Desde el Congreso de Panamá de 1826 no se había dado un paso hacia la integración y la unidad de los países latinoamericanos y del Caribe como éste que dieron el viernes en Brasilia los jefes de Gobierno de 12 países, al constituir la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Aunque varias agencias internacionales subrayaron el clima de "discordia y tensiones que predomina en la región" y poco se ocuparon de los aspectos positivos del tratado firmado, el texto original propuesto por Bolivia, como presidente temporal, y luego de un largo período de discusiones y consultas, no sufrió cambios significativos.
En el tratado se echaron las bases para una unidad más integral, que promueva la concertación y coordinación política, acuerdos de libre comercio, integración energética y en comunicaciones; cooperación en tecnología, ciencias, educación y cultura; y acuerdos que incluyan la nacionalidad y un Parlamento suramericanos.
Quizás lo más novedoso e importante, y preocupante para Washington, fue la creación del Consejo de Defensa Suramericano, iniciativa de Brasil que será concretada en un plazo de 90 días. Nunca como ahora en la región hubo tantas coincidencias en gobiernos, con todos los matices existentes, reveladores de importantes cambios y de un futuro de unidad y más independencia.
No resultó casual la disidencia colombiana, al declinar la Presidencia pro tempore que le correspondía por orden alfabético –y que heredó Chile– y oponerse a la creación del Consejo de Defensa. Sus nexos con el gobierno de Bush, y militarmente el Plan Colombia, de alguna manera están reñidos con los propósitos y objetivos de Unasur y del Consejo propuesto por Brasil.
Coincidencialmente, también desde Bogotá el mismo Santander hizo todo lo posible por desviar la orientación del Congreso de Panamá, convocado por Bolívar el 7 de diciembre de 1824. El nicaragüense Aldo Díaz Lacayo, quien fue embajador en Caracas, en su laureado estudio El congreso anfictiónico, llega a la conclusión de que el Congreso nació muerto, "... fue asesinado a lo largo del período de gestación por casi todos los actores, pero principalmente por el Ejecutivo colombiano y por el Gobierno de los Estados Unidos, con quien de hecho se había asociado estratégicamente".
Las condiciones de hoy son totalmente distintas: si en 1826 fue posible hacer fracasar la iniciativa de Bolívar, hoy el Gobierno colombiano quedó aislado, como antes había ocurrido en las reuniones del Grupo de Río en Santo Domingo y en las asambleas de la OEA en Washington. Conductas estas de Bogotá que contrastan con la voluntad de la mayoría de los gobernantes presentes el viernes en Brasilia y que de alguna manera puede verse recogida en las palabras de instalación del presidente Lula: "Los gobiernos sabemos que los contenciosos actuales (que tanto magnificaron las agencias y los medios) son pasajeros", y que "juntos somos más soberanos", opiniones recogidas por Michelle Bachelet en la clausura, cuando asumió la presidencia de Unasur: "Queremos demostrar que América Latina es capaz de hablar con una voz firme y fuerte, y de construir una integración eficaz".
Recibí un e-mail
de alguien que, aunque comparte mi comentario sobre "la necesaria unidad de los partidos del chavismo con miras a las elecciones del 23 de noviembre", recuerda que las fuerzas de lo que yo llamo "partidos menores" han disminuido mucho con el tránsito de algunos de sus dirigentes (como Aristóbulo Isturiz, Alí Rodríguez, Roberto Hernández, María Cristina Iglesias, Velásquez) de tales partidos hacia el Psuv. No es un detalle lo que había omitido.
El asesinato del fiscal
Carlos Lugo, quien tenía a su cargo casos relacionados con la lucha contra los narcotraficantes en Falcón y había tomado decisiones audaces, debería llevar a las autoridades correspondientes a proteger a quienes están alineados en ese combate. Si quieren nombres, tienen los de dos jueces, José Vicente Faría y Neuro Villalobos, ambos del Zulia, que han recibido amenazas.
Nadie debe creer
la explicación que ofreció la Fuerza Aérea de EEUU sobre la penetración del avión S33 Viking ("problemas intermitentes de navegación") el pasado viernes 16. En realidad, buscaba medir la capacidad y el tiempo de reacción de la defensa venezolana. Y a propósito, ¿ustedes han leído o escuchado alguna opinión de dirigentes de partidos de la oposición?
Si no se lo hubiese
escuchado al propio presidente Chávez, me habría costado creer que le había enviado saludos al Rey de España.
Supongo que el Jefe del Gobierno de España, Rodríguez Zapatero, le trajo algún mensaje real.
Educación y encuesta
Usualmente, los resultados de las encuestas internacionales, como las de Latinobarómetro, cuando no favorecen a países amigos de Washington no son muy publicitadas.
Tampoco una reciente de Gallup sobre la educación en el mundo, con estas tres preguntas: ¿los niños de su país son tratados con dignidad y respeto? ¿Los niños de tu país tienen la oportunidad de aprender y crecer cada día? ¿Es la educación de este país accesible para cualquier persona que quiera estudiar independientemente de su situación económica? Veamos las respuestas: Cuba quedó en primer lugar en el mundo con 93%, 96% y 98%; Venezuela fue el segundo país, con 70% y 80%, y tercero (82%), después de Trinidad y Tobago (86%).
En la tercera pregunta, le siguen República Dominicana (76%), Panamá (73%), Uruguay (70%), y más atrás figuraron Argentina (57%), México (56%), Brasil (52%) y Chile (43%).
¿Tienen idea de donde obtuve estos datos? Los divulgó Fidel Castro el pasado 22 de mayo. Y tan poderosas como son las agencias.
Los Extraditados II
A la crítica del comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos por la extradición de los 14 jefes paramilitares responsables de genocidios contra la población campesina, sorpresivamente ordenada por Uribe el lunes 12, citada en mi nota "Los Extraditados", se añade una declaración de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Cito: "La Comisión observa que esta extradición afecta la obligación del Estado colombiano de garantizar los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación de los crímenes cometidos por los grupos paramilitares".
Al presidente Uribe sólo le interesaba que los extraditados se llevaran las pruebas contra las decenas de parlamentarios suyos involucrados en la parapolítica, y con el tiempo las aportarán para eventuales acusaciones contra el Gobierno venezolano.
Y a propósito, ha extrañado la desaparición temporal de las computadoras de Salvatore Mancuso y de otros paramilitares apenas fueron extraditados. En Bogotá, se supone que contenían evidencias contra los parlamentarios acusados y enjuiciados de nexos con el paramilitarismo. Evidencias que habrán desaparecido.
edrangel@cadena-capriles.com