La tesis devaluacionista
plantea un falso dilema pues si la devaluación del bolívar fuera la
clave para sustituir las importaciones por producción nacional, Venezuela
sería hoy en día una potencia agrícola e industrial, habida cuenta
de que la devaluación de nuestra moneda ha sido casi una constante
desde el tristemente célebre Viernes Negro. Debemos preguntar parafraseando
a nuestro Libertador, ¿Es que 25 años de devaluaciones, que han llevado
el tipo de cambio oficial desde Bs. 4,30 por dólar a Bs. 2.150 por
dólar, no son suficientes?
Los que esgrimen la tesis
devaluacionista parecieran soslayar el hecho de que la devaluación
en nuestro país ha sido la causa principal de la inflación, y que
por ello constituye un injusto y pesado impuesto sobre los sectores
populares que ven cómo los aumentos salariales por decreto presidencial
cada año son rápidamente devorados por la galopante inflación.
Los devaluacionistas
parecen ignorar el hecho irrebatible de que con la devaluación sólo
se favorece a la minúscula minoría de tenedores de divisas fuertes,
que poseen más de 100 mil millones de dólares en bancos extranjeros
y que son los principales beneficiarios de la especulación cambiaria
que florece en el mercado paralelo de divisas.
Adicionalmente, la devaluación
como estrategia para incrementar la productividad resulta contraproducente,
pues ocasiona el efecto contrario. La manera más efectiva de
elevar la productividad consiste en minimizar los costos de producción.
Los principales costos de producción son tres: los sueldos y salarios;
los insumos, maquinarias y equipos; y el costo del financiamiento. La
devaluación en nuestro país indefectiblemente es el detonante de la
inflación. A consecuencia de ésta, los sueldos de los trabajadores
cada vez alcanzan menos para cubrir las necesidades básicas, razón
por la cual los gremios y sindicatos presionan constantemente por el
aumento de salarios. En virtud de que los insumos, maquinarias y equipos
son en su mayor parte importados con divisas extranjeras, es obvio que
la devaluación los encarece. Finalmente el financiamiento bancario
se encarece cada vez que hay devaluación, pues la misma tiende a disparar
las tasas de interés. Hasta el Viernes Negro, la inflación era un
fenómeno prácticamente desconocido en Venezuela. Hasta ese entonces
las tasas de interés se habían mantenido en cifras de un dígito durante
muchos años. Fue la aplicación del control de cambio y las sucesivas
devaluaciones de los últimos 25 años lo que condujo a elevados valores
de las tasas de interés,
En cambio, la revaluación
produce los efectos contrarios: abaratamiento de los insumos, maquinarias
y equipos, disminución de la inflación y con ello baja la presión
de los sindicatos para la subida de sueldos y salarios. Adicionalmente,
la revaluación trae consigo el abaratamiento del financiamiento.
Por lo tanto, el camino
para aumentar la productividad (y conducir el país hacia el autoabastecimiento)
es la revaluación del bolívar.
Adicionalmente, la medida
de revaluar debe ir acompañada de otras medidas complementarias no
menos importantes, a saber:
1º La suspensión eventual del control de cambio ya que éste genera instantáneamente el mercado paralelo de divisas y el establecimiento de hecho de un dólar paralelo muy por encima del dólar oficial que es utilizado por los comerciantes y empresarios como referencia para fijar el costo de las mercaderías y servicios. Allí está el origen de la inflación.
2º El gobierno debe
propiciar, proteger e incentivar las empresas que generan bienes y servicios
en los cuales el país goza de ventajas competitivas. Por ejemplo,
no tiene sentido que se fomente el cultivo masivo de trigo o la fabricación
de güisqui, pero sí resulta ventajoso para el país el desarrollo
de la industria del chocolate o la producción para fines de exportación
de combustibles y lubricantes que utilizan como materia prima el petróleo.
3º El gobierno está
en la obligación de proteger aquellas ramas de la industria y agricultura
que gocen de ventajas competitivas. La protección gubernamental debe
manifestarse por la vía de la prohibición de importaciones de aquellos
bienes que ya se producen competitivamente en el país.
4º Se deben aplicar
elevados aranceles a los bienes de consumo suntuario (Hummers, etc.).
A continuación vamos
a establecer una comparación breve de las economías de dos países
petroleros, ambos miembros de la OPEP. Nos referimos a Venezuela y a
los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Actualmente, los EAU
están catalogados como el país más atractivo para los que emigran
de sus países de origen en la búsqueda de una mejor calidad de vida
(1).
Con una población inferior
a los 5 millones de habitantes, las exportaciones de este país alcanzaron
en el año 2006 un total de 132.970 millones de dólares, de las cuales
54.496 millones de dólares (el 41%) correspondieron a exportaciones
de petróleo y gas, y 78.474 millones de dólares (el 59%) correspondieron
a exportaciones no petroleras (Tabla I) (2) .
En contraste, Venezuela
cuenta con una población superior a los 26 millones de habitantes.
Sin embargo, sus exportaciones en el mismo año apenas llegaron a los
65.210 millones de dólares, es decir, menos de la mitad del valor
de las exportaciones del país árabe. Las exportaciones de petróleo
de Venezuela en el mismo período alcanzaron la cifra de 58.438 millones
de dólares, es decir, casi el 90% de las exportaciones totales. Las
exportaciones no petroleras de Venezuela en ese lapso alcanzaron la
cifra de 6.772 millones de dólares, lo que equivale apenas al 10% de
las exportaciones totales del país y a menos de la décima parte de
las exportaciones no petroleras de los Emiratos.
¿Qué nos están diciendo
estas cifras tan impactantes? Nos están diciendo que en el 2006 un
país con apenas la sexta parte de la población de Venezuela y que
produce menos petróleo que ésta fue capaz de exportar en productos
no petroleros casi 12 veces lo que exportó Venezuela por el mismo concepto.
Además, las exportaciones no petroleras del país árabe superaron
con creces sus exportaciones de petróleo y gas. Lo cual significa
que la economía de ese país se ha diversificado y no depende exclusivamente
del petróleo. Lamentablemente no podemos alcanzar la misma conclusión
con respecto a nuestro país.
Se desprende de las estadísticas que Venezuela supera a los Emiratos Árabes Unidos en población,
tasa de alfabetización, producción de petróleo y nivel de las reservas
internacionales. Sin embargo, en todos los demás indicadores económicos
y socioeconómicos nuestro país es abrumadoramente superado por el
país árabe.
La tasa de migración
neta indica que muchas más personas ingresan a los Emiratos que las
que emigran. Es preocupante constatar que para Venezuela esta
tasa es negativa, es decir, mucho más personas están abandonando el
país que las que ingresan. También resulta inquietante la tasa de
mortalidad infantil en nuestro país.
Como dato curioso, obsérvese que las importaciones de los EAU en el 2007 superaron los 94.000 millones de dólares, en tanto que las de Venezuela fueron 50.000 millones de dólares menos. Este dato echa por tierra el argumento de los devaluacionistas de que hay que devaluar porque estamos importando demasiado. No es que estamos importando mucho. Es que estamos exportando muy poco, si nos comparamos con los Emiratos Árabes Unidos.
Por otra parte, informaciones
recientes (1) señalan que el sector de la construcción
de los EAU creció en más del 25% en 2007, alcanzando los 15.886 millones
de dólares, siendo la industria de más rápida expansión en ese país,
superando el crecimiento del sector del petróleo dominante, que estuvo
en el 18,5%. La industria manufacturera fue el segundo sector de rápido
crecimiento, al dispararse en el 20% y alcanzar la cifra de los 24.659
millones de dólares en 2007. Las cifras mostraron que los servicios
empresariales e inmobiliarios se elevaron en un 17%, mientras que el
crecimiento fue estimado en el 12,5% en comercio, 11,3% en electricidad
y agua, 7,8% en servicios sociales y personales y 7,6% en transporte
y comunicación. El crecimiento del PNB estuvo en el 16,8%.
Adicionalmente, este
desértico país de apenas 83.600 kilómetros cuadrados de extensión
territorial alcanzó en el 2006 la meta de seguridad alimentaria, lo
cual significa que es capaz de producir internamente suficientes productos
agrícolas y alimentos para satisfacer todas las necesidades alimentarias
de la población (4).
Otro dato interesante
es que los Emiratos Árabes Unidos no hay impuestos sobre los ingresos
y sólo se contempla la seguridad social que es de un 5% del salario
del profesional, percibiendo éstos un 95% del salario bruto
(5). Tampoco se paga IVA (6).
En cuanto a seguridad
ciudadana, las ciudades de este país brindan los más altos niveles
de seguridad de todo el Oriente Medio y África (7).
A la luz de todas estas
realidades podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la calidad de
vida de la que disfrutan los ciudadanos de los Emiratos Árabes Unidos
supera ampliamente la de los venezolanos. Al parecer en ese país se
ha logrado lo que todavía tenemos pendiente por hacer los venezolanos:
Sembrar el petróleo.
Quizás un factor que
ha contribuido de manera significativa a la prosperidad de este país
es la extraordinaria estabilidad de su moneda, el Dirham (AED).
Para fines comparativos, mostramos a continuación la variación del
tipo de cambio tanto en Venezuela como en los Emiratos Árabes Unidos,
durante el período 1999-2008. (8)
Obsérvese que mientras
en los últimos 10 años en Venezuela la tasa de cambio se ha
disparado en un 255%, en los Emiratos Árabes Unidos ha experimentado
una variación de apenas el 0,024%! Esto ha sido consecuencia directa
de la política del Banco Central de ese país de mantener la estabilidad
de la moneda. Quisiéramos decir lo mismo con respecto a nuestro BCV,
pero no es posible.
¿Es posible alcanzar
alta calidad de vida para la población venezolana
a corto plazo?
Ciertamente. La clave
está en recuperar el poder adquisitivo del bolívar, mediante la aplicación
de una política del Estado venezolano que tenga como norte, en primer
lugar, la revaluación del bolívar y en segundo lugar, la suspensión
o eliminación del control. Ambas medidas las propusimos en un
artículo anterior (9). Pero, en virtud de que una
amable lectora amiga me hizo ver una debilidad del plan propuesto, en
el sentido de que puede prestarse a manipulaciones al ser predecible
cuándo ocurrirá la revaluación y el monto de la misma, sometemos
a la consideración de los lectores el siguiente plan:
- Mientras se mantenga el control de cambio, se decide revaluar la moneda un día x, que llamaremos día hábil 1. Llamaremos día hábil 0 el día previo al período de revaluación.
- Sugerimos que el día hábil 1 el tipo de cambio se fije en 2,10 Bs. F./US$
- Se deben continuar las revaluaciones, pero sin especificar de antemano los días en que se revaluará, ni el monto que tendrá el tipo de cambio. La Tabla III muestra un esquema de revaluación tentativo, en el cual se fija como meta de la revaluación alcanzar un tipo de cambio de Bs. F. 0,50/US$. Ni esta meta ni el plazo para alcanzarla se sabrá de antemano. En la Figura hemos sugerido que se alcance en 155 días hábiles. Pero, por supuesto, es sólo una sugerencia, sujeta a cambio por el gobierno nacional.
- En cualquier fecha comprendida entre el día hábil número 1 y el día hábil 155 se hará una suspensión temporal del control de cambio, la cual puede ser temporal o definitiva, dependiendo de cómo se comporta la salida de divisas, la cual debe ser monitoreada día a día y hora a hora por el Banco Central de Venezuela. Durante la suspensión del control de cambio se continuará con las revaluaciones sin previo aviso.
- Si el nivel de las reservas internacionales durante la suspensión del control de cambio llegase a caer por debajo de un nivel de alarma predeterminado (Sugerimos los 26.000 millones de dólares), inmediatamente se procederá a restablecer el control de cambio, pero continuando las revaluaciones sin anuncio previo hasta que se alcance el tipo de cambio meta (Por ejemplo, 0,5 Bs. F./US$). El BCV continuará el monitoreo continuo del nivel de las reservas internacionales.
- Tan pronto como el nivel de las reservas sobrepase un nivel predeterminado adecuado que llamaremos Nivel Seguro (Por ejemplo, los 31.000 millones de dólares), nuevamente se procede a suspender el control de cambio, pero manteniendo las revaluaciones no anunciadas.
- Si durante este período de suspensión del control de cambio, nuevamente el BCV detecta la ocurrencia de una fuga acentuada de divisas y el nivel de éstas cae por debajo del nivel de alarma, se retorna de inmediato al control de cambio, pero manteniendo las revaluaciones no anunciadas. Y así, sucesivamente hasta que se alcance la meta (por ejemplo, Bs. F. 0,5/US$.
- Una vez alcanzada la meta, queda en manos del gobierno decidir si se continúa con las revaluaciones no anunciada o si se suspende el control de cambio indefinidamente. Con toda seguridad para el momento en que se logre la meta no habrá persona interesada en comprar dólares con fines especulativos. El bolívar será una moneda fuerte y apetecida otra vez.
Variación del Sueldo
Mínimo y del Precio de la Gasolina durante el Período de Revaluación
Si se aplica la revaluación
siguiendo el esquema sugerido anteriormente, el equivalente en dólares
del sueldo mínimo y del galón de gasolina serían los mostrados en
las siguientes tablas.
Obsérvese que según
este esquema en 155 días hábiles el salario mínimo alcanzaría un
valor cercano a los 1600 dólares, en tanto que el galón de gasolina
pasaría a valer 0,73 dólares. Esto representa un aumento de
más de 4 veces con respecto a los valores actuales (372 y 0,17 dólares,
respectivamente). Si se aplicara este esquema, en 155 días hábiles
el salario mínimo en Venezuela sería igual al de los Estados Unidos.
¿Es malo eso? Obsérvese que para ese entonces, el sueldo mínimo continuaría
siendo Bs. F. 799,23 y la inflación sólo sería un mal recuerdo.
En 10 años es muy posible
que el petróleo ya no tenga la misma relevancia como combustible al
entrar en el escenario combustibles alternos, como el carbón líquido
(10), (11). Aprovechemos entonces la bonanza en petrodólares
que actualmente vive el país para iniciar cuanto antes la siembra
del petróleo. Para ello es indispensable dar el primer paso: La revaluación
del bolívar.
eudesvera@cantv.net
*Presidente Asociación
Civil Defensores del bolívar
Referencias
1. http://www.uaeinteract.com/spanish/
2. http://www.uaeinteract.com/spanish/economy/#1
4. http://uaeinteract.com/docs/UAE_achieves_food_security_and_fights_hunger_worldwide/22450.htm
5. http://www.mercer.com/summary.htm?siteLanguage=100&idContent=1287880
6. http://liyo.wordpress.com/2008/07/14/al-iva-va-y-los-40-ladrones/
7. http://www.mercer.ca/print.htm?siteLanguage=1009&idContent=1309505
8. http://www.oanda.com/convert/fxhistory
9. http://www.aporrea.org/actualidad/a59285.html
10. http://www.clarin.com/suplementos/economico/2006/07/09/n-01001.htm
11. http://www.laflecha.net/canales/ciencia/el-carbon-liquido-es-un-combustible-aun-muy-contaminante