Hay que tener la cara más dura que granito, como parece ser que la tienen los republicanos para venir a montar otro melodrama, otro teatro como el que tienen en Georgia.
Todos los que vivimos en el planeta Tierra, los que anduvieron por Marte y demás mundos al parecer habitables de esta galaxia, saben demasiado bien que solo los amantes del dinero y el poder en ese gran país que es Estados Unidos, es decir, los amasadores de oro, diamantes, petróleo y demás sutilezas propias de los que controlan a esa nación, son los únicos que orientaron el camino de las bombas atómicas sobre Japón.
Y son los mismos que han estado detrás del petróleo en el medio oriente, en Venezuela, en el Cáucaso y pare de contar. Son los mismos que anduvieron lanzando bombas sobre Viet Nam, los que han estado en una de vaquera, con mucho plomo, por Centroamérica y el Caribe, con incursiones en Santo Domingo y Grenada, los que quieren partir a Bolivia en varias partes, los que le quitaron Panamá a Colombia, los que quieren el agua y el amazonas. Los que partieron a Corea en dos, requetebombardearon a Irak y siguen allí, los que le tienen el ojo a Irán y pare de contar.
Es que en este mundo moderno, hasta ahora, no hay nadie que haya hecho lo que han hecho los señores de la guerra. Si nos ponemos a ver las cosas con la sencillez que ello requiere, disparan, bombardean, torturan y arrasan con todo en el mejor de los estilos, ni Hitler y su tropa lo hubieran hecho mejor.
Esa gente son los héroes de la oposición en Venezuela y especialmente los comunicadores de mentiras, que nada tienen que ver con el periodismo que enseñaron Héctor Mujica, Agudo Freites y otros, al menos en la otrora UCV. Tampoco tiene que ver con el periodismo que conocimos en hombres de la talla de Arístides Bastidas, Urdaneta Bravo, Cuto Lamache, Juan Manuel Polo, Rafael Villasana. Un periodismo desfachatado es lo que ha venido saliendo de los grupos opositores; un periodismo que nada tiene que ver con la realidad de los hechos, sino con los intereses de quienes suelen pagar mucho, un periodismo a lo Walt Disney, muy fantasioso, pero eso si, montado sobre la mentira, lo irreal.
Y, lamentablemente, la fantasía se ha adentrado en nuestros gremios, originando un real deterioro de los mismos, dejando a un lado su verdadero rol para convertirlos en plataformas de donde desprenden misiles de engaños contra la sociedad venezolana. Allá ellos, Cada vez más nos convencemos de que un nuevo y mejor gremio es posible. Por lo pronto, menos mal que existe el control para cambiar de canal, hay la posibilidad de escuchar emisoras diferentes y adquirir un medio de lectura de mayor calidad. ¡Tengan control!
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