El odio de estos días

I

El título se lo quito prestado a José Pablo Feinmann, destacado intelectual argentino, escritor y periodista. En su columna en el diario Página 12 (Buenos Aires) del 29 de junio, califica "no sólo de doloroso, sino de revelador de un estado de espíritu que atraviesa la derechizada sociedad argentina de estos días" lo que allí ocurre.

"Esta derechización –explica– no tiene nada de extraño, pues el mundo ha girado a la derecha y en los países ricos surge el fascismo, el neonazismo, la violencia contra el diferente, la incapacidad de diálogo, el desprecio de la democracia". Menciona su experiencia de un viaje de quince días a Europa por razones literarias para señalar cómo la xenofobia, el racismo y la violencia que conllevan son moneda de todos los días.

"Todos –dice Feinmann– piden que se expulse a los inmigrantes, que no se los deje entrar".

Refiriéndose concretamente a Argentina, comenta que lo que se nota es un factor que acaso se manifiesta con más potencia que en cualquier otra parte: el odio. Grafica su aseveración comentando la pinta, "Cristina vas a morir como Evita" (de cáncer), para concluir que si a la actual presidenta se le edilgan insultos de todo calibre, uno tiene que decir "¿qué pasa?". El columnista se pregunta: "¿Acaso es éticamente correcto que las clases media y alta de Buenos Aires salgan a golpear cacerolas cuando jamás las golpearon por las flacas jubilaciones de los viejos, ni por los sueldos docentes, ni por las privatizaciones vergonzosas, y si acaso tienen autoridad moral los empresarios rurales de pedir más institucionalidad cuando en el pasado apoyaron a cuanto gobierno de facto hubo?".


II

El tema también lo comenta otro brillante intelectual argentino, Mempo Giardinelli, bajo el título "¿El incendio y las vísperas?". Se dirige a Cristina Fernández y la alerta: "Usted ha de leer y escuchar lo que escriben y dicen los exégetas todo terreno de la desestabilización.

Están agrandados: se sienten republicanos y nuevos padres de la patria. No van a acatar una ley que no les guste. Sueñan con verla huir de la Casa Rosada en helicóptero. Están decididos a todo". En el fondo, es el odio que impide el diálogo y la reconciliación. Porque detrás de cualquier intento en esa dirección está la trampa siniestra, es decir, la revancha. Es lo que lleva a Giardinelli a manifestar: "Argentina está todavía en el primer día de la creación.

Siempre en obra y en crisis. Pero en estos 25 años de democracia crecimos muchísimo y, a pesar de sus infinitas falencias e insatisfacciones, es lo mejor que hicimos los argentinos.

Baste recordar lo que era este país hace 30 años: una carnicería. No lo olvidamos. Pero que no lo rife su gobierno, Señora –le aconseja el columnista a la Presidenta–".

III

Quise transcribir estas calificadas opiniones porque es el odio el fenómeno que subyace en todo cuanto sucede en la región. Lo de Argentina es igual, con sus lógicas particularidades, a lo que pasa en Bolivia, en Ecuador, lo que seguramente pasará en Paraguay –si Lugo no se entrega– y lo que desde hace 10 años tensa a Venezuela. El odio que resume la resistencia al cambio. La no admisión de que hay nuevos protagonistas y proyectos de país.

Desplazar a quienes siempre hicieron la política y aplicaron sus particulares concepciones tiene un elevado costo. El odio de todos los días, producto de la visión mineralizada del poder atribuido por ley divina a determinados sectores de la sociedad, es inherente al pensamiento de esos sectores sociales y políticos. Quienes disponen de vastos recursos económicos, mediáticos y poderosos apoyos internacionales; quienes durante siglos dominaron a su antojo pueblos y naciones, ahora se rebelan contra el desplazamiento de que son objeto y son capaces de llegar a inconcebibles extremos. El fenómeno hay que asumirlo con inteligencia. Con eficiencia. Con trabajo. Sin pretender derrotar el odio con más odio, sino resolviendo problemas, atendiendo a los desatendidos de siempre y dialogando con los que se aparten de la violencia.

Es la recomendación que deriva de la actual realidad latinoamericana.


LABERINTO

Ni tan calvo

ni con dos pelucas: no hay que restarle méritos a los organismos de inteligencia del Ejército colombiano ni a Uribe por la operación de rescate de Ingrid Betancourt y otros 14 secuestrados de las Farc. Fue una operación impecable, y enredarse en consideraciones anecdóticas y banalizar la importancia de lo ocurrido es un error. Lo que cuenta es que el Ejército colombiano se ha superado y dispone de una avanzada tecnología, en tanto que las Farc acusan un grave deterioro. Pero al mismo tiempo, hay que decir –lo señalan expertos analistas– que la operación no es "made in Colombia". Participaron la CIA, otros organismos de EEUU y los israelitas. Eric Micheletti, redactor jefe de la revista "Raids", experto en fuerzas especiales, explica: "La CIA y los israelitas participaron en esta operación de infiltración". Cree en la influencia de los servicios de inteligencia israelíes y también que está la marca norteamericana. "No se trata de la DEA, sino de la CIA. Es seguro que los colombianos se beneficiaron de los satélites norteamericanos y de los servicios de inteligencia: interceptaciones telefónicas, consejos de los israelitas".

Para el experto francés, "los servicios colombianos utlizaron todo lo que EEUU pudo darles y, de igual modo, trabajaron los servicios israelíes presentes en Colombia. Los israelíes venden su competencia y mucho material militar". A esta autorizada opinión hay que agregar la noticia, dada por una radio militar israelí, de que dos consejeros judíos participaron en los preparativos del Ejército para liberar a los 15 rehenes...

El punto no es,
desde luego, el apoyo y asesoría –sobre el cual puede haber diversas opiniones–, sino que estos fueron requeridos y empleados eficazmente por el Gobierno colombiano...

Es lo que debemos
considerar en Venezuela: las condiciones en que está nuestra inteligencia, si contamos con tecnología de punta. El logro colombiano obliga a analizar la complejidad de la materia, así como los riesgos que corremos si no lo hacemos con rapidez y audacia...

Lamentable
que dos oficiales retirados, Salazar y Huizi, se dediquen a descalificar el personal militar recién ascendido. Éste no se perjudica; son ellos los perjudicados al desatar el repudio de la Fuerza Armada...

Ridículo criticar
que el presidente Morales fuera orador en el acto conmemorativo del 5 de Julio en la Asamblea Nacional. En esa actitud está presente el racismo. Que un indio ocupe la tribuna de honor de la AN saca de quicio a quienes consideran que el escenario, y tipo de acto, es patrimonio de una élite intelectual y política...

La Iglesia
no se mete en política, dicen los obispos y el cardenal. Tan sólo apoyan los planteamientos de la oposición: protestan la regulación de la matrícula de los colegios privados, las inhabilitaciones políticas, y los sacerdotes truenan todos los domingos desde el púlpito contra Chávez...

Quienes deliraron
–e intrigaron– con las primeras declaraciones de Ingrid Betancourt ya no lo hacen con las que dio después en París. Tampoco con lo que opina Sarkozy del rol de Chávez.


jvrangelv@yahoo.es


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José Vicente Rangel

Periodista, escritor, defensor de los derechos humanos

 jvrangelv@yahoo.es      @EspejoJVHOY

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