Cuando los ciudadanos no quieren ser buenos ciudadanos

Estaba camino a mi casa, regresando de la universidad.

Mientras esperaba el MetroBus que me llevaría de vuelta a mi "hogar, dulce hogar", noto que un conductor se queda accidentado por culpa del recalentamiento de su automóvil debido el tráfico casi inmóvil que había a esa hora. Por suerte, pasaba por ahí un par de Fiscales de Tránsito que con mucho gusto y disposición le prestaron asistencia para poder movilizar el carro a un lugar donde pudiese atenderlo sin problemas y sin generar obstáculos para el tráfico que ya era insoportable.

Esta situación me generó pensamientos acerca de lo útil y positivo que han resultado el incremento de funcionarios que dirijan el tráfico automotor y presten asistencia a los conductores y peatones, y de cómo esto podría influir en unos años a tener una ciudad menos anárquica, más civilizada, en las calles de esta tan congestionada Caracas.

Pero basta que uno quiera pensar en algo bueno, en poder llevarse un aspecto positivo del trajín del día, para que llegue una persona que rompa con todo ello.

Resulta que en pleno acto de los Fiscales de Tránsito, en pleno cruce de dos avenidas, una señora en su camioneta se dio cuenta que se estaba pasando la oportunidad de cruzar y para no perderlo ha decidido despreocupadamente girar su volante y dar una tremenda vuelta en "U" en pleno cruce con el tráfico circulando teniendo incluso que saltarse el montículo que divide los dos sentidos de la avenida hacia la que se dirigía. ¿Esta persona no está consciente de la imprudencia que está cometiendo y que puedo ocasionar un accidente? Sin hacer mención a que ya se convierte en un nuevo factor de agravamiento del tráfico y retrasar más el regreso a casa de tantas personas que tanto lo desean.

Al observar esto, el funcionario se dirige a la camioneta que queda atorada en el tráfico, en plena isla entre los dos sentidos de la avenida, y le pide que por favor retroceda y continuara en la otra avenida y tomara cruce en otra cuadra. "Pero es que ya casi entré, sólo deja que avancen un poco y ya puedo seguir" dice la señora, y el funcionario insiste en que ha cometido una imprudencia, a lo que la "conductora" decide lanzar la camioneta para meterse a la fuerza en su canal.

Este es sólo uno de tantos casos que diariamente viven estos fiscales con conductores irresponsables, con algunos motorizados que sólo respetan una ley que ellos mismos se crean, haciendo todo tipo de piruetas y maniobras entre el tráfico sin importarle los riesgos que corren o que generan, y haciendo caso omiso al pitido del llamado de atención.
Llamado a la reflexión

Un país no se hace sólo con inversión en infraestructura, la salud, la educación. Un país se hace también con sentido común, con conciencia y colaboración de parte de cada uno de nosotros quienes día a día hacemos vida en Caracas, en Maracay, Valencia, Maracaibo y en general en cada una de las ciudades y cada uno de los poblados de Venezuela.

De nada sirven la cultura y la educación en un país si quienes la reciben y quienes la imparten o la trasmiten no tomamos conciencia de que debemos ser socialmente responsables. Es decir, debemos ser responsables de nuestros actos y de las consecuencias que estos pueden ocasionar a terceros.

Durante muchos años hemos sido testigos de la falta que han hecho los Fiscales de Tránsito en las calles y avenidas de Caracas (por ser este el caso). Ahora que comenzamos a ver mayor presencia de tan importantes y necesarios funcionarios, pongamos de nuestra parte para tener una sociedad que cuando salga a las calles no se comporte como salvajes en la selva, donde impera la ley del más fuerte (el del carro más grande o el seguro que más responda) sino que impere la ley de la justicia y el respeto mutuo.

La educación no está sólo para aprender cosas del pasado, cómo hablar, cómo leer, cómo contar... La educación está para aprender a ser mejores hombres y mujeres, mejores ciudadanos y ciudadanas cada día y que con el pasar de los años se transmitan los buenos hábitos a las siguientes generaciones y no sea sólo por educación sino que se convierta en una cultura del caraqueño y del venezolano.

marcogonzalo.blogspot.com

marcogonzalo@gmail.com


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Marco Gonzalo Gómez Pérez

Ex-dirigente estudiantil Computación UCV, Desarrollador Web, Emprendedor.

 @MarcoGonzalo

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