Jessica Mariana luego de ser víctima de un peloteo entre la Onidex de Maracaibo, estado Zulia y Caracas, tratando de resolver el problema, no le quedó más alternativa que hacer la denuncia pública, sin embargo, ni de esta manera ha podido obtener una respuesta por parte de la oficina de identificación y, por supuesto, tal situación además de las dificultades que le acarrean estar si identidad, pasa por el contrariedad e impotencia de no poder ejercer su derecho al voto en los próximos comicios.
Pareciera que a la Onidex no le importa la inquietud del presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, quien señaló sentirse preocupado por la baja cantidad de inscritos registrados para votar el próximo 23 de noviembre y dijo que según los cálculos que manejan, existen más de 2 millones de personas con edad de votar y no están registradas.
Y supongo que el máximo líder del proceso venezolano desconoce situaciones como la de Jessica Mariana, una revolucionaria que quiere, entre otras cosas, ejercer su derecho al voto, pero que le será imposible si la Onidex no la saca de este aprieto.
Mavárez Briceño lo que pretende es efectuar un llamado a los funcionarios de la Onidex, para que la orienten acerca de dónde debe ir y lo que se debe hacer y que, por supuesto, la atiendan, porque es que las diligencias que hizo personalmente le han resultado infructuosas en las oficinas de identificación de Maracaibo y Caracas.
Jessica Mariana señala que la pueden contactar a los teléfonos: 0414-6457398, 0424-6411564 y a los correos lorenamavarez@gmail.com, jessicamavarez@hotmail.com.
Incluso, ya impotente al no obtener aunque sea una respuesta de alguien vinculado a su problema, hace un llamado a Chávez, porque es que en este país pareciera que si el Presidente no resuelve los contratiempos, nadie se encarga de ellos.
Se que para muchos el caso de esta joven es algo insignificante, pero creo que eso es grave, por cuanto esos pequeños detalles son los que hacen grandes las revoluciones.
No se concibe un proceso de transformación como el caso venezolano y no sea posible resolver una anomalía en el número de la cédula de identidad. Además, hay que estar conscientes de los apuros que ocasionan a la población esas “pequeñeces”.
