Quisiera estar equivocado con el escrito que plasmaré en esta página abierta para el pueblo, y en forma especial para los que creemos en el socialismo, humanismo, la revolución y la justicia social.
Exhortado y animado por un número de compatriotas, me lancé a esta experiencia, nunca vivida en Venezuela, cual es la participación en una contienda política para elegir los Equipos de Trabajo Político en las entidades estadales del país, del naciente partido PSUV.
La experiencia vivida por quién suscribe y quizás por muchos a lo largo y ancho de la geografía nacional, con la única arma de la infinita convicción ideológica del humanismo, justicia social y la consolidación de este proceso inédito revolucionario, pensando que nos enfrentaríamos de igual a igual con los políticos de oficio (algunos tahúres de la política). Pero cuán equivocado estaba, la ingenuidad, la inocencia, la traición de la buena fe, fue factor preponderante de un presunto triunfo de los de siempre, es decir, de los vivos que se benefician del Estado y del pueblo, los compradores de conciencia, que para nada les interesa la revolución, Chávez y el pueblo, lo de ellos es EL PODER Y EL USUFRUCTO PERSONAL.
Para graficar con algunos hechos que ocurrieron en esta contienda podemos señalar entre otros:
- Los innumerables mensajes de texto a través de las diferentes operadoras de celulares, solicitando la postulación de los de siempre. Aquí sería un innoble de no confesar a ustedes, que quién suscribe también lo hizo, que sin embargo, con seis mensajes que envié se me acabó el Plan que tiene mi celular, es decir, la lucha de David contra Goliat.
- Operadores de los políticos de oficio que llegaban en pequeños grupos a los sitios de votación imponiendo nombres, metodologías y amenazando con la impugnación del proceso, muchas de estas personas jamás habían asistido a una reunión del batallón pero que aparecían en la data.
Podría seguir nombrando hechos irregulares e inmorales que sucedieron en esta inédita contienda política, pero debemos mirar hacia el futuro, para inteligente y éticamente combatir y extirpar este cáncer heredado de la IV República. Creo definitivamente que debemos abonar el terreno para que las nuevas generaciones, las nuevas cohortes, con un nuevo currículo de educación, asuman lo que muchos bolivarianos y revolucionarios de verdad queremos para Venezuela, Latinoamérica y el mundo.
Por último sumo mi llamado de auxilio al de todo nuestro pueblo venezolano, a que los Vice-presidentes estadales del PSUV, la Dirección Nacional, el Vice-presidente Nacional, General Müller Rojas, así como, a nuestro máximo líder comandante Chávez, para que por intermedio de un exigente baremo se haga la escogencia en forma pulcra y transparente de los compañeros(as) que conformarán los Equipos de Trabajo Político Estadal, que incluya en su mayoría nombres nuevos de hombres y mujeres, quienes han sido ya escogidos por el pueblo, para contrarrestar así la sinvergüencería y vagabundería de los enquistados de siempre.
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