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Credito: UN |
Seguramente, como no tenían muchas fuerzas, pese a que la conspiración es más extendida, tanto en la Fuerza Armada como entre civiles, de lo que hemos conocido hasta ahora, suponían que liquidando al Presidente se generaría una situación de desajuste y caos que ellos creen, podían controlar. ¿No vieron la inmediata y espontánea reacción popular? No tengo que decir que se trataba de una diabólica aventura y que afortunadamente la eficiencia de los servicios de inteligencia logró detectarlos oportunamente.
¿Cuáles han sido las reacciones? La oposición tiene un denominador común: se trata de una cortina de humo, del cuento del gallo pelón, etc. ¿Qué otra cosa pueden decir quienes en el fondo desean desestabilizar y derrocar a Chávez, y algunos de ellos, comprometidos con esta intentona? Negar todo, desde que en lugar de golpe hablaron de vacío de poder. Ésa ha sido su política, y parece que no cambia ni cuando van a elecciones. Entiendo que quienes siempre han buscado atajos, promueven u organizan guarimbas y acciones desestabilizadoras, se pegan a estas conspiraciones; pero la oposición democrática, que recorre la vía electoral, no termina de marcar distancia.
En Washington, el vocero de la Casa Banca también fue repetitivo. Dijo que ni Bolivia ni Venezuela tenían pruebas de la injerencia de Estados Unidos en las acciones que se desarrollan en esos países. Por supuesto, habrá quienes crean que a la Casa Blanca no le interesa desestabilizar gobiernos como los de La Paz y Caracas. La oportunidad es buena para preguntar: después de que derrocaron a Allende, ¿no estuvieron durante 25 años negando toda injerencia en el golpe en Chile ocurrido en 1973? Fue en 1999 cuando la pusieron en evidencia los 24 mil documentos desclasificados por órdenes del presidente Clinton. Lo que hacen ahora, negarlo todo, es lo que han hecho siempre.
"Golpe de estado civil"
Son decisivas estas horas que corren en Bolivia. Sectores fascistas, con apoyo de algunos prefectos y de sus fuerzas policiales departamentales, han generado un clima de violencia que el viernes acumulaba 14 muertos en un enfrentamiento con campesinos e indígenas que se movilizaban en apoyo al presidente Evo Morales.
Varias oficinas públicas nacionales fueron saqueadas y destruidas. Vi escenas donde grupos de jóvenes fascistas humillaban a un soldado desarmado y semidesnudo. Han tomado aeropuertos e interrumpido parcialmente el suministro de gas a Argentina. De "golpe de estado civil" lo ha calificado el Gobierno. Seguramente con apoyo estadounidense, han tratado de penetrar el Ejército para que emerja como "mediador". No creo que se les ocurrirá. Bolivia tiene la plena solidaridad de la mayoría de los países de la región, que han advertido que no reconocerán un gobierno surgido de un golpe. Honduras hizo un gesto inusual, que habrá hecho rabiar a la embajada de EEUU.
El Presidente venezolano fue más allá en su solidaridad con el gobierno de Evo: apenas supo que el embajador boliviano había sido expulsado de Washington, en acción de respuesta, tomó una decisión similar con el embajador de EEUU, recargada con un lenguaje que puede alejar o neutralizar amigos en ese país.
¿Cómo puede resolverse este conflicto? El Gobierno tomó las primeras medidas y en estos días debe controlar una situación. Por supuesto, lo ideal es el diálogo, rechazado por la más recalcitrante oposición, que rechaza el referendo de la Constitución consciente de que, después de 67% de apoyo a Evo, ésta será aprobada. Hay sectores que votaron por la autonomía, pero no comparten esta vía insurreccional de los fascistas. Se supone que el Gobierno de La Paz, con el apoyo popular que tiene y, hasta ahora, el de sus Fuerzas Armadas, dominará la situación y enjuiciará a los responsables de muertes, destrucción y violencia.
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