotá ente la OEA, Camilo Ospina…” (Ibidem, p. 1-20). Así mismo, El Universal comete dos errores-conscientes de información a sus lectores y toma una actitud anti-nacionalista. En primer lugar, no consulta sobre las consecuencias de una posible toma de decisión soberana del Estado venezolano sobre empresas extranjeras operando en Venezuela; o sea, que El Universal está de acuerdo con las acciones de la petrolera Exxon-Mobil en contra de la estatal PDVSA. Por otro lado, es decisión Soberana del Estado venezolano salvaguardar los intereses nacionales frente a actitudes de “guerra y acusaciones” de otro Estado.
El día sábado, 8 de marzo, 2008, El Universal publicó una entrevista al Gobernador del Departamento del Norte de Santander, señor William Villamizar Laguado, quien manifiesta que “…no es muy optimista pero que le anima el respaldo ofrecido desde la Casa de Nariño y la celeridad con la que se buscan soluciones a los problemas que van surgiendo a raíz de las drásticas decisiones tomadas por el gobierno de Hugo Chávez y que perjudican tanto a los pobladores de Táchira como a los de su región…” (Idem, p. 1-20) Nos preguntamos: ¿por qué El Universal no entrevistó a cualquier autoridad venezolana de la frontera para conocer cómo se percibe el problema desde la óptica venezolana? Muy sencillo, El Universal, evidentemente, se ha convertido en un vehemente defensor de los intereses colombianos en Venezuela y en la Región. No importa el comportamiento militarista y expansionista del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez cuando considera que “es responsabilidad de los vecinos cuidar las fronteras con Colombia” mientras ese Gobierno neogranadino se dedica a cuidar las seguridades de sus ciudades y centros militares restringidos a espacios muy bien definidos geográficamente. ¿Le importa a El Universal, Venezuela?
Otro de los artículos publicados por el mismo matutino el mismo día sábado 8 de marzo, 2008, página 1-18 es sobre “…Crisis de gasolina en la frontera por restricción en despachos…” con una fotografía de unos “pimperos” transportando en bicicleta, bidones para contener gasolina de contrabando. Definitivamente deberíamos ser un poco “mas patriotas” cuando se presentan “casus bellis” en circunstancias muy especiales. El Universal se queja de que se le ponga un “parao” al contrabando de gasolina; pero, al mismo tiempo, se queja por que el comercio en la frontera está sufriendo las consecuencias de las decisiones de Estado y Gobierno tomadas por el Gobierno Bolivariana presidido por el Comandante Chávez. ¿será que El Universal desconoce que la balanza comercial entre Venezuela y Colombia está a favor de Colombia en cifras muy considerables? ¿es que El Universal considera que Venezuela debería mantener las industrias colombianas y no desarrollar la economía venezolana? No es chovinismo; es una realidad que las derechas venezolanas están “cuadradas” con las “derechas colombianas”. Pero ¿por qué lo están?
De El Nacional, aparte de los problemas tecnológicos que viene presentando últimamente y la escasez de papel, no tenemos nada que decir de una empresa que ha pasado de ser criolla a ser parte de una multinacional extranjera que defiende sus intereses y…¿cuáles son esos intereses no venezolanos?
Por otro lado, el máximo representante de la Academia Nacional de la Historia de la República Bolivariana de Venezuela (así le duela), cual Klemens von Metternich, viene al rescate de la “Corona del Virreinato de la Nueva Granada” quien junto a su “pana” Fouché, conspiraron para derrocar las políticas de “libertad, igualdad y fraternidad” de la Revolución Francesa; pero estamos en “tiempos de cambio” hacia la horizontalidad del poder; o sea, caminando hacia la democracia participativa algo que se ejerce en muy pocas ocasiones en ciertas instituciones públicas, particularmente, cuando están, financieramente, ligadas al status quo de la banca oligárquica.
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